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febrero 20, 2016

Antonio López García, España

Como niña con juguete nuevo, ese no esperado, ese que se abre frente a vos como un mundo que escapa a la mano, al ojo, al entendimiento, que sabes que es, pero no puedes aún palparlo, ese que sorprende, así me siento. Gracias a mi profesor, descubrí a Antonio López García, ¡es una maravilla! y ahora quisiera estrecharle, tomarme algo caliente con él, verle hacer, sentirme enamorada.

Cuando alguien hace de un dibujo (esa "simple" representación bidimensional) algo que parece una fotografía, cuando detalla movimiento en cada punto, la natural perfección en un retrato en el que no dudas que sea la persona, cuando tienes que detenerte a contemplarla, a ver que te dice; eso es destreza, coordinación corazón-mano-ojo-cabeza.  Saber leer, saber plasmar, saber la luz de donde viene y hacia don de va: es un maestro y no se diga que es un "viejo formalismo el saber dibujar."

Sé que he sonado como una fanática incontenida pero si miran estos dibujos entenderán la maravilla de quien está detrás de ellos y con estos. y, esto no acaba allí, hay escultura, pintura, hay tanta vida en el cuerpo que ya tiene ochenta años (¡qué inspiración)
Restos de comida, 1971


Hombre operado, 1969


Estudio con tres puertas, 1969-1970

septiembre 21, 2015

Cotidianas noticias

A veces furtivamente leo el horóscopo,
 convencida de que esas suertes de venta de remedios de agua no serán,
 pero con ganas de que algún día una sorpresa se diera.

Las noticias de lunes me impresionan aún, no por los asesinatos que parecen ser más frecuentes en el fin de semana, o los sicariatos -que es la palabra de moda-, ni los femicidios a pesar de las campañas. Todo esto es pan nuestro de cada día (me gusta el pan por cierto, el fresquito de la panadería del centro). Al final estoy en shock por "culpa" de quien organiza las portadas del periódico digital (ese es el punto); no sé quien es, pero debería saber que me deja fuera de órbita, no comprendo si trabaja mucho o poco, pero normalizar el "arrestado por matar a machetazos" junto al de las fotos de las primeras xilografías a todo color en la historia de la humanidad, no me cabe en la cabeza. -¿Será que quiere enviar un mensaje a un clan al que no pertenezco?

Debería de comprar el tiraje impreso y así cada semana me evito la misma situación, o quizá sea que internamente lo veo como mi cuota de "factor sorpresa". En definitiva, la entrega en papel es más ordenada -además me da el chance de saludar al vendedor y escuchar una de sus historias-, ¿cómo seguirá de salud?-. Volviendo a mi problema, la versión digital es como la bolsa de verduras sin empacar de la feria, todas se mezclan gracias a la inercia de colocarlas en el mismo sitio, solo que la noticia "más pinchada" toma mayor visibilidad; gracias a eso, el nobel compite con el rapero de momento -¿qué tipo de conversación podrían tener estos dos?-, o el divo de tres botones abiertos en la camisa con el culo de la mujer con cuarenta años quien lo sigue teniendo "duro" según dicen los titulares.

Insisto en leer el periódico, debería de aprender mi lección y asumir la culpa, o quedarme con el de papel, como en los fines de semana donde me siento lujuriosa y me sirvo el desayuno en la terraza (porque sí tengo terraza también), pongo el pancillo, el café fresquito y algún queso que hubiese sobrevivido a mi refrigerador.

Esto es un desorden (como mi cabeza), debería de no pensar en las noticias, debería no pagar porque me llenen los ojos y la vida con solo tristezas, o las tangas de alguien  o la membresía digital del pequeño grupo aquel. Debería exigir titulares diferentes, debería ser indiferente, no seguir comprando nada que contenga osos muriendo  de hambre, brazos, piernas y vísceras descritas, o fotos de niños muertos y a todo esto, sigo comprando el periódico, que no me digan que si en internet hay cosas mejores, todos escriben lo mismo, comemos de las mismas fuentes solo que en diferente idioma. Yo no encuentro con quien quejarme y claro quiero seguir informada...

abril 30, 2013

la dulce, rendonda y olorosa fruta madura

A la fruta madura, se le nota la edad
en los ángulos de las piernas, la cara y el brazo
en la carne bajo la ropa
en la voz que le explota  
desde la garganta
a las historias que sostiene entre los dedos
de cada año en el mes de abril
http://youtu.be/aLR_bSzPTiY

enero 01, 2013

Camino


“Rabbit's clever," said Pooh thoughtfully.
"Yes," said Piglet, "Rabbit's clever."
"And he has Brain."
"Yes," said Piglet, "Rabbit has Brain."
There was a long silence.
"I suppose," said Pooh, "that that's why he never understands anything.”
Benajmín Hoff, The Tao of Pooh


Poco más de diez años atrás, me regalaron un libro ya reciclado, este texto busca introducir a los "creyentes occidentales" en el sistema del Taoísmo, como filosofía (no como religión tal se conoce más ahora), usando personajes ficticios para ampliar el conocimiento más allá del yin-yang, se llama The Tao of Pooh. Hoy me lo trajo a colación un vivo de esos tiempos y me apeteció saludarles en este estrenado año occidental. 


El Tao, ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir es morir y simplemente entrar o salir de un camino. Es buscar la armonía. Es la brevedad, la creencia en que tanto el objetivo como el camino de la vida son esencialmente el mismo y que el Tao (camino) solo puede ser conocido por quienes los practican por elección, no existe la ayuda del "más allá." 

Quizá lo que trato de decir es que deseo para vos, quien lee esto o está en esos espacios donde no nos tocamos, un poco menos de hemisferio derecho y algo más de izquierdo (o viceversa) y. por qué no "believe in the power within us".  Besos 
“We don't need to shift our responsibilities onto the shoulders of some deified Spiritual Superman, or sit around and wait for Fate to come knocking at the door. We simply need to believe in the power that's within us, and use it. When we do that, and stop imitating others and competing against them, things begin to work for us.” 
Benajmín Hoff, The Tao of Pooh

noviembre 20, 2012

Antojos

me apetece ese beso
que lento desliza los labios
los moja
los recorre
los sorprende
los muerde
los sangra
los devora
los deja en paz...
Imagen de archivo personal Derechos Reservados

julio 10, 2011

Lo que queda

No quiero soñar dos veces las mismas cosas, no quiero contemplarlas sabiamente (...)

Xinia dijo algunos años atrás: aquí todos hemos salido dañados, pero hay dos personas en particular quienes ya conocemos sus nombres. Cuando todo cambió se les murió la mitad del corazón, una parte se detuvo aunque no asumamos la responsabilidad, pero nunca más serán lo mismo.

Todos los sujetos de la mesa esquineada en la cocina, con tragos en mano bebimos y asentamos aunque comprendíamos tan poco, todos con nuestra propia versión. Vale que todos teníamos algo de alcohol en el cuerpo: cabeza, músculos, sentidos, pechos y poros (hay que confesar que no tanta bebida como en los viejos tiempos), porque sino hubiésemos echado todo a la borda y llorado en unísono.

Y después de eso, ¿qué queda?, parte de la respuesta sería.










Las imágenes son del archivo personal:  (1)volcán Chimborazo, (2-3) Ruinas cultura Inca-tumba Cañari (6)Valle postglaciación Parque Nacional Cajas


haz click en la fotografía para ampliar su tamaño

enero 28, 2010

La cara de la violencia

Al entrar a quinto año de la escuela yo tenía 11 años, no recuerdo los problemas propios del cambio hormonal, leía aún libros de cuentos y alguna novela corta, tenía llaves de la entrada principal de la casa, con lo cual me sentía más que mayorcita y, aunque sabía donde quedaban ciertos sitios del mundo (con todo y capitales, además de otros hechos), no tenía la más remota idea de lo que sucedía en el centro de cada uno de esos países. Resumen: con once años, era una persona con apenas 4015 días vividos, con algunos kilómetros viajados y un poco más de tonterías. 

Hace tres días un estudiante universitario fue asesinado por su "ipod", el hecho lo llevó a cabo un niño de 13, quien tiene un expediente delictivo desde los 11 y cuya familia tiene un historial extenso de pertenencia a pandillas. 

En ese país del asesinato,  que se supone uno de los más felices y también más seguros de Latinoamérica, existe desde mediados de la década del noventa del siglo pasado una Ley de Justicia Penal Juvenil compuesta por 144 artículos y que juzgan a las personas a partir de los 12 años de edad.

Un analista de la universidad pública más grande de ese país concluye: "Sin lugar a dudas, en la Ley está presente una nueva concepción de política criminal. Se transforma el modelo tutelar paternalista por una orientación punitivo-garantista. Se entiende al joven o adolescente como un sujeto, no sólo titular de derechos legales y sociales, sino como un sujeto responsable por sus actuaciones frente a la Ley penal. (...) La idea de la responsabilidad del joven y del adolescente está fundada en la convicción de la comprensión de la ilicitud del hecho. Actualmente, sería muy difícil sostener que un joven o adolescente de 12 a 18 años, tiene una incapacidad, o una falta de madurez para comprender la ilicitud del hecho."

Entonces y en concordancia personal con el autor cierro su intervención: "Para comprender correctamente el fenómeno de la delincuencia juvenil, debemos rechazar de plano cualquier análisis o explicación simplista. La delincuencia en general, y en particular la que comenten los jóvenes y los adolescentes, no se origina en la Asamblea Legislativa, ni en este gobierno en particular, ni tampoco en la falta de legislación. El origen es más lejano, profundo y complejo. La delincuencia no surge en el vacío, es el resultado de diversos factores de riesgo y respuesta social. En la complejidad de las estructuras sociales, económicas y familiares de toda sociedad es donde se encuentra su explicación." Carlos Tiffer Sotomayor

Qué nos está pasando humanidad? Es un niño, quien apretó el gatillo  y por él otras personas antes...

octubre 13, 2009

Mercedes' bedroom

Ese es el título de un cuadro de Michael Eastman quien tiene más de treinta años de trabajo publicado en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, en el Instituto de Arte de Chicago, en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, entre otros lugares.

Me topé con este fotógrafo gracias kilmtbalan's lo cual me servió para finalmente hablar de la señora que nació el mismo año que mis padres y por lo cual se escribe este "post": Mercedes Sosa. Aunque quizá escribo porque Sergio me decía que por qué no escribía sobre ella en lugar de "melancoliquear con Benedetti"...

Tengo poco que decir, apuesto que más amor le tendrán otros míos que coreaban fuertemente entre ellos y luego a sus hijos Duérmete Negrito o Gracias a la vida. La única historia que me ató a esta mujer, más allá de sus canciones, fue la protesta que armamos -pues si digo que la armé, sonaría petulante hoy- dos viejas locas a las cuales se sumaron otras personas un 24 de julio, esto a mediados de la década del noventa, en plena avenida segunda (la principal) frente al teatro donde ella daba un concierto.

Eramos estudiantes universitarias pero luego eran otras personas más, algunos conocidos que por accidente se quedaron con los "protestantes". Hicimos carteles, aún conservo dos de estos con firmas de los que participaron y se quedaron sin temor a la fuerza pública que llegó allí.

Escribimos palabras como: "convéncenos de que lo que cantas es cierto", "cantas para América Latina pero solo para los ricos". Lo cierto es que algo pasó y funcionó haber gritado durante todo su concierto fuera del teatro pues después del cierre y durante la recepción salió al balcón. Para ese momento éramos muchos y ella nos habló. No recuerdo si guardamos silencio, si los que estaban allí realmente la conocían o compartían su música, pero coreaban lo que algunos sabían bien y todo esto nos llevó a que ese fin de semana en las instalaciones principales del ministerio de cultura diera la señora un concierto gratuito a "su gente".

La euforia, mezcla del triunfo no de la gratuidad -pues bien que mal a todo estudiante nos era prohibitivo pagar los precios de un concierto así- nos dio la oportunidad del abrazo, el beso y el paso de creerle un poquito más y no sentirse defraudado.

El concierto estuvo a reventar, más allá de lo que hubiésemos pensado. Ese día del concierto no llegué, no pude, como siempre algo pasó. Leí en los períodicos la felicidad de la canción y a mi me quedó la historia.

Descanse en paz señora.