Trabajar individualmente puede ser complicado por la limitación de "uno solo". Trabajar en pequeños grupos puede ser complejo propio del "estire y encoje" de cualquier relación o propuesta ya sea por la suma de intereses, direcciones, condiciones. Trabajar en una comunidad es un reto completo a todos los niveles.
La Unión Europea y la Comunidad es la historia de una relación compleja y rica no solo en recursos, sino en personas, en prácticas, en intereses, en culturas e historia, por mencionar elementos.
Hablar de la UE significa intentar comprender el "motor" y los "motivantes" detrás de la misma. Es la apuesta para "bien y para mal" de un proceso de largo plazo, en el cual apenas intentan (se admita o no) convivir, comprender y poner en práctica el "derecho comunitario".
No quiero hacer del post una oda a la unión, pero sí quisiera dedicar algo de espacio aunque sea somero a uno de los retos que han saltado nuevamente a flote la economía y la información.
Hay serios problemas en los países de la Comunidad, en la capacidad de respuesta de las estructuras de la Comunidad, en las potestades de la Comunidad y sobretodo en la información (confiable en principio) de la economía y sus países.
Europa está de crisis, ¿desde cuándo? esta que llamaríamos sostenida y no así reciente, se remonta a titulares de hace un poco más de dos años cuando en junio del 2007, saltaban a la vista las diferencias de la expansión hacia Rumanía y Bulgaria, las exigencias de Gran Bretaña respecto a su reembolso económico o la "tensa calma" alrededor al proteccionismo agrícola francés.
La situación reciente de Grecia, en dónde los titulares del New York Times pusieron a flote (por llamarlo de alguna manera, al hecho de enterarse de la economía europea en páginas estadounidenses) el tema de la inversión bancaria de EEUU. a la economía helénica durante el 2001 y el actual déficit del 12.7% del PIB, números algo alejados del 3% pactado o del 9% reportado. La historia no termina allí y si el país está quebrado la pregunta sería ¿Cómo está España?, pues la situación borra casi del mapa a la dura realidad de Irlanda y de Portugal
España si fracasa no será "un desastre" será "el desastre" para la zona del Euro por su peso económico en la región, el monto de población, el desarrollo que ha tenido en más de una década, los compromisos adquiridos en la comunidad internacional, en ámbitos tales como cooperación para el desarrollo, ambiente, seguridad alimentaria, relaciones políticas con latinoamérica, remesas, asuntos que son parte del paquete.
Aquí lo que asusta es la predicción de los maestros de la economía mundial y los indicadores señalando un crecimiento de los países desarrollados ante una España aún en recesión, la bolsa de Madrid en crisis y con un pánico apocalíptico anunciado por los datos: desempleo del 22.8%, déficit proyectado del 12% del PIB, la política monetaria única de la zona, la burbuja inmobiliaria y la tensa situación del país por la inestabilidad generalizada.
Grecia y España no son el primer caso de problemas en la veracidad de la información económica, de la alteración de los números y los datos, de intervención del gobierno central en las estadísticas, de la forma ficticia de crecer de las economías son parte del mapa mundial.
Las preguntas que caben serían: ¿Qué se requiere entonces para tener economías sanas? ¿Cuáles son las fuentes confiables? ¿Cada cuánto hay que monitorear el mercado? ¿Cuál es la mejor forma de intervenir? son cuestionamientos que conforman la "bolsa" de interrogantes a temas económicos. Sin embargo, siguen siendo los vaivenes de la economía un mundo "vedado" y solo para algunos, pero con problemas reiterados para todos y sin respuestas claras. ¿Cómo terminaremos?