
Cuando me preparo para una empresa titánica dígase algo que va a exigir mis fuerzas, amarro energía a mi cintura de fuentes que desconozco. Trabajo más de lo que requiero (como calvinista me dijeron un día de estos). Me las ingenio para según yo estirar las manos como malabarista e ir atrapando o sosteniendo a la distancia cosas. Duermo poco. Me alimento más mal y disfruto como enana. Sin embargo, llega a un punto donde ya vivido, ya hecho, ya cumplido, ya gozado, ya sentado solo quiero regresar al sitio de partida. Regresar a casa (donde esta sea), sabiendo que es posible porque realmente al otro lado se encuentran otros haciendo que yo pueda estar en esta cara del mundo.
Hola. Gracias por el link. Linko tu blog ahora mismo en el mío.
ResponderEliminarEstaré por aquí.
Abrazos.
No puedo linkar el feed... No funciona :-(
ResponderEliminar