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agosto 10, 2023

N.4 Cero o lo que no es igual, a través de un camino de cucumayos

Uno más uno 2, dos más uno 3, tres más dos 5, cinco más tres 8, ocho más cinco 13, trece más ocho 21. 1+1 dos, 2+1 tres, 3+2 cinco, 5+3 ocho, 8+5 trece, 13+8, 21. Uno más uno dos…, mano en el bolsillo izquierdo, contar, simultáneo pellizcar el pulgar derecho contra la yema o la uña del índice, llegar a 21 que puede ser dividido entre 7, su cumpleaños, 21 es uno y dos a la inversa, 1 es el inicio.

Llegar a 21, sacaba al azar un cuadrito de fruta de la bolsa, banca izquierda, mirada hacia la derecha, el autobús pasa cada 23 minutos y de vez en cuando se atrasa lo suficiente para llegar a los 34, es allí que se pone de pie, listo para entrar en la rodante lata de sardinas, con olor a pollo frito, bananos frescos, cuerpos trabajados, culos apostados contra el plástico de los asientos a través de un camino de pepinos, acompañado de la única ventana permanentemente abierta.

diciembre 10, 2018

Esperanza

“Existe gente que sueña y se queda quieta, y
 gente que sueña y hace realidad lo que sueña, o lo intenta. 
Eso es todo... Luego, la vida hace girar su ruleta rusa. 
Nadie es responsable de nada.”
 Arturo Pérez-Reverte
 
Cuando era pequeña habían unos sitios pequeños llamados pulperías y no son como las de ahora, todo era menudeo de verdad, desde una goma amarilla de mascar procedente del recipiente de vidrio gigante, hasta el pan cuya medida pasaba por media mano o una mano entera (10 bonetes pegados) envuelto en un pedazo de papel, que de paso eran un majar con mantequilla y mermelada.
 
Esos lugarcitos se fueron modernizando y los recipientes de dulces cambiaron a cuadrados estantes verticales de madera con vidrio dónde se colocaban cual caleidoscopio inimaginable todos los dulces y de vez en cuando alguna cucarachilla. Eso dio paso a los teléfonos para quienes no tenían en su casa, bien se recibían mensajes y los dulces en forma de sorpresas con un polvillo dulcete, o marcianos y bien caramelos empacados, o leche en caja. Allí habían sacos de productos dónde comprabas 1/4, 1/2, o kilo completo e incluso según quien vendiera le preguntaban cuanto dinero tenías y eso te daban. Las pulperías comenzaron y continuaron a llenarse de objetos "chiquititos" como los ticos, paquetes de "shampoo", fritos vacíos con calcomanías, sopas para dos personas, minibarras de mantequilla, leches de medio litro, como claras representantes del vaivén de la economía, del cambio de la sociedad, el poder del menudeo, de hacer el menú día a día porque no alcanza para más, del grupo social al que pertenecías.
 
Dentro de mi limitada comprensión infantil no notaba que ese centro de operaciones y social no solo era el sitio obligatorio cuando algo hacía falta en la casa, sino también la máxima demostración democrática de que para todos había posibilidad. Usted no tiene para comprar un bote de shampoo, bueno un sobre de champú sedoso podrá; no puede el paquete de dos kilos de arroz, bien medio kilo puede llevar. En resumen, había para todos, desde las noticias de quien se enteraba de todo, hasta los primeros acercamientos a los cigarrillos, alguna fruta o verdura, servicio de fiado lo que se llama ahora crédito, y con suerte una banca donde sentarse, estas últimas desaparecieron por falta de espacio.
 
Hoy, cada 100 metros en algunos lugares, (nosotros los ticos usamos los metros con una inexactitud encantadora), aparece un micropuesto, ya no de abarrotes, sino de lotería, allí hay esperanza que si bien no saldrás de pobre, al invertir una módica suma te pagarán entre 80 a 90 veces lo que colocaste, y podría darte un respiro el día más asfixiante. La cosa no acaba ahí, la suerte se la echan varias veces al día, sino le basta, además de la irregular o "legal" nacional, también te ofrecerán la opción de lotería internacional de cualquier país vecino. Asumo que todos tendremos suposiciones unas más científicas que otras de las motivaciones, tendencias, y razones que mueven pequeñas hordas a dejar recursos ante una ventana que le promete un premio. Un golpe de suerte, una "platica" para resolver un problema inmediato, sin siquiera saber si es confiable el lugar, o que importa si tiene o no patente, no hay certeza cómo funciona el gane, casi un acto de fe loterística, de lectura de cábalas al cabecear en el autobús por sueño, o encontrar un número escrito en una nube. Lo que vale es el acto de ignorar la probabilidad y eliminar una ansiedad , creyendo que hoy mi suerte; que suele ser oscura, cambiará. En estas "nuevas" pulperías la democracia y  la esperanza tiene un monto, el que usted pueda pagar.

mayo 17, 2018

Alguna vez fue así - Bendetti

No crean que ando de nostalgias, es que estoy borrando el buzón de borradores del blog (todo con B)

Otro post viejito este fue del día mismo en que murió Benedetti. No sé como lo dejé pasar, eso fue un 17 de mayo del 2009 aunque para mí sería como un agosto. No hay más que decir, La tregua, ese libro escrito como diario. 

"Domingo 16 de junio

No me besó. Yo tampoco tomé la iniciativa. Su rostro estaba tenso, endurecido. De pronto, sin previo aviso, pareció que se añejaban todos sus resortes, como si hubiera renunciado a una máscara insoportable, y así como estaba, mirando hacia arriba, con la nuca apoyada en la puerta, empezó a llorar. Y no era el famoso llanto de felicidad. Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero, cuando además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad. Así era el llanto de ella. En este rubro no me engaña nadie. 

«¿Ya pasó todo?», pregunté. «Sí, pasó todo». Era mentira, pero ambos comprendimos que hacía bien en mentir."

abril 20, 2018

Haruki Murakami (este fue un post olvidado del 2010)

Hace días terminé el libro... es profundo y sencillo, es cotidiano y vivo, tiene una tristeza atada y un sinsentido guiado.

I once had a girl, or should I say, she once had me...
She showed me her room, isn't it good Norwegian wood?

She asked me to stay and she told me to sit anywhere,
So I looked around and I noticed there wasn't a chair.

I sat on a rug, biding my time, drinking her wine,
We talked until two and then she said: "It's time for bed"

She told me she worked in the morning and started to laugh.
I told her I didn't, and crawled off to sleep in the bath

And when I awoke, I was alone, this bird had flown
So I lit a fire, isn't it good Norwegian wood.




enero 10, 2018

Susan Sontag y "varianzas" de por qué escribo

"Escribir consiente , a fin de cuentas, en una serie de licencias que uno se da a sí mismo para ser expresivo en ciertas formas. Para inventar. Para saltar. Para volar. Para caer." Susan Sontag

Ella (Sontag) expresa algo que que no sabía resumir. ¿Por qué escribo? ¿De quién escribo? ¿Por qué aun no abandono un espacio que uso tan poco? ¿Qué esperar?

Desde que tengo memoria, me contaron historias (y yo las imaginaba), estaba jugando por ahí (y me iba a buscar los mapas hechos rompecabezas para saber más, para buscar pistas), leía como si se acabara el mundo, como si fuera a devorar esas gominolas de azúcar industrial que, me gustan. Me atreví con el blog (espacios que digamos se leen cada vez menos -pues hay que buscarlos-, ellos no nos buscan como otras redes sociales  o te sugieren con sus famosas "cookies" la "tendencia"). Al punto, inicié esto porque quiero decir/contar (como todos nosotros- verdad de perogrullo-), fue hacer público temas personales, no de análisis político o internacional, no de derechos humanos, no de trabajo; solo aquello que podría mover o conmover, cosas que me encuentro por ahí, tonadas que se pegan en la piel o en la cabeza como discos de acetato rayados y cuya aguja no pasa más allá.

Escribir para mí, es ese ejercicio de organizar ideas, cuando se es caótico o disperso como yo, es ver personas por la calle y preguntarse la historia de la historia que les llevó donde están; a veces será hiperbolizar, imaginar un hilo completo, producto de una mano sobre otra, de una escupa en la acera, de la basura que no sabemos recoger, de los deseos que se escuchan en la hora del almuerzo o de esos encuentros de amistades cada vez más exiguos, quizá de la conversación telefónica que una es depositaria, al hacer uso del transporte público.

En mi caso y seguramente de millones de personas, no es pretender un reconocimiento tipo Pulitzer, o un premio por los 700 versos escritos en tiempos verbales ya pasados de moda. Ni siquiera espero que alguno de mis lectores lean mensajes ocultos de situaciones de vida que me suceden. No es acerca de mí y sí. Ni si tengo un "roomie cachondo" o una cocinera estupenda a la mano, si fui a la playa, si tomé un vuelo de huida a un nuevo sitio y me tomé la foto con los azules más espectaculares. Es acerca de como vemos el mundo, como veo el que ve o el que nos ve. Como interactuamos. Es el espacio para saltar y caer. A poco cada uno de nosotros no ha pensado en graficar algo y solamente no se ha atrevido a hacerlo.

Gracias por acompañarme en este 2018, espero tener historias de manera más frecuente. Enredarme menos y tirar líneas.

Abrazos,

octubre 31, 2017

Muerte en el olvido - Ángel González

Se me fue el mes sin publicar, con algunas cosas en el horno pero bueno hoy ha sido un hermoso día, hemos crecido un poco más. Gracias

Les dejo con un fragmento que puede ser interpretado de varias formas, en lo personal es acerca de nuestro imaginario del otro, lo cual es una forma hermosa de vernos.

"Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso..."

diciembre 30, 2013

Reflexión sobre la mentira o lo que es igual a Otra vida en la maleta


"El suyo era de esos casos en que los prejuicios, la inteligencia o el cinismo de los enfermos engaña al terapeuta." Otra vida en la maleta, Gregorio Casamayor y A. G. Porta 

No soy crítica literaria, ni escritora. Soy una lectora cualquiera de este mundo de 7 billones de personas; como tal, tengo un criterio formado de lo leído, sugerido, regalado, comprado, "robado" y encontrado. Es así como escribo y no espero en ningún momento con estas líneas, ponerme al nivel de los críticos que han dicho antes algo acerca de Casamayor y Porta o bien con este post, no esperaría que vayan corriendo a buscar la novela (sugeriría que sí), en el sitio más cercano. Sin embargo puedo afirmar que, la manera en que fue escrita "Otra vida en la maleta", atrapa, consume y vive. 

Las primeras 100 páginas me las leí de un tirón, sin sentido de tiempo y espacio y el prólogo de los editores, fue ese inicio justo que se requería para comprender como un sujeto, en este caso dos y a cuatro manos, iban a contar una historia acerca de una, dos, tres o más personas. Las siguientes, fue armar el rompecabezas.

El libro es una reflexión acerca de la mentira, en donde el silencio está más atado a la cobardía quizá, al orgullo, al cinismo o el no saber como asumir una responsabilidad que corresponde. Lo cierto es que todo en la vida tiene consecuencias y jamás imaginamos, por mucho que le echemos cabeza, por dónde saltará la liebre y quedará la bancarrota. 

Hace un año y medio, leí "La vida y las muertes de Ethel Jurado, la cuál me dolió, sentí ese cariño por Ethel, esas ganas de tenderle la mano; en esta, quizá lo mismo por África, o las ganas inmensas de partirle la cara a Natalia, por ese desprecio, o esa insana inteligencia, por esa soledad y esa estupidez.

Toparse con "Otra vida en la maleta", es tal vez la ficción de otras vidas, quizá la nuestra... Léalo. 

"... en cambio, sí la oí repetir que le hubiera gustado ser pez elefante porque este animal tiene la clase de talento necesario para reconocer su entorno y de la misma manera que calcula los volúmenes de los objetos que lo rodean y sabe reconocer de qué están hecho, identifica a otros seres y determina de cuáles puede fiarse y de cuáles no. Así, ella podría haber intuido que materia era la que sustentaba las historias..."

Ah y para quienes se preguntan si existe el señor pez, ciertamente es de África Occidental. Gracias Gregorio, por semejante detalle, de enviar hasta estos trópicos ese estupendo libro y por hacerme llegar a esta chica.

Bueno gente, un delicioso 2014, que viajen con maleta ligera.

enero 01, 2013

Camino


“Rabbit's clever," said Pooh thoughtfully.
"Yes," said Piglet, "Rabbit's clever."
"And he has Brain."
"Yes," said Piglet, "Rabbit has Brain."
There was a long silence.
"I suppose," said Pooh, "that that's why he never understands anything.”
Benajmín Hoff, The Tao of Pooh


Poco más de diez años atrás, me regalaron un libro ya reciclado, este texto busca introducir a los "creyentes occidentales" en el sistema del Taoísmo, como filosofía (no como religión tal se conoce más ahora), usando personajes ficticios para ampliar el conocimiento más allá del yin-yang, se llama The Tao of Pooh. Hoy me lo trajo a colación un vivo de esos tiempos y me apeteció saludarles en este estrenado año occidental. 


El Tao, ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir es morir y simplemente entrar o salir de un camino. Es buscar la armonía. Es la brevedad, la creencia en que tanto el objetivo como el camino de la vida son esencialmente el mismo y que el Tao (camino) solo puede ser conocido por quienes los practican por elección, no existe la ayuda del "más allá." 

Quizá lo que trato de decir es que deseo para vos, quien lee esto o está en esos espacios donde no nos tocamos, un poco menos de hemisferio derecho y algo más de izquierdo (o viceversa) y. por qué no "believe in the power within us".  Besos 
“We don't need to shift our responsibilities onto the shoulders of some deified Spiritual Superman, or sit around and wait for Fate to come knocking at the door. We simply need to believe in the power that's within us, and use it. When we do that, and stop imitating others and competing against them, things begin to work for us.” 
Benajmín Hoff, The Tao of Pooh

julio 30, 2012

Malinche de Edward Rosset


"La soledad, el sentimiento y conocimiento de que uno está solo, excluido del mundo, no es una característica exclusivamente mexicana. Todos los hombres, en algún momento de sus vidas, se sienten solos. Y lo están. Vivir es separarse de lo que fuimos para acercarnos a lo que seremos en el futuro. La soledad es el hecho más profundo de la condición humana." - En 'El Laberinto de la Soledad'.


Una de las bases de mi formación ha sido la historia. En la adolescencia, un profesor me enseñó esta a través de la mitología, impulsándome a conocer un poco más de todo hasta quedar atrapada. Historia antigua es una de mis favoritas y allí los pueblos del mar. De la edad media, aunque suene morboso, la Santa Inquisición, además de vida cotidiana y redes sociales, que es algo a lo cual se ha dado valor de manera reciente. La introducción quizá es para excusar mi crítica.

En mi año de lectura de "grandes libros" por tamaño, recién finalizo Malinche. Este fue un regalo de cumpleaños (de años pasados) dado con mucho amor. Al principio yo pensé que me topaba con el libro de Laura Esquivel, más este es de un autor español llamado Edward Rosset (padre inglés de allí el apellido.)

Aquí viene el pero: lamento decir que tenía tanto tiempo de no leer algo cuyas páginas me dejaran la sensación de pudo ser. Quizá porque estoy marcada por libros de historia del calibre de la Conquista de México de Hugh Thomas, o Salvador de Madriaga. Lo relacionado con lo cultural y demográfico en libros como el Costo de la Conquista de Linda Newson, o las Crónicas de las indias. Bien por novelas como Tenochtitlán de José León Sánchez o por la forma en que escribe Latinoamérica sobre el asunto. 

Menciona los acontecimiento claves: desde el embarque de Hernán Cortés desde España y luego desde el Caribe hacia su destino, el cual lo convertiría en el más grande conquistador de todos; hasta la forma de ver el mundo por Bartolomé de las Casas; pasando por Malinche, la mujer que fue esclava, intérprete, secretaria, prostituta, amante y madre del primer mexicano. Por momentos usa un lenguaje tipo Jane Austin y otros tan europeizado (sí ya sé que es una novela ambientada en "ese" momento) que si bien podría tener "buenos monólogos internos", a mi juicio tiene esa carga de "moderna" con estereotipos "postmodernos" arrastrados.

Sin embargo y como no estoy hablando de manera positiva de algo y reconozco que hay otras visiones, quizá algunos de ustedes sean lectores de este señor, les anoto después de tanto buscar, un enlace con una crítica "que te cagas" por poco y lo llama libro de culto.http://www.hislibris.com/malinche-edward-rosset/ . Quizá sea cierto, mas en mi biblioteca de hoy, no. ¿Puede ser mañana? 

Lo cierto es que, quizá todos en algún momento hemos hecho o hemos pensado como Cortés: quemar las naves como una medida desesperada para no regresar atrás.

A propósito de todo y saltando de tema e inspirada por lo anotado aquí, les invito a leer a Octavio Paz con un análisis fantástico y atemporal de 1950 llamado "El Laberinto de la Soledad", en donde expone como la sociedad mexicana tiene una visión trágica que ha mantenido a través de las generaciones, viniendo de ese inconsciente colectivo de la malinche y la violación: sus hijos (los mexicanos). Quienes hayan vivido en México, quienes son mexicanos o quienes quieren adentrarse un poco en este tema, deben darle su debida lectura. Allí aparece un capítulo llamado "Los hijos de la Malinche."

Na, gracias por el libro, sabes lo que significa...

julio 07, 2012

El maravilloso mago de Oz

El maravilloso mago de Oz, fue el primer libro cuya historia y  personajes eran de sitios comunes estadounidenses en un país cuya literatura infantil solo tenía cuentos europeos...

Hoy es el día de "Dorothy",  quien se pondrá sus zapatillas, se irá con sus viejos y nuevos amigos de la tierra de Oz y celebrará lo que lleva dentro: que pronto por arte de magia, volverá a su hogar. Créanme para eso se necesita  cerebro, corazón y fortaleza. Para todos nosotros parte del capítulo 1. Léanlo.

"Cuando Dorothy salía a la puerta y miraba alrededor no veía otra cosa que la inmensa pradera gris. No había un solo árbol o casa que alterase la ancha llanura que se extendía hasta el borde del cielo en cualquier dirección. El sol había calcinado la tierra arada, que era ahora una masa gris surcada por pequeñas grietas. Ni siquiera la hierba era verde, pues el sol había quemado las puntas de las largas briznas hasta dejarlas del mismo color que todo lo demás. En otra época la casa había estado pintada, pero el sol y la lluvia se habían llevado esa pintura y ahora era tan deslucida y gris como el resto de la llanura.

Cuando tía Em fue a vivir a ese sitio era una mujer joven y bonita. A ella también la habían cambiado el viento y el sol. Le habían arrebatado el brillo de los ojos, que ahora eran de un gris apagado; le habían arrebatado el color de las mejillas y los labios, que también eran grises. Ahora era una mujer delgada que no sonreía nunca. Cuando Dorothy, que era huérfana, fue a vivir con ellos, tía Em se sobresaltaba tanto cada vez que llegaba a sus oídos la risa alegre de la niña que lanzaba un grito y se llevaba una mano al corazón; y todavía se maravillaba de que la niña encontrase cosas de que reírse.

Tío Henry no se reía nunca. Trabajaba duro de sol a sol y no conocía la alegría. Él también era gris, desde la larga barba hasta las toscas botas; tenía expresión severa y solemne y casi nunca hablaba.
Quien hacía reír a Dorothy y la salvaba de volverse tan gris como todos los que la rodeaban era Totó. Totó no era gris; era un perrito negro, de pelo largo y sedoso y pequeños ojos negros que centelleaban con alegría a ambos lados de la divertida y diminuta nariz. Totó jugaba todo el tiempo, y Dorothy jugaba con él y lo quería con pasión."   




junio 30, 2012

La vida y las muertes de Ethel Jurado

No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón 
sea una al dolor del pensamiento. Emilo Castelar 


Quienes me conocen, saben que desde niña me encantan los caleidoscopios y luego los fractales. Ni uno ni otros los termino de entender y tampoco dejan de fascinarme. Quizá estos como otros ciertos temas han permeado tanto en esta sujeto, pues algunas veces me han achacado pensamiento fractal no lineal. En fin, debo comentar que al abrir otro de los 101 libros que no he leído y los cuales tampoco quiero seguir transportando de un sitio a otro sin leer, me sorprendí gratamente.

Es interesante como hay ciertos gatillos, ganchos o estímulos. A mí me lo causó ver que los capítulos de un libro estaban divididos en fractales y lo que eso significa desde el pensamiento físico y matemático. 

No puedo decir que "La vida y las muertes de Ethel Jurado", es una "novela feliz" sino una honesta y liberadora al menos para Ethel, quien finalmente se vuelve más libre que sus propios amigos y familia. Es un texto que produce inquietud en medio de una lectura fluida, tal como respirar, a pesar de que en este caso cuesta. Es iniciar conociendo casi en las primeras páginas el final de la mano de este narrador- escribano (Greogrio Casamayor)

Finalmente, de todo lo que más me sorprende es como desde una sensibilidad sin carga de "artilurgios y cursilerías",  se desgrana una historia dura; diría que cotidiana en algunas familias, quien todos podriamos decir hemos conocido desde una distancia o una cercanía. 

Hoy tengo ganas de un abrazo,

junio 20, 2012

Katherine Neville y su Ocho



¿Qué es el futuro? ¿Qué es el pasado? ¿Qué somos? 

¿Cuál es el fluido mágico que nos rodea y oculta las cosas que más necesitamos saber? 
Napoleón Bonaparte

Me da algo de vergüenza confesar que, aunque amo la literatura tengo limitaciones en estos afectos. No tolero los libros que llevan páginas y páginas de diálogo, o los que parecen pedazos de queso de 1 kilo o como un ladrillo de 600 páginas de papel de baja calidad, quizá por la extensión algo soporífera o el material en que fueron hechos, me costó leer de un tirón "El Quijote" en sus 2 volúmenes, o la Biblia, o la guía telefónica. Debo confesar que desconozco la razón (y no me interesa), lo que produce en mi recibir un libro de 500 páginas y bajo el título de "best seller" es pereza indiscutible y desconfianza instantánea. Sí tengo mis estereotipos eh.

Todo para decir que llevaba casi un año de no leer textos bajo esa clasificación. Sin embargo en los últimos 8 días al menos de un promedio de 90 páginas diarias, me he "devorado" un libro que cumplía todos esos "requisitos". Por un tiempo me dejé atrapar por algo que llevaba todo este tiempo  en mis manos y del cual no pasaba de la página 24. 

Debo confesar que si bien no me interesa volver a leer un "mamotreto" en un tiempo, (retornaré a mis libros de mediano tamaño), este sin ser la luminaria, o sin obligarme a retroceder para analizar ciertos puntos, fue entretenido, con una combinación inteligente de historia, aventura y uno de mis juegos favoritos: el ajedrez. 

Es así como reconozco que ciertos escritores estadounidenses tienen un "je ne sais pas quio" que les permite jugar en estas líneas de entretenimiento, suspenso y realidad con apenas los bosquejos de una trama, esto sin ser por ello "ilustres" maestros. Aunque con lo dicho no niego que hay grandes escritores, solo estoy hablando de ciertos leídos por esta.

El Ocho se llama el libro que consumió parte de mis días y que tiene una segunda parte. Se ambienta entre finales del siglo XVIII y el XX. Aparecen desde Gadafi hasta Marat y Napoleón y cuenta la historia de una ajedrez (el de Montglane). Se mezcla con Argelia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia. Al decir verdad es un poco colocho, pero como no soy crítico de literatura solo lectora ávida, hago este post y dejo en sus manos la decisión de comprarlo, recibirlo por una festividad, pedirlo prestado (mejor) o descargarlo en la red.