buscador y encontrador

abril 02, 2010

un país llamado Nicaragua

I saved the world today, Eurythmics 
Monday finds you like a bomb 
That's been left there ticking there too long
You're bleeding
Some days there's nothing left to learn
From the point of no return
You're leaving (...)
Everybody’s happy now
The bad things gone away
And everybody’s happy now
The good thing’s here to stay
Please let it stay
There’s a million mouths to feed
And I’ve got everything i need
I’m breathing
And there’s a hurting thing inside
But I’ve got everything to hide

Erase una vez un dictador de apellido Somoza derrocado por un "grupo pequeño"  llamado Sandinistas, quienes a su vez  fueron combatidos por la Contrarrevolución.

Nicaragua, país vivo, caliente, sudoroso, que se tira a las calles para conseguirse la vida,  al que se le ha ido la mitad de la historia en enfrentamientos armados, los unos contra los otros y en algunos casos siempre los mismos.

Las guerras son eso, heridos, lesionados, perdidos, fragmentados, inacabados, escondidos en mundos propios, pedazos de tiempos que acompañan siempre, sombras, elucuraciones, reconstrucciones, vivir si se puede y a partir de.

Un hombre de 62 años hoy, 32  antes fue "quemado vivo" por ese grupo de "erase una vez". Atado a un árbol, los pies incendiados, obligado a "declarar" lo indecible, no había nada que mencionar. Acosado por los armados, estaba de paso, buscando regreso "a casa" en medio del trópico enmarañado, fue tomado al no saber contestar en castellano y solo decir lo posible en esa lengua que se encuentra en el Caribe del país.  ¿Quién le ayudó? Un isleño desconocido.

Su madre fue a recogerle luego.

"El loquillo" del puerto, el que corría diciendo su nombre y apellidos (el de toda su familia), el que "jugaba" con pedazos de palos secos simulando armas, el que espanta y revive los días bajo los efectos del alcohol;  el que las medicinas no le ayudaron a encontrar  salida (el olvido), el que aún grita como niño pequeño "mamá"; no es testigo, ni recuerdo, ni hecho, ni número, es persona, es pedazo, es parte, es más que un cuento, es el responsable de esta maltrecha reconstrucción.

Yo aquí en mi templado clima lo recuerdo, yo quien no tiene memoria de armas escribo. El en su intenso calor me olvidará en un par de días, es más nunca me reconocerá otra vez, solo a los suyos. Ojalá sin fondo para él, ojalá deseo para él, ojala encuentro, ojalá algún día tenga su pedazo de olvido.

2 comentarios:

Marcelo dijo...

La etiqueta que le pusiste "desde adentro" lo dice todo
Un abrazo

alex dijo...

Hola H. es un gusto siempre ver como las tecnologías nos permiten publicar nuestros pensamientos y hacerlas parte del mundo.

Te felicito y sigue actualizando un sitio que promete seguir dandonos nuevas formas de pensamiento.