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octubre 31, 2009

Entrelíneas

Me cansé, por estos días paso de interpretar lo que se dicen en los pasillos, en los almuerzos, en pequeños grupos que miran de reojo cuando se pasa o guardan silencio al entrar en la habitación.

Sé que algo cambió, que algo nos sucedió a todos. Unos más que otros, pareciera que desconfiamos de nosotros mismos, como si supiéramos algo no solo oscuro del otro, sino además estuviésemos urdiendo "eso" sin nombre aún.

Me harté de lo que dicen, lo que veo, la mano en la pierna halando la falda, si el vejete coqueteando, si todos quieren del mismo dinero, si hay un plan que debe esperar, si estoy insatisfecha de mi jefa, si me decepcioné una vez más, si tengo más derecho pues trabajo más, si estoy agotada, sino me siento estimulada, si pienso que es mala paga, si sabemos decir no, si tan pronto comenzamos a "odiarnos" por momentos y cada vez más.

Vaya forma, esa como brotan ciertas caras de nuestra naturaleza humana. Saber que casi todas estas cosas nacen de una suposición que comenzó contándose. Me niego a leer entre esas líneas, aunque sean las que nos acompañan cada día.

octubre 23, 2009

Este octubre

Hay semanas de semanas, unas duras y otras no tanto, todas pasan y finalmente a una se le olvidan el orden en que estaban o el color de la ropa, lo que se comió o hasta el perfume que usaba. Sin embargo y en ciertas ocasiones, suceden cosas que no se pueden borrar como el pizarrón o romper como la hoja de la libreta.

Esta semana me acosté a dormir y me desperté con un torbellino de malas noticias. Porque dejémonos de tonterías han sido malas en su mayoría, excepto por ese cachito de luz conformado por algunos.

Estoy sorprendida de mi propia reacción; es decir, a pesar de las náuseas tremendas que se colocan en medio de mi pecho y mi vientre, de la desesperación que le acelera el latido, el dolor de cabeza que sale punzante por los ojos o cualquier lado de los hemisferios, sigo tranquila.

Ciertamente me siento algo agotada, podría blasfemar de la familia que tengo, de tener tanta, de que son personas que viven y mueren, de causar colapsos temporales y permanentes de partes del sentimiento. Tengo en la mano 5 tristes noticias y esto de querer es agotador.

Cierra hoy repitiéndose el inicio de una: mi hermano, la noche de lluvia, la moto, la señal de alto saltada, yo temprano del trabajo, el comentario similar de "como llueve ojalá y no tenga un accidente", ahora acompañando a mis padres, llamando por teléfono a los otros, la diferencia: no murió hoy. Esto da un descanso pues el accidente no fue tanto.

Ahora, mientras me gasto el tiempo y llegan más adelantos de noticia, escribo en el diario público.

octubre 20, 2009

Jairo Anibal Niño

Hay cosas tristes, historias tristes, pues quizá porque toda la vida, la fuerza y la euforia siempre llevan ese olorcillo a muerte, a fin o final. Hoy quisiera decir que no estoy triste, pero sí; los motivos por los cuales la noche cierra así, no vienen al caso, son los de siempre: las sombras de lo que sigue después de la vida, sería una buena idea tener el valor de un niño.

"¿Cómo se pasa al otro lado del espejo?

Para pasar al otro lado del espejo, se necesita del valor temerario de un niño de siete años, de su facultad para convertir el azul en quetzal y la nube en garza. El sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo, trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo, afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los reflejos, y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble. Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado, descendiendo por la parte oscura de la luna." Jairo Anibal Niño

octubre 18, 2009

A la caza de Moby Dick (cada cola es absolutamente distinta, una huella digital)

Así me sentía este fin de semana, pero sobretodo hoy que durante 4 horas estuvimos un grupo de 12 personas en altamar avistando Yubartas o Ballenas Jorobadas.

La estación cerraba oficialmente pues estos cetáceos van de regreso hacia el sur y en compañía de sus crías, las que vinieron a dar a luz en las costas pacíficas de algún país de Centroamérica, que tiene como característica que conjunta tanto las jorobadas del norte como del sur, de las cuales quedan en el mundo 7.000 y 10.000 respectivamente.

Octubre de migración lleva el sello de poca probabilidad, de corta esperanza de avistamiento ya que los ballenatos tienen el peso o grasa suficiente para soportar el agua fría y han aprendido lo básico: "inmersiones".

No crucé los dedos ante lo anterior, pero todo pintaba gris y peor cuando se abrieron paso las lluvias desde pasadas las 6 de la mañana y por más de tres horas. Caminamos hacia la playa de donde saldríamos, tristemente una tortuga lora estaba solitaria, muerta, encallada y con su bolsa de huevos vaciada. No se podía hacer "snorkeling" pues el agua estaba turbia igual, ¿qué más podría no pedir?

Pensaba despedirme de todo el plan de ese día, prometiéndome que regresaría en diciembre para el tiempo de las falsas orcas, sobretodo después de varias horas en alta mar, pero sucedió lo bello de la historia, una madre con su cría estaban nadando hacia el sur.

Hacían ambos inmersiones de pocos minutos precedidas de pequeñas encorvaciones de la cría "avisando" esa toma de oxígeno; siguió la historia pues nos fuimos cerca de la roca ballena y allí nadando y saltando, marcano el paso de su subgrupo (es decir de la madre y la cría) había un macho, maravilloso que no escatimó nadar velozmente y hacer todo tipo de acciones, hasta que llegó ese "salto" esperado, el cual lo hace a uno sentirse "mínimo de lo pequeño", esa forma de despedirse e irse a la profundidad.

octubre 13, 2009

Mercedes' bedroom

Ese es el título de un cuadro de Michael Eastman quien tiene más de treinta años de trabajo publicado en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, en el Instituto de Arte de Chicago, en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, entre otros lugares.

Me topé con este fotógrafo gracias kilmtbalan's lo cual me servió para finalmente hablar de la señora que nació el mismo año que mis padres y por lo cual se escribe este "post": Mercedes Sosa. Aunque quizá escribo porque Sergio me decía que por qué no escribía sobre ella en lugar de "melancoliquear con Benedetti"...

Tengo poco que decir, apuesto que más amor le tendrán otros míos que coreaban fuertemente entre ellos y luego a sus hijos Duérmete Negrito o Gracias a la vida. La única historia que me ató a esta mujer, más allá de sus canciones, fue la protesta que armamos -pues si digo que la armé, sonaría petulante hoy- dos viejas locas a las cuales se sumaron otras personas un 24 de julio, esto a mediados de la década del noventa, en plena avenida segunda (la principal) frente al teatro donde ella daba un concierto.

Eramos estudiantes universitarias pero luego eran otras personas más, algunos conocidos que por accidente se quedaron con los "protestantes". Hicimos carteles, aún conservo dos de estos con firmas de los que participaron y se quedaron sin temor a la fuerza pública que llegó allí.

Escribimos palabras como: "convéncenos de que lo que cantas es cierto", "cantas para América Latina pero solo para los ricos". Lo cierto es que algo pasó y funcionó haber gritado durante todo su concierto fuera del teatro pues después del cierre y durante la recepción salió al balcón. Para ese momento éramos muchos y ella nos habló. No recuerdo si guardamos silencio, si los que estaban allí realmente la conocían o compartían su música, pero coreaban lo que algunos sabían bien y todo esto nos llevó a que ese fin de semana en las instalaciones principales del ministerio de cultura diera la señora un concierto gratuito a "su gente".

La euforia, mezcla del triunfo no de la gratuidad -pues bien que mal a todo estudiante nos era prohibitivo pagar los precios de un concierto así- nos dio la oportunidad del abrazo, el beso y el paso de creerle un poquito más y no sentirse defraudado.

El concierto estuvo a reventar, más allá de lo que hubiésemos pensado. Ese día del concierto no llegué, no pude, como siempre algo pasó. Leí en los períodicos la felicidad de la canción y a mi me quedó la historia.

Descanse en paz señora.

octubre 09, 2009

Llueve

La semana ha sido larga, màs que eso pesada, llueve y eso està bien hoy.

Cuando la poesía

Cuando la poesía abre sus puertas

uno siente que el tiempo nos abraza

una verdad gratuita y novedosa
renueva nuestro manso alrededor

cuando la poesía abre sus puertas
todo cambia y cambiamos con el cambio

todos traemos desde nuestra infancia
uno o dos versos que son como un lema
y los guardamos en nuestra memoria
como una reserva que nos hace bien

cuando la poesía abre sus puertas
es como si cambiáramos de mundo.

Poema inédito de la obra en marcha de título provisional:
Biografía para encontrarme, Benedetti

© Editorial Visor

octubre 05, 2009

Guatemala, ¿qué nos pasa humanidad?

Hay asuntos, negocios, esquelas que se repiten y no basta con decir que el ser humano inevitablemente no parece aprender de lo vivido, esto no es suficiente para no mover las manos, el cuerpo y hacer algo.

Hace algunos meses atrás hablaba de los países que importan y los que no, de allí escribía sobre Honduras, que lleva la "Crónica de una muerte anunciada", ahora falta menos de un mes y estaremos en noviembre, época en la que se supone serán las elecciones en este país y con una condición política que se agrava, más que por esta misma, porque las personas son las enfrentadas y reprimidas, porque no hay vencedores en ningún bando, todos pierden algo.

Abro el periódico y evito los sucesos, pero estos se han colado por todo lugar, en los anuncios, en las caricaturas, en las crónicas y cuanto más crueles más catatónicos parecemos a veces.

Discutía con uno de los míos, sobre Samoa, estaban indignados en casa por esa "crónica anunciada" del terremoto de 7,9 que de seguro le seguía a un tsunami. ¿Cómo es posible que no se hiciera nada? ¿Qué pasó? Todo indica que nos sentamos a esperar y esa marejada gigante llegó y que aquel suceso del 2004 que llevó a todos a "llamar a revisar las alertas de tsunamis" sirvió quizá de poco, por no decir que de nada, pues algún detractor habrá.

Sigo el periódico, el resumen semanal y se parte otra vez el ánimo, por ese país de la vuelta de la esquina: Guatemala, hay hambruna allí, de la que se conoce generalizada en ciertos lugares del orbe, de la que parte porque las barrigas de los niños están hinchadas pero de lombrices, porque no es acerca de ponerte a dieta por el exceso de peso, sino porque pueden pasar días y no hay bocado en la mano, en el plato. Quien ha vivido alguna hambre lo sabe.

Se responsabiliza al clima. Que poco parece ser esa la justificación, aunque CLIMA y NATURALEZA la usemos con letras grandes o pequeñas dependiendo de los intereses y el uso.

La causa es más profunda, es estructural, tiene que ver con la iniquidad en todos los campos, el acceso si es que hay, está relacionado con la ausencia de políticas aunque sea de gobierno y no damas y caballeros no las hay, no importa lo que digamos o el dinero que se le meta.

La pobreza ya no es la llana y melancólica pobreza con un letrero y una "puerta grande con signos de salida", huele a añeja, a vieja, a muerta y a desolación por la violencia. Tomo unas palabras de Fran Sevilla que parecieran fotografiar a penas una esquina de lo que sucede:

"Las causas de esta hambruna en Guatemala son atribuidas a la sequía que padece toda Centroamérica. Pero esa es sólo la explicación conyuntural a un mal estructural. Es cierto que la sequía ha causado la pérdida de cultivos, sobre todo maíz y frijoles, que constituyen la dieta básica de la mayoría de la población guatemalteca. Pero el problema real lo representa una estructura socioeconómica que margina, que excluye a esa mayoría.

Más de la mitad de los guatemaltecos vive por debajo del umbral de la pobreza. Centenares de miles de ellos cultivan pequeñas parcelas de tierra junto a sus casas, cultivos de supervivencia con los que alimentar a toda la familia. La ausencia de lluvias ha provocado la pérdida de los cultivos. No hay nada que cosechar y, por lo tanto, no hay nada que llevarse a la boca. Y no hay Estado, no hay seguro de desempleo, no hay seguridad social, no hay más que hambre y desolación.

Guatemala es un país profundamente injusto en un continente profundamente injusto en un mundo profundamente injusto."

octubre 02, 2009

De fiestas, rituales y noticias en el buzón

Una chica escribía en un blog una historia de historias de la red. No de esas que hablan de gente que se encuentra y el mundo termina por calificar de relaciones de infidelidad. Como si fieles o infieles no hubiesen sido usados lo suficiente en la inquisición.

Las historias de las redes virtuales, redes sociales, corazones solos o despechados, gente en busca "algo", espacio dónde personas del universo físico se encuentran, son desde hace años motivos de estudio.

Unos dirán " yo no tengo amores virtuales" ... ¿o sí? No tengo relaciones destinadas al fracaso por la distancia virtual ¿o quizá? Yo en lo personal tengo de otras relaciones, ¿de qué tipo serán?

Tanta introducción, quizá por la perolata de viernes, pero todo va hacia esta chica que contaba la vida de una mujer, una de sesenta y tanto de años y yo que quizá tenga la mitad más mil, encontré tan fresco, mío y a flor de piel el sentimiento:

"Lunes, 21 de setiembre de 2009
Joaquín querido
Con taza de café aún sin terminar, vengo urgida a la PC, con el candor de una niña, con la excitación de una adolescente, con la placidez de una mujer bienquerida, a decirte que estoy tan feliz porque te hayas adueñado de mi sillón (...) por esa copa de vino que nos bebemos cuando vienes y por todos los rituales de amor que celebro contigo.

Y por la libertad que siento cuando hablo, cuando río, cuando bailamos, cuando cocino, cuando digo que No... o que Sí!
Estoy feliz por esa mujer que soy, eligiéndome cada día y por ese hombre que sos y del que me enamoro cada día.
Es 21 de setiembre (...) La primavera me lleva en andas, mientras pienso en mi cuerpo maduro, mi alma desperezada como una gata al sol, alimentándose del placer de vivir como si mañana no amaneciera y tampoco importara.

Y quiero decirte, sobre todo, que te amo con el amor que nos prometimos: un amor que siempre nos aclare la mirada y nos perfume las manos....
Sabina" De Miralunas (solamente fueron cambiados los nombres)

Hace una año regresaba de las Italias, de una fiesta; porque así debe hacerse, festejar, danzar, rituar cuando se pueda, festejar diciendo cuanto te quiero.

(Fotografía desde Cualquier Lugar del Mundo, blog)