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enero 16, 2009

Las tierras jóvenes

He tenido en el buzón por días y semanas varios temas pendientes, cada uno cuenta con cierto afecto, algún interés y una apetencia de ser compartido. Sin embargo por el volumen de cosas relacionadas con el trabajo y la cotidianeidad alterada por un sismo con características y consecuencias de terremoto, es que me he visto empujada a contar un poco sobre el mismo.

1:19pm en la primera semana del mes de enero, por enésima vez hubo un temblor en el país, -eso pensaba al principio-, ya que solo el año pasado superaron los 4.000, siendo la mayoría imperceptibles. Sin embargo lo diferente fue que el movimiento dilató los segundos suficientes para llegar al 6.2 escala de Richter, generándose al menos 1.000 réplicas posteriores en un transcurso no mayor de 36 horas.

Un río cambió su curso y ahora hay comunidades que entrarán a riesgo de inundación en la próxima estación lluviosa. Una represa tuvo que ser cerrada y suspendido su servicio por un año para poder darle mantenimiento. El ganado de lechería abandonado enfermó de mastitis. Los perros y las gallinas deambulaban cerca de los lugares dónde se ubicaban las viviendas de sus amos. Un pueblo desapareció completamente.

Solo ocho días han pasado, hay 23 muertos declarados, 8 desaparecidos, autos, carreteras y personas aún bajo deslizamientos, 423 casas destruidas y pérdidas por 100 millones de dólares. La búsqueda de cuerpos termina este fin de semana, quienes no hayan sido localizados así parece que quedarán. No podemos decir que esto es producto de un débil código de construcción o uno sísmico, al contrario es uno de los "mejorcitos" y más antiguos, pero eso no salva tampoco.

Vivo por ahora en un país de 51.000 kilómetros cuadrados -realmente pequeño- , donde se han contabilizado aproximadamente 112 volcanes de los cuales 5 son activos. Cada ciertos metros hay en alguna parte una “falla” que recuerda la joven condición de las tierras, al igual que sus valles y cordilleras.

Por la condición de país de istmo tiene flora y fauna del neotrópico y del neoártico, es un sueño ir de una costa a otra y comer de sus frutas frescas, o hacer rafting en algún río. El lugar tiene su magia, con ese toque propio de las ciudades latinoamericanas –llenas de vidas dispares y dinámicas-, con ese sabor de las tierras jóvenes, con movimientos de placas, volcanes humeantes, fumarolas y aguas termales, infraestructura a medio acabar y un olorcillo a incompleta algo así como que le falta madurar y descubrir.

Ha habido un terremoto de 6.2 escala de Richter y saber que solamente fue que la tierra se sacudió suavemente...

1 comentario:

Lucero dijo...

Me gustó muchísimo tu blog. Eres una persona muy madura, en verdad me impresionas. Mi blog es mucho más light y apenas lo estoy comenzando, por si quieres visitar..