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enero 21, 2010

Los pecados de Haití y tres fotografías de una cara

Alguien me dijo que aunque duro, parecía que países como Haití para contar con una ayuda "real"  tenían que vivir situaciones como el terremoto de hace una semana (ayer hubo otro movimiento de 6.1)  Cuando esto sucede me cuestiono profundamente el título de"cooperación para el desarrollo" , ¿cuál desarrollo? si lo que hacen los países  cooperantes se acerca más al asistencialismo y las visitas en masa de los turistas a"ciertos eventos" que a otras cosas.
Espacio curvo en uno de sus artículos el cual se puede localizar en http://espacio-curvo.blogspot.com/2010/01/sos-sociedad.html  comentaba el planteamiento del sociólogo Manuel Castells, la idea principal:  "Se han roto en cierto modo, los lazos comunitarios de las sociedades"
Eduardo Galeano en un artículo de 1996 que aparece en "Patria Grande"  y el cual leí recientemente en la página facebook de Giconda Belli,  desarrolló un  resumen sobre Haití. Después de pensarlo y leer las noticias de otros, los espacios con títulos como "Las 7 claves para solucionar el problema de Haití", o las historias de los rescatistas, no dudé. Aquí les anoto parte de escrito y la dirección para que lo degustéis completo:

Los pecados de Haití

"La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto 
Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.(...)

La coartada demográfica
A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:
-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.
Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania:
tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado... de artistas.(...)


La tradición racista
Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización". (...)
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
 (...)Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas". Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras". 

La humillación imperdonable
En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía. 

El delito de la dignidad
Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. (..)Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad. 

Tomado de Brecha 556, Montevideo, 26 de julio de 1996.

Eduardo Galeano, Patria Grande 
http://patriagrande.net/uruguay/eduardo.galeano/escritos/los.pecados.de.haiti.htm  

La fotografía primera corresponde al lado Caribeño de Haití donde llega solamente el turismo.
La fotografía segunda corresponde a la National Geographic en la que señala que 1 de cada 5 personas en Haití sufren de desnutricíón severa y crònica.
La última fotografía es del centro del capital y corresponde a un artículo de blog

1 comentario:

Marcelo dijo...

Impresionante! Me lo leí de un tirón sin parar, lo cual en el mundo blog es un elogio insuperable. Me pregunto si las naciones no habrán dejado de ser cooperativas porque sus ciudadanos dejaron de serlo entre sí.
Un abrazo y gracias por la abundante información.