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noviembre 20, 2018

La Esperanza

Hace tiempo leí que los insectos comprenden el grupo más diverso y extenso de animales en esta tierra, se conocen cerca de un millón de especies y tal parece que se desconocen o no se han descrito unos treinta millones. Es tal la cantidad que se calcula que por cada persona hay aproximadamente 200 millones de ellos.

A veces pienso, que ese estado optimista llamado esperanza, basado casi en un acto de fe en el que se cree que aquello que uno desea o se piensa sustentado en alguna lógica de que puede ser posible, es como un insecto y por ende hay posibles millones por cada persona.

Yo tengo esperanzas de todo tamaño, todos los días, varían en cantidad tanto como en frecuencia. Unas son lo más pedestres, otras tienes las formas y tamaños de asombro. Hay esperanzas como avispitas negras,escarabajos de mayo, abejas e incluso hormigas, hay otras no menos importantes parecidas a las cucarachas, pulgas y piojos. Todas son parte de este mundo diario en donde la expectativa es baja y la mortalidad es alta, tanto para unos como otros. 

Me parece que tengo esperanzas que tienen esa capacidad de mirar el espectro ultaviolecta (las menos), otras otras que son completamente miopes, montones se disparan solas con la luz o florecerán con el olfato. Bastantes huyen al primer movimiento de peligro en el aire y unas cuantas se aferran a su sitio, son desafiantes y confrontativas, abriendo las alas, enseñando la cara, alertando los sentidos. 

Dejémonos de dulzuras, mueren por montones  y deben luchar para sobrevivir en su mayoría desprotegidas. Pero ¿qué sería de cada uno sin ellas? Todos las tenemos, sino fuera así, me atrevo a pensar que no tendríamos combustible para ese acto de posibilidad celestial o científica que nos impulsa a querer, a esperar que una amiga extraviada en el camino, nuevamente levante su teléfono; o que una persona mayor en la calle encuentre afecto y abrigo, o no volver a disgustarse una por la misma pregunta que lleva a ningún sitio o a todos; o quizá que llegue la lotería con un número que se soñó, o que las dietas milagrosas existan y surtan efectos en los ojos, bien que la basura oceánica sea un cuento, o finalmente que el dolor no nos embargue de manera arrasadora cuando los amados fallecen, o quizá pensar que hoy seremos más generosos entre nosotros mismos y sobretodo con los otros seres que no entendemos.

Suena un poco naive, pero despertarse cada día, sea para mover dos pies o para lanzarse como resorte de la cama; saber que al otro lado del océano tienes familia que aún te piensa; el luchar por un hoy donde decidamos todos hacer un pacto de hermandad y dejar de perseguirnos, de empuñar cuchillos, de dar forma a los daños, de escupir fuego y soñar soberbia, de cagarnos en la vida los otros, de arrancarle la piel a un ser vivo, de hacer montañas de desechos. Bañarnos, vestirnos y salir a este mundo que te roza con una contra gruesa, oscura y cruel, eso es un acto de esperanza aunque, al llegar la noche esté fallecida o descompuesta. Al final cada una de ellas nos permiten vivir, de alguna forma extraña, nos permiten continuar, nos da el aire para volver a empezar, para creer en cualquier cosa, incluso en la humanidad.

En definitiva, estamos llenos de millones de insectos y quienes no, ya no están aquí. 

agosto 10, 2015

Cuentos inconclusos

Me tiembla la nalga izquierda, un calambre que ha durado ya cuatro horas, no duele, más parece un tic que no permite concentración alguna, es como si insistentemente quisiera decir estoy aquí. Me salta el pecho y la barriga, "hay algo en el ambiente", lo juro. Está cansado este radio, no deja de pitoretear el problema fiscal que lleva 30 años ya. Los pulmones "halan" más aire, no se llena el pecho, el cuerpo hoy está independiente cada parte, ansioso, en incertidumbre y nadie sabe qué lo provoca. Siento una presión en la cabeza, está denso el ambiente, demasiada lluvia esperando caer. Doble luz: la lámpara y  la ventana, el teléfono y el ordenador. Dos sorbos más de agua, llevo 500 mililitros, ¿a qué hora me darán ganar de "mear? ¿Sería la llamada para una oportunidad? ¿sería la llamada para unos datos extraños? (no diría fraude, pero no me encaja lo que escucho por la línea), ¿será la ansiedad de los olores? Llevo zapatos rojos, altos, brillantes, bien hechos.

Estoy vieja, voy a salir a caminar; a ver si se recompone el cuerpo o lo que no es igual: para entender a la loca que llevo por dentro y que intenta desatarse a punta de sierra, pócimas y armónicos del ambiente. Si bien no la culpo, es lunes y esta  gente no está preparada para lo que viene.



agosto 20, 2014

Manuales de sobrevivencia (II) cuando se queria

"Celeste quedó la esperanza mía, azul de cielo escurrido por tormentas, diecisiete de sus lunas sin cuatro de sus días fueron suficientes para dejarte escapar (...) la noche se hizo más extensa que el día y la tormenta se posó en la mar." (Las muertes)

EJERCICIO I

EJERCICIO II


EJERCICIO III





EJERCICIO IV



Imágenes todas del archivo personal

septiembre 17, 2011

Jaime Sabines, Soy mi cuerpo

Fotografía del archivo personal
Un regalo recibido hoy. Soy profundamente ignorante y no conocía este de Sabines, no conozco tanto... en fin, no quiere decir que por lo triste, no sea bello, es bellísimo. Ahora tendré que pedir uno para el despertar.


"Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. 
Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen.
Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían.
Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío. 
Échenme encima todo lo que tenga calor, las sábanas, las mantas, algunos papeles y recuerdos, y cierren todas las puertas para que no se vaya mi soledad.
Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y si hablo dormido no me hagan caso, si digo algún nombre, si me quejo. Quiero que hagan de cuenta que estoy enterrado, y que ustedes no pueden hacer nada hasta el día de la resurrección.
Ahora quiero dormir un año, nada más dormir"

junio 06, 2009

La locura y el rayo de sol

Hace casi una semana, compartí con algunos de los míos, un correo con varios y escuetos detalles de Mauricio Funes, actual presidente de El Salvador. El contenido estaba relacionado con ese estado de locura invasora y de inseguridad creciente en esta zona del mundo... El presidente del país más violento de América Latina envió a su hijo a Francia para alejarlo del peligro de la violencia, darle otra oportunidad de vida; sin embargo, este murió de esa forma (violentado) en manos de otros.

A partir del correo, "uno de los míos", una mujer, una amiga (si ella así me permite llamarla), persona con quien me encontré por cosas de mi trabajo hace años atrás, en aquellos días cuando yo estaba ligada al patrimonio de la zona, o a la ciencia y he de confesar que con muy pocas herramientas... En fin, ella a quien le tengo un afecto que solo se profundiza con esa forma de sentir y transmitir a través de la distancia, me escribió.

Le pregunté si podía publicarlo (al menos fragmentos), no me contestó, pero es tal el mar intenso de ideas, de esta periodista, también luchadora de tantas causas que quiere otras formas de vida, que me permito compartirlo aquí, con ustedes, pues también forman parte de algunos de los "míos". Un abrazo.

"A mi me da la sensación de que esto es algo así como un tigre, un bebé, un peluche, dos botellas de cerveza y una radio a todo volumen, metidos todos juntos en una lavadora a 1000 revoluciones. El mundo actual me refiero. Una locura.

¿Recuerdas aquella iniciativa que te conté que tuve para escribir noticias positivas entre los contactos de mail?. Bueno fracasó estrepitosamente. Fracasó absolutamente. Y si lo piensas en serio, es terrible. ¿Cómo puede ser ?!. Pues es.

Lo peor es que sobre estos cimientos que estamos construyendo, debemos educar y enriquecer a nuestros hijos, a los peques que vienen, y la cosa pinta dura. No digo que no haya proyectos, personas e ideas totalmente válidas y son habitualmente, las que se toman como ejemplo o en muchos casos resulta difícil acceder a ellas/os. Aún así, cuando se lee algo que emociona y da un poco de esperanza hay que gritarla a los cuatro vientos para que llegue muy lejos y contagie a alguien, quien sea, en alguna parte.

Esta mañana leía en el periódico acerca de un Centro de Alto Rendimiento, para el desarrollo de menores con altas cualidades, se distingue especialmente porque utilizan métodos de razonamiento un tanto diferentes a los occidentales, haciendo que los niños aprendan a preguntarse. Decía la entrevistada -"Trabajamos el pensamiento crítico y el proceso de investigación. Contamos con niños que destacan por su inteligencia y también por su creatividad, motivación o producción; no podemos hablar sólo de inteligencia, sino de inteligencias. Me sorprende que el colectivo científico, cuando plantea un recurso educativo exija un cociente intelectual determinado. Aquí se quiere realizar un curso educativo sin esas trabajas; el Coeficiente Intelectual es lo de menos, todo el mundo tiene altas capacidades en algún campo determinado, sólo que hay que trabajarlas"- ... Y seguía la entrevista en esos términos.

Y el caso es que palabras como estas nos hacen pensar que sí, que se puede hacer muchas cosas bien y que si la educación estuviera más enfocada al desarrollo de la Inteligencia Emocional, de las capacidades personales de cada uno/a tienen/tenemos, y no tanto a alcanzar objetivos académicos, la educación serviría para que tantas veces la violencia careciera de sentido porque no serviría para llenar ningún vacío personal que es lo que básicamente ocurre cuando una persona agrede a otra y la maltrata física o psicológicamente. La educación bien aplicada puede desplazar la violencia y la intransigencia, pero para ello es también necesario que quien educa esté debidamente preparado; enfocado en esa dirección.

Bueno, no es fácil en todo caso. Y a veces no sabes dónde meterte para huir de tantas injusticias. grrrrr...

Pero antes de terminar, un pensamiento positivo al menos:

Aquí ha llegado el sol, por fin. Las rosas están preciosas en mi terraza. Llegan también las vacaciones y con ellas los paseos por el monte. Y además de mis sobrinos preciosos, tengo ahora un ahijado chiquitín y risueño...."