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mayo 10, 2015

Blanco y azul

Quizá motivada por la semana latinoamericana al no acoso callejero, dejo esto aquí. Algo del baúl, de esas partes de donde el polvo, el moho caen y cubren en una oscuridad casi total...

Ponerse de pie,
arreglarse la falda,
colocar la mesa en su lugar.
Todas son decisiones.

Recoger el hilo de persona,
martillar las piernas,
y coser la compostura.
¿Dónde cayó?

Cerrar la puerta del 4to piso
detrás: al hombre,
al amigo, al amigo del amigo,
al amigo del jefe, al jefe de los jefes,
el que tiene una niña en el colegio europeo,
al latino picante que vive en una vieja metrópoli,
al adicto a las pastillas,
siete pasos y medio y la oficina queda atrás.

El teléfono es inofensivo,
aún así, hay nombres que asustan,
lobos enfurecidos al otro lado de los muros,
respiración seca,
se necesitan testigos,
una es culpable de oficio...

Se toman muchas personas
y una sola (yo)
para llegar ahí,
nadie escucha a la nada,
es viernes,
no se sabe noticia.

Comencé a pensar que había soñado,
que todo era una pesadilla con tres moretones
y el cabello deshecho.

marzo 30, 2015

El llanto de las cosas, Roberto Sosa 1930-2011

En mi haber se encuentran historias cortas, intentos de poemas sobre mujeres, unas fuertes, otras débiles -¿quién ha dicho que ser fuerte o débil es un continuo sin descansos?-, pero colocarlas a veces en ciertos espacios podría sorprender de manera un poco extraña, incómoda, y tal parece que a una inmensa mayoría no le gusta la incomodidad, el confrontar no está en la lista de "por hacer" aunque a veces se deba,  pareciera que abordar ciertos temas debe ser "lateral". La palabra conflicto asusta y pensamos en asesinatos sin sentido o violencias oscurantas... en fin, hay tanto por decir en esta vida, cosas que se repiten una, dos, cientos de veces y sociedades nuestras marcadas por sucesos y acciones repetitivas en los espacios menos impensables. 

Por otra parte, hay personas que saben decir de la forma "más bella" lo que puede ser duro. La poesía es una de esas formas. Esa palabra breve, trabajada, que no es producto de sentarse y "boom" cayó la inspiración...-¡qué tontería!-; esa palabra trabajada  y mucho, no por eso significa sudores de horas, o humores de minutos o la acción de cinco palabras bien puestas. El ejercicio de escribir es una acción "mágica", extenuante, libertadora, imaginario fractal, de creación desde lo conocido y no, es la maravilla de saber decir estoy vivo.

Un autor hondureño, por ocasiones es necesario visitar los idos, un maestro de la pluma. 

Roberto Sosa 

Mamá
se pasó la mayor parte de su existencia
parada en un ladrillo, hecha un nudo,
imaginando
que entraba y salía
por la puerta blanca de una casita
protegida
por la fraternidad de los animales domésticos.
Pensando
que sus hijos somos
lo que quisimos y no pudimos ser.
Creyendo
que su padre, el carnicero de los ojos gateados
y labios delgados de juez severo no la golpeó
hasta sacarle sangre, y que su madre, en fin,
le puso con amor, alguna vez, la mano en la cabeza.
Y en su punto supremo, a contragolpe, como desde un espejo,
rogaba a Dios
para que nuestros enemigos cayeran como gallos apestados.

De golpe, una por una, aquellas amadísimas imágenes
fueron barridas por hombres sin honor.

Viéndolo bien
todo eso lo entendió esa mujer apartada,
ella
la heredera del viento, a una vela. La que adivinaba
el pensamiento, presentía la frialdad
de las culebras
y hablaba con las rosas, ella, delicado equilibrio
entre la humana dureza y el llanto de las cosas

noviembre 20, 2012

Antojos

me apetece ese beso
que lento desliza los labios
los moja
los recorre
los sorprende
los muerde
los sangra
los devora
los deja en paz...
Imagen de archivo personal Derechos Reservados

marzo 30, 2012

Por todos nosotros

No soy gay. No soy negra. No soy mulata. No soy indígena. No soy asiática. No soy europea. No soy vegetariana. No soy de los barrios más pobres de algún sur. No soy tantas cosas... Soy heterosexual. Soy blanca (jaja). Soy latina. Soy omnívora. Soy migrante con familia de origen, con empleo, con educación. Al igual que cualquier otra persona, soy sujeto que piensa, siente, cree, existe, pero reconozco que este mundo hace tratos diferenciados.

Si quieren saber a la razón de esta nota, es por Daniel Zamudio (a quien no conozco), quien falleció a los 24 años producto de una paliza recibida el 3 de marzo, propinada por 4 personas quienes condenaban que él fuera Gay.

Todos somos frágiles. Somos personas. Nada viene de la violencia, nada, lo sabemos y seguimos en eso...

"If blood will flow when flesh and steel are one
Drying in the colour of the evening sun
Tomorrow's rain will wash the stains away
But something in our minds will always stay

Perhaps this final act was meant
To clinch a lifetime's argument
That nothing comes from violence and nothing ever could
For all those born beneath an angry star
Lest we forget how fragile we are"

abril 10, 2011

Los enamoramientos

Javier Matías en su libro Los enamoramientos retrata una historia cualquiera un poco pesimista, un poco sombría y cuyo tema central son las diferentes dimensiones de ese estado. El libro cuenta a través de los ojos de una mujer que observa fascinada como cada mañana una pareja de enamorados se encuentran en un café, hasta que deja de verlos para enterarse posteriormente que, el hombre había sido asesinado y habría quedado todo con un tinte de impunidad. Como diría el autor, el amor tiene sus facetas oscuras y grises, no todo es alegría o plenitud. 

La reseña me hizo hizo recordar tres cosas, mi propio cuento en donde disfrutaba encontrar cafetines y donde 30 minutos bastaban hasta que llegó el ya no suficiente.  El informe que esta semana expuso el Banco Mundial (Crimen y violencia en Centroamérica: un desafío para el desarrollo) y que mi madre estaba de luto por la violencia de la impunidad, así como en el libro.

Este lado del mundo (Latinoamérica) está convulso, no necesariamente por las manifestaciones del "poder ciudadano", de las elecciones insufribles de Perú, de las estupidez en Guatemala cuando su presidente y esposa deciden divorciarse para poder hacer lo que los Kirchner hicieron en Argentina, o por el autoritarismo que encuentras por doquier y que a mi juicio se manifiesta más fuerte en el Sur que en el Centro. 

Se encuentra hirvente, temerosa, escondida, agitada, crispada y cansada de la violencia en cualquiera de sus formas. México libra una guerra de baja intensidad (por ponerle un nombre) del 2006 al presente han muerto 34.000 personas. El triángulo norte de Centroamérica concentración de la violencia (Guatemala, Honduras y El Salvador) no se escapa, ni siquiera el llamado paraíso costarricense, país al que le cuesta 0,58% de su PIB  o 96  millones de dólares al año y esto a pesar de que ha sido catalogado el más seguro. Es chocante saber que es constitucionalmente permitido en Guatemala tener hasta 5 armas y que se tiene el derecho de comprar hasta 3000 municiones al mes; es decir se podrían gastar 100 balas por día o que El Salvador tiene la tasa más alta de homicidios de América Latina con 58 muertes por cada 100.000 habitantes (una de las más altas del mundo también) e invierte un 1,99% de su PIB más de 260 millones de dólares al año en seguridad pública o privada.

Me preguntarán ustedes por qué hablo de violencia, bueno porque pensaba en todas esas formas, las que salen de los enamoramientos, las que se llevan en los hogares, entre las personas, en la demagogia, por la radio o la televisión y los periódicos en las que no se necesitan armas para herir o matar. Todos sin excepción estamos expuestos a esas formas en diversos espacios, en las relaciones de inconvivencia y a veces pareciera que no afecta, pero a mi juicio, la misma inevitablemente se va depositando sobre uno y lo penetra como la capa de hollín de la contaminación de las calles y así pareciera que nos acostumbramos a vivir con una suerte de brazos caídos, o con olor a muerte impregnado por dentro o por fuera. No basta con decir que necesitamos un cambio o redireccionar nuestras geografías, requiere de un trabajo constante, intenso y decidido de hacer esfuerzos diferentes antes de que esto realmente nos mate o seamos un cascarón de personas.

Les recomiendo la lectura de ambos, porque la vida y la muerte, las querencias y no querencias tienen siempre ficción y realidad.

enero 28, 2010

La cara de la violencia

Al entrar a quinto año de la escuela yo tenía 11 años, no recuerdo los problemas propios del cambio hormonal, leía aún libros de cuentos y alguna novela corta, tenía llaves de la entrada principal de la casa, con lo cual me sentía más que mayorcita y, aunque sabía donde quedaban ciertos sitios del mundo (con todo y capitales, además de otros hechos), no tenía la más remota idea de lo que sucedía en el centro de cada uno de esos países. Resumen: con once años, era una persona con apenas 4015 días vividos, con algunos kilómetros viajados y un poco más de tonterías. 

Hace tres días un estudiante universitario fue asesinado por su "ipod", el hecho lo llevó a cabo un niño de 13, quien tiene un expediente delictivo desde los 11 y cuya familia tiene un historial extenso de pertenencia a pandillas. 

En ese país del asesinato,  que se supone uno de los más felices y también más seguros de Latinoamérica, existe desde mediados de la década del noventa del siglo pasado una Ley de Justicia Penal Juvenil compuesta por 144 artículos y que juzgan a las personas a partir de los 12 años de edad.

Un analista de la universidad pública más grande de ese país concluye: "Sin lugar a dudas, en la Ley está presente una nueva concepción de política criminal. Se transforma el modelo tutelar paternalista por una orientación punitivo-garantista. Se entiende al joven o adolescente como un sujeto, no sólo titular de derechos legales y sociales, sino como un sujeto responsable por sus actuaciones frente a la Ley penal. (...) La idea de la responsabilidad del joven y del adolescente está fundada en la convicción de la comprensión de la ilicitud del hecho. Actualmente, sería muy difícil sostener que un joven o adolescente de 12 a 18 años, tiene una incapacidad, o una falta de madurez para comprender la ilicitud del hecho."

Entonces y en concordancia personal con el autor cierro su intervención: "Para comprender correctamente el fenómeno de la delincuencia juvenil, debemos rechazar de plano cualquier análisis o explicación simplista. La delincuencia en general, y en particular la que comenten los jóvenes y los adolescentes, no se origina en la Asamblea Legislativa, ni en este gobierno en particular, ni tampoco en la falta de legislación. El origen es más lejano, profundo y complejo. La delincuencia no surge en el vacío, es el resultado de diversos factores de riesgo y respuesta social. En la complejidad de las estructuras sociales, económicas y familiares de toda sociedad es donde se encuentra su explicación." Carlos Tiffer Sotomayor

Qué nos está pasando humanidad? Es un niño, quien apretó el gatillo  y por él otras personas antes...