buscador y encontrador

abril 30, 2011

Ya todos lo sabemos- Ernesto Sábato falleció

‎"Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Antes del fin)

A veces hay que romper silencios para ciertos momentos, sobretodo cuando hay que quitarse el sombrero, agachar la cabeza, guardar las palabras y ser testigo de otra vida apagada pero no sin antes  haber dado tanto como lo hizo en este caso Ernesto Sábato. 

Hablar de Sábato es hablar de complejidad o de una forma de tejer que no es sencilla de mirar. Él es otro de la historia de este pedazo de tierra llamada Latinoamérica y de un delicioso país llamado Argentina. En lugar de escribir más les anoto unos enlaces que podrían ser obligatorios, sobretodo el último.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Fallece/escritor/argentino/Ernesto/Sabato/elpepucul/20110430elpepucul_2/Tes

http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-13248749

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2248

abril 17, 2011

Ismael Serrano o Susumu Yokota y Nancy Elizabeth-

 En realidad no es por el sabor, sino por las insoportables ganas de llorar y
 el poderoso e inestable estado de fragilidad, que estoy segura transformará mi vida. Que transforma mi vida cuando llega, tan familiar, tan rechazado (por la debilidad), pero al mismo tiempo como la altura, indómito y vencible, cuando lo asumes, como el horno, el fuego, forjando mi carácter, mi alma.

Hay más allá afuera que aquí adentro, esa ha sido la conclusión de los últimos días. Tuve un jefe que solía decir que todos siempre tenemos algo que manifestar. Quizá él se refería a todos pero no en todo momento, en fin como no tengo nada que decir no debería escribir; sin embargo como dije: allá afuera hay más que aquí adentro, allá afuera hay personas. Ahora solo para escuchar de noche: Ismael Serrano (letra y música) en Déjate convencer o bien Susumu Yokota y Nancy Elizabeth en 12 días y 12 noches (sin letra y con música) y por cortesía de Pilar, Bomba Estero en Agua Salada


"Una día la vida echará abajo tu puerta.
Rendida, acorralada te pedirá cuentas
por este fracaso,
por haberme mentido.
Y no encontrarás ... lo que te ponga a salvo,
que el hecho de estar vivo siempre exige algo.
Déjate convencer,
duerme esta noche conmigo...

Déjate convencer.
Ya habrá alguien que se haga cargo
de recoger las culpas de este pecado.
A donde iré, sin este abrazo.
No te puedes negar,
no sea que nuestro pasado nos llegué a atrapar.
Esta noche está en nuestras manos decir alguna verdad
que ya, que ya mentimos a diario.
Anda, echa un vistazo a tu alrededor,
...  mira que no hay un alma que llevarse a la boca,
que hay que repartir caricias
y esta noche me toca. 

Que yo también comparto los mismos miedos,
también busco una cinta para atar el tiempo.
También arrastro conmigo una cadena de sueños.
Una día la vida echará abajo tu puerta. 
Rendida acorralada te pedirá cuentas 
por este fracaso, 
por haberme mentido."


abril 10, 2011

Los enamoramientos

Javier Matías en su libro Los enamoramientos retrata una historia cualquiera un poco pesimista, un poco sombría y cuyo tema central son las diferentes dimensiones de ese estado. El libro cuenta a través de los ojos de una mujer que observa fascinada como cada mañana una pareja de enamorados se encuentran en un café, hasta que deja de verlos para enterarse posteriormente que, el hombre había sido asesinado y habría quedado todo con un tinte de impunidad. Como diría el autor, el amor tiene sus facetas oscuras y grises, no todo es alegría o plenitud. 

La reseña me hizo hizo recordar tres cosas, mi propio cuento en donde disfrutaba encontrar cafetines y donde 30 minutos bastaban hasta que llegó el ya no suficiente.  El informe que esta semana expuso el Banco Mundial (Crimen y violencia en Centroamérica: un desafío para el desarrollo) y que mi madre estaba de luto por la violencia de la impunidad, así como en el libro.

Este lado del mundo (Latinoamérica) está convulso, no necesariamente por las manifestaciones del "poder ciudadano", de las elecciones insufribles de Perú, de las estupidez en Guatemala cuando su presidente y esposa deciden divorciarse para poder hacer lo que los Kirchner hicieron en Argentina, o por el autoritarismo que encuentras por doquier y que a mi juicio se manifiesta más fuerte en el Sur que en el Centro. 

Se encuentra hirvente, temerosa, escondida, agitada, crispada y cansada de la violencia en cualquiera de sus formas. México libra una guerra de baja intensidad (por ponerle un nombre) del 2006 al presente han muerto 34.000 personas. El triángulo norte de Centroamérica concentración de la violencia (Guatemala, Honduras y El Salvador) no se escapa, ni siquiera el llamado paraíso costarricense, país al que le cuesta 0,58% de su PIB  o 96  millones de dólares al año y esto a pesar de que ha sido catalogado el más seguro. Es chocante saber que es constitucionalmente permitido en Guatemala tener hasta 5 armas y que se tiene el derecho de comprar hasta 3000 municiones al mes; es decir se podrían gastar 100 balas por día o que El Salvador tiene la tasa más alta de homicidios de América Latina con 58 muertes por cada 100.000 habitantes (una de las más altas del mundo también) e invierte un 1,99% de su PIB más de 260 millones de dólares al año en seguridad pública o privada.

Me preguntarán ustedes por qué hablo de violencia, bueno porque pensaba en todas esas formas, las que salen de los enamoramientos, las que se llevan en los hogares, entre las personas, en la demagogia, por la radio o la televisión y los periódicos en las que no se necesitan armas para herir o matar. Todos sin excepción estamos expuestos a esas formas en diversos espacios, en las relaciones de inconvivencia y a veces pareciera que no afecta, pero a mi juicio, la misma inevitablemente se va depositando sobre uno y lo penetra como la capa de hollín de la contaminación de las calles y así pareciera que nos acostumbramos a vivir con una suerte de brazos caídos, o con olor a muerte impregnado por dentro o por fuera. No basta con decir que necesitamos un cambio o redireccionar nuestras geografías, requiere de un trabajo constante, intenso y decidido de hacer esfuerzos diferentes antes de que esto realmente nos mate o seamos un cascarón de personas.

Les recomiendo la lectura de ambos, porque la vida y la muerte, las querencias y no querencias tienen siempre ficción y realidad.

marzo 17, 2011

La piel del miedo, Javier Vásconez

El placer por la lectura comenzó con los mundos que dibujaba mi madre en las historias que me relataba, las que fabricaba de cualquier cosa mientras me llevaba caminando por los alrededores de la casa. Luego ella me enseñó a leer cuando ya no podía contármelas más, así me lo dijo; tendría yo 4 o 5 años y leía en voz alta diciendo, punto, punto y coma, fue una crisis comprender el punto y aparte y el punto y seguido. En fin, ella junto con una de mis tías y uno de mis hermanos hicieron el grato favor de permitirme descubrir la literatura.

Joven, más joven, más fresca, más ingenua y bastante quinceañera, pensaba que había nacido en un continente algo verde y en una época poco interesante. Sin embargo como el tiempo permite que uno se pueda desprender de ciertas petulancias para cargarlas con nuevas, me dejó encontrarme con libros de grandes que muchos conocemos. Descubrir América Latina en la literatura es delicioso a pesar de que solo escuchamos de 1 persona de cada 100.000 que escriben, intentan o hacen. Es así como se fue poblando mi vida con Borges, Mistral, Girondo, Darío, Paz, Rulfo, Vallejo, Gallegos, Martí, Benedetti, Lispector, Lillo, Neruda, Guillén, Bolaño, Asturias, Cardoza, Amado, Caicedo, Debravo, Dobles, Oreamuno, Sabines, Onetti y blah, blah, blah.

Un día de esos y varios más me saltó el vacío del fin, de la muerte de los que leo, no porque me conocieran sino porque se agotaría todo, pensaba en las casi nulas posibilidades de quienes podrían renovar lo que siente, piensa y sueña esa tierra linda. Ciertamente no contaba con esos vivos como Márquez, Galeano, Mutis, Ospina, Fuentes, Llosa, Ramírez, Peri, Belli, Gelman, Sepúlveda, Restrepo, Mastreta, Bryce Echenique y cuantos más que no he leído y están allí afuera, aunque hay unos y otros que pueden ser llamados maestros y no.

Me gusta saber que por ahí, en algún sitio, hay alguien que tiene esa inmensa capacidad de enamorar con las letras, de atrapar, de crear, de suspender y que algunos de nosotros seremos tomados como bichos en telaraña en esta tierra dispersa llamada Latinoamérica, que está viva, que vive en iniquidad, con petróleo, bosques, mares, oxígenos, con muchas palabras aún por decir, con caudillos sembrados en uno que otro país, que lucha ante la violencia, que es desordenada y en plena construcción. Todo esto para una muestra, un botón:

"Desperté en medio de la noche con el ruido de los disparos en el corredor, fue como si rebotaran desde el rellano de la escalera hasta mi conciencia y, unos segundos después, el estruendo había prendido como un relámpago dentro de mí. No tengo una imagen coherente de cómo reaccioné ante esa cadena de disparos y los insistentes alaridos de mi madre. sólo a través de los gritos supe que estaba viva. La violencia había estallado, era un volcán derramando lava ardiente ante mis ojos. Tuve un presentimiento. Me escondí entre las sábanas y todo se tiñó de una blanca reverberación. Corrí descalzo hacia un rincón del cuarto, busqué refugio detrás de un sillón, pero el horror que experimentaba era tan frío como las tablas debajo de mis pies. Me preguntaba quién había disparado en medio de la noche y había hecho añicos el delicado cristal de mis sueños. Sentía un torbellino en la cabeza. Al abrir los ojos perdí el equilibrio y me encontré apretando con las uñas el borde del sillón. Con sigilo de gato cambié de lugar, respiré con ansiedad, sentí humedad en la nuca y las palmas de las manos. El miedo se expandió por todo mi cuerpo, contagiando mis nervios hasta alimentarme con la sangre de la violencia. Alguien tendría que haberme advertido lo que debía hacer. No sabía como comportarme... Tenía diez años, pero esa noche comprendí que el miedo nos multiplica..."

Este libro trata de la historia del dolor, de la vida con epilepsia y algo más.

marzo 10, 2011

De la memoria y de los bits


El filósofo alemán Arthur Schopenhauer dijo que cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.  Misma cosa comentaba Eduard Punset sobre las investigaciones últimas de comunicación, en la que se apunta que se ha aprendido a olvidar los recuerdos insulsos frente a los que han representado algo en la vida. Sin embargo lo efímero y lo perdurable se han relativizado más en este mundo de la comunicación, donde parece que todo se ha convertido en efímero, con diferencia de minutos, semanas y cuando mucho meses.

La maravilla humana se comunica, sí sabemos más que nunca lo hace por Internet; partimos del principio que enviar un mensaje, una cadena, colocar un post, escribir un artículo en aquella materia en la que nos sentimos más diestros, duchos o posibles hace que nos vinculemos. Que lo digamos todos los seguidores en el libro de las caritas, de las fotografías  o de los blogs.

Desde hace años se escriben artículos, posiciones y por qué no teorías acerca de la evolución de la comunicación, esa planteada bidireccional (emisor receptor, canal, mensaje y viceversa), más no necesariamente cierta o de contacto a pesar de la vinculación, en este caso la realizada por la red. De allí las comunidades de aprendizaje, los estudiosos de la materia y las preocupaciones de decenas de países por las formas de aprender y enseñar en virtualidad pues cada vez más “invertimos” más tiempo ante una pantalla cualquiera que ante el calor de los cuerpos.

Hace dos décadas atrás no hubiésemos pensado que se podía tener “una relación” por la red virtual, de esas en las que se tejen esperanzas, se desdibujan miedos, se cifran futuros o se construye con las personas, bien las de coleguitas o seguidores de espacios. Sin embargo es risible ya que antes de eso muchos vínculos se daban por medio del teléfono y más atrás por cartas o mensajeros. La no presencia quizá ha sido una constante en la comunicación humana que nos cuesta admitir.

Ahora me pregunto ¿cuántos de nosotros no hemos tejido relaciones que llamamos profundas por la red? He de decir que hay vínculos que yo he construido de manera más fuerte por el internet con limitados, pocos o ningún abrazo, los que son esenciales para mí. Así como he tenido alguna vez una relación que se construyó como los naipes en medio del desierto, en el aire, en lo seco, en lo poco fértil, que produjo cosas maravillosas, que me dejó pobre, pues realmente era yo con mi circunstancia y así quedé, en la nada.  

Quizá sea que el uso de la distancia  lo que nos gusta y “nos salva” de los compromisos o de ciertas cosas o sentimientos, nos coloca en un lugar algo menos inseguro a partir de la propia inseguridad, nos permite no darnos por aludidos, contestar cuando se nos pega en gana, cuando creemos que tenemos el tiempo, o cuando nuestra propia ánima decide que debe ser, así sin más. Con una tecla podemos apagar, aplazar, contestar o enviar al bote de la basura, es como tener el poder de ese famoso interruptor rojo de la guerra fría.

A veces pienso que esa red maravillosa por donde viajan los mensages de Julian Assange, de los embajadores de todos los países, los secretos de las armadas, los números de los bancos, los estados de deuda, las ofertas de empleo, las medicinas no inventadas y cuanta basura se nos ocurre a la humanidad colocar, es realmente uno de los pasos de la misma de mostrarse con su todo sin mucho temor y más descaro, saltando así sus “virtudes”, defectos, fracasos, inventos, basuras, vínculos, engaños, sueños, oportunidades, futuros, pasados, realidades, arenas y tiempos sin tiempo. ¿No es la red una caja roja de Pandora con muy pocos bits de memoria?

 ¿Qué opinan?

febrero 17, 2011

De cosas en el baúl: caligrafía, historia y otras tonterías

23/03/2010
Hay cosas que no se pueden "decorar" de ninguna manera (…) Sí ya sé, que la vida es así: alguien salió de clase, alguien la impartió, alguien tomó un avión (otro más que se va), alguien no se despidió, hoy quizá no había cena en casa, uno más durmiendo en la calle, el gato se orinó, llueve o es el viento. Lo comprendo todo muy bien, sin embargo hay demasiado ruido, está todo muy cargado y hoy no puedo tomar la vida así 

Sun Tzu
"La ira puede convertirse en alegría y la cólera puede convertirse en placer. Pero un nación puede ser reconstruida y una vida no puede voler a nacer

Aquí estoy con el papel, la tinta, la pluma y el tintero, trato de escribir. Mientras le doy craneo retomo lo que llamo el ejercicio de ordenar. Uno colecciona o se vuelve coleccionista a fuerza de moverse, quebrarse, repararse y no saber colocarse, de encontrarse con otros, de amontonar objetos y sentimientos unos sobre otros como retenes contra “algo” o de contenciones ante las aguas desbordadas. Guardamos lo que luego quizá no visitaremos, lo que es difícil dejar ir aunque no esté, pero solo son memorias de cadáveres pues estamos hablando de pasado.

Ciertamente todos, absolutamente todos y sin chistar lo digo, almacenamos “lo que se nos ocurra”: cartas, correos, facturas, fotografías, cuchillos y cucharas, memorias borrosas, solo que unos son más inteligentes que otros, pues al menos se dedican a una profesión como la taxonomía, la medicina forense, la historia, la numismática o la filatelia y los demás nos complicamos sin remuneración alguna, je,je…
Aunque no estoy condenando, nunca me gustó esa práctica amontonadora (al menos visualmente hablando), la de colocar cosas en las ventanas, de apilar y apilar adornos o de cubrir paredes completas de dibujos y posters, recordatorios nuestros. Me gusta más la ventana limpia y las cortinas “corridas” y lo digo a riesgo de que soy aprendiz de historiadora, que me gusta visitar la memoria, “tratar de entender” las razones o los motivos y que tengo una bolsa llena de "chucherías". Sin embargo, hace mucho tiempo comencé a pensar que todos debería levantar un movimiento de “medio borrón” (para comenzar por un punto al menos), no para quedar desmemoriados, sino como dice mi amiga Norma para viajar con carga más ligera sin eso que nos tortura, dispara, activa, quita el aire, se vuelve carbón en el techo y moho en la planta de los pies.  ¿Qué piensan?  Ah y antes de que lo digan, sí ya sé que me estoy volviendo un poco mentirosa (algunos comprenderán sobretodo con esto)

febrero 10, 2011

It's probably me

Tengo miedo de que me olvides,
el asunto es que no me sabías antes,
por lo tanto era olvido.
Sin embargo ahora, ahora ya ni siquiera
tengo la oportunidad de no ser olvido, porque
no somos, porque no fuimos.
No comprendo la razón de mis temores,
ah sí, es que tengo miedo que me olvides.


Algunos podrían asustarse de los días de neblina donde inclusive se desaparece y la luces solo sobreviven por su fuerza, o del frío páramo que te hace recordar que estás vivo por dentro pues vas congelándote inevitablemente, o quizá de la lluvia a las 9 de la mañana o del sol de 15 minutos a las 2 de la tarde que se repite día tras días dejando moho alrededor. Uno podría tener temor de tantas cosas, pero esas las que no se tocan son las más fuertes, las que dan vida o la quitan, las que ponen calma o profunda incertidumbre, las que hacen que unos junten manos y recen, que otros escondan amuletos en la bolsa o eviten pasar bajo una escalera  y le den las gracias a la postal del santo. Pero yo no.

Sí, hay ciertos sentimientos que probablemente son algo o nada, corazonadas o certezas no comprobables,  hay una parte de nosotros todos conformada solo por nuestra locura, nuestra muda lucidez, nuestra imaginación o verdad, eso es parte de lo que no permite que desaparezcamos en medio de la neblina, de la lluvia, de las distancias, de las intermitencias, de todo. 

Hay días que vienen a mi estas sensaciones en medio de todo como un déjà vu , como diría Sting y sus amigos, it's problably me.



If the night turned cold 
And the stars looked down
And you hug yourself 
On the cold cold ground
You wake the morning 
In a stranger's coat
No-one would you see
You ask yourself, 'Who'd watch for me?'
My only friend, who could it be?
It's hard to say it
I hate to say it 
But it's probably me

When your belly's empty 
And the hunger's so real
And you're too proud to beg 
And too dumb to steal
You search the city 
For your only friend
No-one would you see
You ask yourself, Who'll Watch For Me?'
A solitary voice to speak out and set me free
I hate to say it
I hate to say it 
But it's probably me

You're not the easiest person I ever got to know
And it's hard for us both to let our feelings show
Some would say 
I should let you go your way
You'll only make me cry
If there's one guy, just one guy
Who'd lay down his life for you and die
It's hard to say it
I hate to say it
But it's probably me

When the world's gone crazy, and it makes no sense
And there's only one voice that comes to your defence
And the jury's out 
And your eyes search the room
And one friendly face is all you need to see
If there's one guy, just one guy
Who'd lay down his life for you and die
I hate to say it
I hate to say it
But it's probably me
Written by Sting, Michael Kamen and Eric Clapton

enero 17, 2011

Yo me nazco

Puede ser que la mayoría de las personas lleguemos a un punto donde digamos, hemos envejecido. Esa certeza quizá significará que el cuerpo no será turgente, que los pliegues de la piel se habrían multiplicado, que escasean los cabellos, que los sentidos están transformados y que pensaremos que somos algo sabios y aprendidos, aunque un tanto necios (como si antes no lo fuéramos). 

Quizá y en varios casos se llevaran en los bolsillos la cuenta de los llamados éxitos con sus fracasos. Los pequeños secretos y las cosas que nos hacen miserables, grandes o medianos. Quizá la mayoría con hijos, algunos con carreras (aunque sean hacia el olvido), con cuentas, con alguna posesión aunque sea la polvera, pero finalmente historia. 

La vida que algunos venden, que otros han comprado o que bien nos han enseñado a la mayoría, no digo sea mala o buena. De ciertos lados siempre parece que debe estar resuelta con logros visibles y caídas ocultas, con verdades de ser buenos y maldades no asumidas aunque seamos grises. Así parece que vamos caminando en alguna dirección con cargas tomadas, asumidas, compradas, construidas y hasta inexistentes. Parece a veces que dejamos de vivir para vivir por otros, para asumir por otros porque a veces es más fácil, se tienen más pretextos y hasta más respuestas.

Tengo algo de esa vida, pero también de otra, que confieso me quiebra el cráneo y me gusta más. Esa que en algunas ocasiones puebla la incertidumbre, se cae derribada, se lame las heridas, se llora ciega, se duerme cansada, se mece apacible, se empuja como un huracán, es inconsistente e inadecuada, no acepta el convencionalismo aunque duerma con este, se hace y se repiensa, quiebra para no ser jamás la misma, hasta el día en que no pueda más... 

Como saben, me gusta la poesía y este post fue provocado por ella, por María Elena Walsh, escritora argentina quien murió esta semana. Ella escribía para jóvenes y niños canciones y poemas (Manuelita la Tortuga es una conocida). No soy joven y sin embargo me siento a la par. Esta mujer escribió sobre la vida, un pedacito compartido:

Playa de Sanur

"Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.
María Elena Walsh

enero 10, 2011

Down to Earth, Peter Gabriel

No tengo nada que ofrecer. Para quienes preguntan y los que no, hay mucha piedra, poco verde, vejación en las esquinas que llevan meses sin orden y no hay nada más que decir o leer. Hablemos de otros temas: ¡qué bien que hay música! Geova hace décadas me regaló lo primero de Peter Gabriel y ayudó mi pasión por el cine (hasta hoy). Nunca logró que yo comprara las cintas propias para reproducirlas porque siempre me daba copias de todo. Un poco de cine ya visto: Wall E, un poco de sentimientos vertidos en el callejón de Hanzel y Grettel, quizá con alguna esperanza que no sean comidos. Dos extractos en castellano, la letra completa en inglés y el vídeo.


"¿Pensaste que tus pies habían sido llevados a un límite por la gravedad del piso que te haló? ¿Sentiste que fuiste engañado por el futuro que escogiste?... Bueno, vamos hacia abajo(...) ¿Pensaste que escaparía de la rutina sólo por cambiar de guión y escena? A pesar de todo lo que has hecho por esto." 



"Did you think that your feet had been bound
By what gravity brings to the ground?
Did you feel you were tricked
By the future you picked?
Well, come on down
All those rules don’t apply
When you’re high in the sky
So, come on down
Come on down
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
Did you think you’d escaped from routine
By changing the script and the scene?
Despite all you made of it
You’re always afraid
Of the change
You’ve got a lot on your chest
Well, you can come as my guest
So come on down
Come on down


We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
Like the fish in the ocean
We felt at home in the sea
We learned to live off the good land
Learned to climb up a tree
Then we got up on two legs
But we wanted to fly
When we messed up our homeland
We set sail for the sky
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re coming down
Coming down to Earth
Like babies at birth
Coming down to Earth
We’re gonna find new priorities
These are extraordinary qualities
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re gonna find new priorities
These are extraordinary qualities

diciembre 25, 2010

New Soul

I don't forgive and I regret this, however I will try, I will do it harder than in the past, I can't promise to be success, because honestly I am very hurt, but how I said, I will try from now my best. Gracias... y para complementar lo dicho una canción de una chica "indie-folk" franco israelí (Yael Naim)
Hasta siempre, 
yo



I'm a new soul I came to this strange world hoping
I could learn a bit about how to give and take.
But since I came here felt the joy and the fear
finding myself making every possible mistake

La la la la la la la la...

I'm a young soul in this very strange world hoping
I could learn a bit about what is true and fake.
But why don't please trying to comunnicate
finding just that love is not always easy to make.

La la la la la la la la...

This is a happy end
cause' you don't understand
everything you have done
why's everything so wrong
This is a happy end
come and give me your hand
I'll take your far away.

I'm a new soul I came to this strange world hoping
I could learn a bit about how to give and take
but since I came here fellt the joy and the fear
finding myself making every possible mistake

La la la la la la la la
...

diciembre 17, 2010

Despedidas dobles: parte III y final, risibles


Tuve mis cinco segundos de riqueza. Acabo de regresar de Europa y no lo digo por más, sino porque justo tres días después recibí un correo en el que daban un número de tiquete de pago - oops-, cosa curiosa en ese momento estaba ordenando mis finanzas y sí tenía números de tiquete. Mi cerebro y yo, es decir ambos pensamos haber leído un número similar al del mensaje y además recórcholis iba coincidiendo con lo que tenía en la mano. 

A pesar de que conozco las historias del spam, en algún rincón mío se escondió la esperanza de que aunque no fuera jugadora, aunque este fuera año par en mi calendario personal -es decir de mala suerte-, me hubiese ganado un dinero. Tuve fe en que la suerte hubiese hecho trabajo silencioso como la muerte o la vida y finalmente sonriera de forma descarada para mi. Sí ya saben el desenlace, una mentira completa parte del eterno fraude de la red.

Hablando de esas tierra y considerando que no es la primera vez por esos lares, en esta ocasión me ha acompañado el disgusto, no lo traía conmigo, me lo fueron endosando despacito, yo por supuesto me dejé y ojo, no es asunto de mi ánimo o de mi condición cualquiera. Quizá lo atribuyo a que semejante tierra que lleva  nombre de mujer me ha quitado amigos, me ha dejado botada, me ha engañado con su lotería, me ha atrapado con sus controladores españoles y como ando algo victimista, he comenzado a pensar que no tiene espacio ni para mis visitas. Ah bueno, se me olvidó decir que me surraron algo así como sudaka en la calle. Uff y vale que "soy blanquita, alta y se dar las gracias"

Despedidas dobles: parte II, resumen de imágenes incompletas - mares distintos





Dobles cierres: parte I, Desde adentro

El Tríptico del Jardín de las Delicias cerrado, El Bosco
Pareciera que, todo en la vida es solo seguir, como si ese remolino invisible obligara. Así es como se va dibujando o desdibujando, sea por decisión o por inercia. Se puede berrinchar, gritar, llorar, morir de a poquitos por dentro o por fuera, no ser jamás los mismos, correr las calles deseando en silencio, haberse perdido y no encontrado más. De cualquier forma que lo pensemos, aunque no podamos con nuestro propio cuerpo algo nos obliga y, ¿qué mas nos queda? salirse a la fuerza o continuar. Aún resta esa decisión por descifrar.

Y por ahora, cranear o mirar el Jardín de las Delicias abierto que hay mucho por decir.
 
 


diciembre 07, 2010

Cuadernos sueltos: Sin noticias nuevas

Cuaderno I
He sido: tres años, líquidos, efímeros, de intervención puntual
He sido: nada, un sin nombre.

Cuaderno II
Mi ciudad sigue cambiando.
Ya no soy la misma humanidad.
Debería estar sonriendo.
Debería.

Cuaderno III
No es un cuento nuevo
todos sabemos que si
nos sentamos suficiente tiempo en la banca del parque a mirar, 
pasará
     el loco del pueblo,
     la anciana del largo bordón,
     el hombre viejo que pasa la mano sobre el joven muslo,
     el barrendero que asalta las colillas de las calles,
     los perros con y sin nombre,
     los insectos cortos o largos, vividores o buscadores, 
     cucarachas y hormigas -todos ocupados por igual-    
Todos sabemos que si nos sentamos suficiente tiempo en la banca del parque a mirar,
se nos podrían juntar los vivos y los muertos y no podríamos tomar hacia ningún lugar,
el remedio sería dejarse atrapar por todos, total nadie lo nota.

Cuaderno IV
Diego el Cigala en el reproductor, otra vez con el Bebo en 
Si te contara

diciembre 01, 2010

Mi espacio público

Mi ciudad está derruida
no sirven los planos,
no hay planes,
no hay proyectos de largo plazo.

Las calles con huecos
las basuras vertidas,
los perros deambulan.

No veo recursos, tengo
mis dudas grandes,
gordas, frías.

Sé que debo intervenirla,
rescatarla, reconceptualizarla.

Esto no es urbanístico,
administrativo o financiero.

Sé que, volver a construirla
me llevará a leerla otra vez,
sin embargo, a hoy,
aún no tengo manos, ojos, aliento
o respiro para ponerme(la)
de pie.

A hoy, busco en cualquier lugar para que,
lo que queda no se haga más polvo.

Sí, así está mi ciudad derruída.