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enero 20, 2024

Des/varios a partir de un trabajo que estoy realizando para homenajear a Phillis Wheatley, mi trabajo "La Sanadora"

una acontece en este mundo en un parpadear

abres los ojos y eras niña, 

cierras los ojos y te enamoraste una, dos, tres, cuatro, cinco, y quisieras cien veces más

abres los ojos y comenzaste a respirar con la fragilidad de la vela en medio de una corriente de aire

cierras los ojos y  te convertís en esquirlas: pasas por cerveza, conversaciones, papas baratas en un bar, pretextos de llamada o mensaje, psicología, quizá intentos de psicotrópico, búsqueda de armonías, idealización del equilibrio, revelaciones de fantasmas, 

¿qué se usa ahora? pregunta de persona oxidada

abres los ojos en medio de la habitación de 10.000 metros cuadrados, no hay nadie, una ventana, 7 celosías, un eco y los depósitos de afectos desaparecidos, quizá quedan dos, tres, no más de cinco entre difuntos

he aprendido una palabra "ghosting" y posteriomente tres más "gaslightin" "curving", orviting ¿acaso no será más sencillo y valiente con nosotros mismos solo vocalizar y partir?

sucede y acontece que en un abrir y cerrar, dejamos de ser peques, adolescentes, jovenzulos, con suerte seremos adultos, los más "puristas" serán adúlteros o deseantes, seguiremos buscando, encontraremos pretextos, sacaremos a pasear la locura en forma de mat de yoga, caminatas, bicicleta o algún pretexto, paso

sumaremos más de lo de antes y con suerte, con mucho trabajo menos de eso: aprendimos a restar

somos pequeños, tiranos, egoístas amistosos y olvidamos que dentro de un par de décadas quedará solo la imagen 




septiembre 30, 2023

Robert Frost : The road not taken " (1920) o lo que es igual "una canción" (poema) sobre tomar riesgos y decisiones

Hace mucho tiempo lo tengo claro, me molesta tener claridad y tener esperanzas, me molesta más preguntarme por qué tengo esperanzas, más allá de eso preguntar ¿por qué dejaron morir las esperanzas? o ¿sería yo que las puse a morir? 
Lo que acabo de escribir aplica a varias ventanas abiertas y sé, que "Two roads diverged in a wood, and I took (or I was pushed to) the one less traveled by. And that has made all the difference"
"Two roads diverged in a yellow wood
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I-
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.

julio 31, 2018


"Look at me standing 
Here on my own again
Up straight in the sunshine
No need to run and hide
It's a wonderful wonderful life
No need to laugh and cry
It's a wonderful wonderful life..."
theme song for Peaky Blinders, Wonderful life by Black

Es el mes de Dorothy, cumplió años el día 7 del mes 7. No tuvo zapatos rojos, ni con cordón de plata, como lo dice el cuento (ese vínculo entre lo material y lo espiritual - lo físico y los astral)  

Tuvo Dorothy a Shigeru Umebayashi durante días en el ordenador. Tuvo torta esponjosa, flores hermosas, frescas, vivas; llamadas, mensajes de rutina por recordatorio del calendario, también por cariño y por voluntad. 

Dorothy se despertó más vieja, más agotada, ni más sabia, ni más lozana, ni más delgada, ni más bronceada. Despertó, respiró fuerte, no fue a clases, ni se bañó temprano, no brindó por las noches con las viejas o nuevas amistades. Se dejó llevar, miró como hacían su torta de cumpleaños, recibió la bendición materna de la hora de nacimiento, su padre olvidó la fecha (se olvida hasta de su propio día, aunque recuerda todo). No recibió la última nota de su única tía, que religiosa como relojero escribe, ella no está bien, asumamoslo de una vez. La arroparó: su familia, su pareja, algunas gotas ricas de agua. Agradeció las llamadas breves, que no dejan los silencios y sus vacíos o bien esas amistades que a veces ya no tienen más que decir. Los detalles del primer mensaje del día, y del último del mes. Estaba, es feliz, insatisfecha y agradecida de esta tremenda y demasiada corta vida, que a veces pesa, que a veces vuela, que es insuficiente, que no le quita el vértigo de la barriga. 

Ha pensado ella, si colocarse ácido hialurónico, botox o alguna cirugía, pero de las tres, la última no es una opción. Como un gato, se ha dejado llevar en las olas del mes, con caricias en el lomo, con perezas en la cama, bajo cobijas durante las lluvias, con esa especial gana de estar en silencio, ausente, leyendo, mientras balancea la cola, los pensamientos, la vida en espera, espectante del siguiente paso.

Ha vivido un mundo completo entre abrir y cerrar el ojo derecho e izquierdo (más gacho uno que el otro). De pie sobre sus dos piernas mira la cola del camino de ladrillo que dejó atrás; de frente, las luces de la ciudad esmeralda, con gente viva y muerta, algunos mejor olvidados, algunos extraviados, y otros por conocer. 

Viva el mes que marca la mitad del año. Al cerrar apetece una sangría oscura, una lluvia continua, un regazo tibio para acostarse (demasiado de Jane Austen), un viento leve, un sol de tarde de domingo, un aroma de zacate y lluvia con mirto... solo eso, todo lo demás está aquí conmigo y en mí. 

Feliz cumpleaños para cada día, para cada uno que lee esto, para cada persona en su viaje por Oz.

https://youtu.be/jMMUgnf2E9c

mayo 17, 2018

Alguna vez fue así - Bendetti

No crean que ando de nostalgias, es que estoy borrando el buzón de borradores del blog (todo con B)

Otro post viejito este fue del día mismo en que murió Benedetti. No sé como lo dejé pasar, eso fue un 17 de mayo del 2009 aunque para mí sería como un agosto. No hay más que decir, La tregua, ese libro escrito como diario. 

"Domingo 16 de junio

No me besó. Yo tampoco tomé la iniciativa. Su rostro estaba tenso, endurecido. De pronto, sin previo aviso, pareció que se añejaban todos sus resortes, como si hubiera renunciado a una máscara insoportable, y así como estaba, mirando hacia arriba, con la nuca apoyada en la puerta, empezó a llorar. Y no era el famoso llanto de felicidad. Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero, cuando además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad. Así era el llanto de ella. En este rubro no me engaña nadie. 

«¿Ya pasó todo?», pregunté. «Sí, pasó todo». Era mentira, pero ambos comprendimos que hacía bien en mentir."

abril 20, 2018

Haruki Murakami (este fue un post olvidado del 2010)

Hace días terminé el libro... es profundo y sencillo, es cotidiano y vivo, tiene una tristeza atada y un sinsentido guiado.

I once had a girl, or should I say, she once had me...
She showed me her room, isn't it good Norwegian wood?

She asked me to stay and she told me to sit anywhere,
So I looked around and I noticed there wasn't a chair.

I sat on a rug, biding my time, drinking her wine,
We talked until two and then she said: "It's time for bed"

She told me she worked in the morning and started to laugh.
I told her I didn't, and crawled off to sleep in the bath

And when I awoke, I was alone, this bird had flown
So I lit a fire, isn't it good Norwegian wood.




abril 12, 2018

Por estos lares

A ritmo lento... eso intento. 

A retornar a pequeñas cosas: este blog por ejemplo.
A las ganas de dibujar: empatinada completa. 
A dejar el pretexto y retomar el ejercicio.
A escuchar música al azar (mi compañera de toda la vida) 
Una cosa más: retomar lectura


https://youtu.be/GF1EAQfC_yk

enero 20, 2018

En la lentitud del ser

“Todos los pozos profundos viven con lentitud sus experiencias: tienen que esperar largo tiempo hasta saber qué fue lo que cayó en su profundidad.”  Friedrich Nietzsche

Diciembre, en algún momento antes de navidad, todos caminábamos al ritmo que nos permiten los embotellamientos de la ciudad que es extensa (hay que alejarse del centro, vivir allí es oneroso, el condominio es solo para los que se endeudan de verdad).

Sea que se va pie, en autobús, motocicleta o automóvil; cada uno de nosotros está preocupado, la mayoría corriendo como el conejo de Alicia, a veces lo amerita a veces solo te lleva el ritmo de la marabunta.

Yo corro también, todos al decir verdad nos saltamos a los “lentos” a los invisibles, que déjeme decirle no son los niños pequeños o los adolescentes atrapados por los auriculares;  son los adultos que aún independientes o con alguna ayuda mecánica, deben superar sus propias limitaciones de edad, subir esas gradas de autobuses que tienen entre 30 y 40 cm de alto de las aceras, quienes caminan con sus bastones de una o tres puntas sorteando los huecos de las zonas de paso peatonal, a quienes quieren arrasar durante la lucha por cruzar en las aceras tapizadas de huecos, bolsas de desecho, puestos de venta, agua y lixiviados, gente urgida de su siguiente parada.

Las calles son junglas, eso escuché alguna vez, no recuerdo donde; no sé si es la mejor metáfora. Lo que sé es que mi ritmo urgente a cualquier lugar hace que no se vea al hombro, al de la par, excepto si este representa una limitación para el propio desplazamiento, léase: estorba. No importa, si el país en que se vive, tiene una legislación; si cuenta con cuotas para parquear, o para asientos en el autobús, descuentos del 5% en el supermercado o en el teatro. Pasa porque después de décadas de riqueza o estreches, presencias y ausencias, de abandonos, de sortearse la vida, de sobrevivir a la violencia, a los hijos (si los hubo), a los dramas, a la propios ausentes, la gente importe.

https://youtu.be/SYUgGs9IStY 

"Old man look at my life,
Twenty four
and there's so much more
Live alone in a paradise
That makes me think of two.

Love lost, such a cost,
Give me things
that don't get lost.
Like a coin that won't get tossed
Rolling home to you."


enero 10, 2018

Susan Sontag y "varianzas" de por qué escribo

"Escribir consiente , a fin de cuentas, en una serie de licencias que uno se da a sí mismo para ser expresivo en ciertas formas. Para inventar. Para saltar. Para volar. Para caer." Susan Sontag

Ella (Sontag) expresa algo que que no sabía resumir. ¿Por qué escribo? ¿De quién escribo? ¿Por qué aun no abandono un espacio que uso tan poco? ¿Qué esperar?

Desde que tengo memoria, me contaron historias (y yo las imaginaba), estaba jugando por ahí (y me iba a buscar los mapas hechos rompecabezas para saber más, para buscar pistas), leía como si se acabara el mundo, como si fuera a devorar esas gominolas de azúcar industrial que, me gustan. Me atreví con el blog (espacios que digamos se leen cada vez menos -pues hay que buscarlos-, ellos no nos buscan como otras redes sociales  o te sugieren con sus famosas "cookies" la "tendencia"). Al punto, inicié esto porque quiero decir/contar (como todos nosotros- verdad de perogrullo-), fue hacer público temas personales, no de análisis político o internacional, no de derechos humanos, no de trabajo; solo aquello que podría mover o conmover, cosas que me encuentro por ahí, tonadas que se pegan en la piel o en la cabeza como discos de acetato rayados y cuya aguja no pasa más allá.

Escribir para mí, es ese ejercicio de organizar ideas, cuando se es caótico o disperso como yo, es ver personas por la calle y preguntarse la historia de la historia que les llevó donde están; a veces será hiperbolizar, imaginar un hilo completo, producto de una mano sobre otra, de una escupa en la acera, de la basura que no sabemos recoger, de los deseos que se escuchan en la hora del almuerzo o de esos encuentros de amistades cada vez más exiguos, quizá de la conversación telefónica que una es depositaria, al hacer uso del transporte público.

En mi caso y seguramente de millones de personas, no es pretender un reconocimiento tipo Pulitzer, o un premio por los 700 versos escritos en tiempos verbales ya pasados de moda. Ni siquiera espero que alguno de mis lectores lean mensajes ocultos de situaciones de vida que me suceden. No es acerca de mí y sí. Ni si tengo un "roomie cachondo" o una cocinera estupenda a la mano, si fui a la playa, si tomé un vuelo de huida a un nuevo sitio y me tomé la foto con los azules más espectaculares. Es acerca de como vemos el mundo, como veo el que ve o el que nos ve. Como interactuamos. Es el espacio para saltar y caer. A poco cada uno de nosotros no ha pensado en graficar algo y solamente no se ha atrevido a hacerlo.

Gracias por acompañarme en este 2018, espero tener historias de manera más frecuente. Enredarme menos y tirar líneas.

Abrazos,

octubre 31, 2017

Muerte en el olvido - Ángel González

Se me fue el mes sin publicar, con algunas cosas en el horno pero bueno hoy ha sido un hermoso día, hemos crecido un poco más. Gracias

Les dejo con un fragmento que puede ser interpretado de varias formas, en lo personal es acerca de nuestro imaginario del otro, lo cual es una forma hermosa de vernos.

"Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso..."

septiembre 20, 2017

Entre los diez, los veintes, los treintas y demás (tanto por decir, me quedo aquí)

Entré tarde a Soda Stereo, pero no lo suficiente para perdérmelos, realmente fue al separarse el grupo cuando le encontré el sabor. Se dejaban, sin embargo estaba Cerati y con él mucho más sensaciones. Ahora son parte de mi música de cabecera. 
Por si se pregunta alguna persona, la respuesta es: sí hay una canción para cada uno/a, les toca averiguar cuál, claro si ponen atención a las letras. Feliz septiembre, ya equinoccio de otoño a la puerta.













diciembre 11, 2016

Jaime Sabines -Soy mi cuerpo

Alguna vez en algún lugar así hemos estado todos.

Soy mi cuerpo

"Soy mi cuerpo. Y mi cuerpo está triste, está cansado. Me dispongo a dormir una semana, un mes; no me hablen. 

Que cuando abra los ojos hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían. 

Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío. Échenme encima todo lo que tenga calor, las sábanas, las mantas, algunos papeles y recuerdos, y cierren todas las puertas para que no se vaya mi soledad. 

Quiero dormir un mes, un año, dormirme. Y si hablo dormido no me hagan caso, si digo algún nombre, si me quejo. Quiero que hagan de cuenta que estoy enterrado, y que ustedes no pueden hacer nada hasta el día de la resurrección. 

Ahora quiero dormir un año, nada más dormir."

agosto 20, 2016

Eunice Odio

No sé por qué, pero la leo solo después de muchas semanas juntas, una página, luego la vuelvo a dejar en el estante de importantes ya leídos y que jamás serán archivados, a pesar de que aún me faltan páginas en los tres tomos de sus obras completas.

Yo quisiera ser niña
"Yo quisiera ser niña
para acoplar las nubes a distancia (...)
Para ir a la alegría por lo pequeño
y preguntar,
como quien no lo sabe
el color de las hojas
Cómo era? ..."
Tres canciones de soledad
"Escucha ese silencio,
Es un silencio anclado, (...)
Escucha ese silencio
que se pega a tu carne,
Es un pasar de humo a tu costado (...)"

Declinaciones  del monólogo
I
"Estoy sola,
muy sola,
entre mi cintura y mi vestido
sola entre mi voz entera,
con una carga de ángeles menudos
como esas caricias
que se desploman solas en los dedos.
En mi pelo, a la deriva,
un remero azul,
confundido,
busca un niño de arena,
Sosteniendo sus tribus de olores
con un hilo pálido,
contra un perfil de rosa,
en el rincón más quieto de mis párpados
trece peregrinos se agolpan."

stand getz y bill evans 

julio 20, 2016

Pobreza - Patricia Olascoaga


"La poesía también es una dinamita de bloques mentales"
Patricia Olascoaga 


Me ha costado encontrar algo de ella pero lo logré. Ella es uruguaya, pero según cuentan sus rastros, vive en Valencia desde hace décadas y escribe poesía crítica.

Pobreza

Detrás de una camiseta de tres euros
hay dos pobres:
el que compra
el que cose.
Cada uno en una parte del mundo.
En el medio el explotador,
que une la necesidad de dos pobrezas
en su beneficio.

Como Olmos

No es tiempo para el desánimo o la desidia.
Habremos de enraizarnos como raíces 
para que las esperanzas sujeten la alegría
en un abrazo de utopías.
Habremos de enraizarnos como presentes 
para que las raíces sujeten la rebeldía
en una transgresora muchedumbre de insurrectos.
Habremos de enraizarnos  como olmos a la vida
en el gesto insobornable
en el acto de abrazarnos 
en el guiño a la luciérnaga
en el hecho hecho de hogaza y agua
en la mesa compartida donde el nombre que importe
sea nosotras, 
enraizadas en los vientres en parto
como olmos bajo la lluvia
sujetando tierra en el secano 
en este campo grande de la vida.

julio 10, 2016

From Steve Handy

Esto me lo regaló Steve hace ya quince años atrás. La tinta se ha movido un poco, todo lo demás se mantiene. Él trabajó por un tiempo con el Cirque du Soleil  en Toronto (mi primera ciudad) Fue escrito por uno de los creadores y describe como él quería que las personas experimentan el circo... Por mi parte como un geyser...con un año más y las zapatillas de Dorothy.

"Close your eyes and follow the visionary flood of intuitions that runs through you like a subterranean stream so long ago blocked and damned and diverted. Burst the barrage and let the torrent sweep you in. It´s sunny till joy and bliss wash over you and emotions gush like a dormant geyser finally awakened."

abril 20, 2016

Poesía desde Colombia. Jairo Anibal Niño

Fue Cristina la que me regaló un libro de Jairo Anibal Niño, desde entonces al menos una vez al año lo visito. La poesía, esa forma de construir en pocas líneas, de decir, de principio y fin. Lo traigo hoy debido a que Iraide se puso a incluirme en una de esas cadenas donde se comparte de manera desenfada y sin egoísmo.

El día de tu santo

El día de tu santo
te hicieron regalos muy valiosos:
un perfume extranjero, una sortija,
un lapicero de oro, unos patines,
unos tenis Nike y una bicicleta.
Yo solamente te pude traer,
En una caja antigua de color rapé,
un montón de semillas de naranjo,
de pino, de cedro, de araucaria,
de bellísima, de caobo y de amarillo.
Esas semillas son pacientes
y esperan su lugar y su tiempo.
Yo no tenía dinero para comprarte algo lujoso.
Yo simplemente quise regalarte un bosque.

¿Qué es la tristeza?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.
Vista

Los cerros
tienen un color
de música dorada.
Una niña ciega
camina erguida y con pies sabios.
Su bastón es un pájaro blanco
revoloteando en su jaula de sombras.
Los cerros suenan a crepúsculo
y la ciega no se pierde de vista.

febrero 20, 2016

Antonio López García, España

Como niña con juguete nuevo, ese no esperado, ese que se abre frente a vos como un mundo que escapa a la mano, al ojo, al entendimiento, que sabes que es, pero no puedes aún palparlo, ese que sorprende, así me siento. Gracias a mi profesor, descubrí a Antonio López García, ¡es una maravilla! y ahora quisiera estrecharle, tomarme algo caliente con él, verle hacer, sentirme enamorada.

Cuando alguien hace de un dibujo (esa "simple" representación bidimensional) algo que parece una fotografía, cuando detalla movimiento en cada punto, la natural perfección en un retrato en el que no dudas que sea la persona, cuando tienes que detenerte a contemplarla, a ver que te dice; eso es destreza, coordinación corazón-mano-ojo-cabeza.  Saber leer, saber plasmar, saber la luz de donde viene y hacia don de va: es un maestro y no se diga que es un "viejo formalismo el saber dibujar."

Sé que he sonado como una fanática incontenida pero si miran estos dibujos entenderán la maravilla de quien está detrás de ellos y con estos. y, esto no acaba allí, hay escultura, pintura, hay tanta vida en el cuerpo que ya tiene ochenta años (¡qué inspiración)
Restos de comida, 1971


Hombre operado, 1969


Estudio con tres puertas, 1969-1970

mayo 20, 2015

He aquí que tu estás sola, Jaime Sabines

Fui a encontrar a Sabines ya crecida,con años sobre mis hombros, nueve le faltaban a él para morir. Sí está muerto, aún así, no dejo de enamorarme, de leerlo, si supiera cuantas veces me he sentado aquí para mirarlo se sorprendería, pensaría que casi es un acoso. Sencillo, irónico, doliente, amor, ese es Jaime Sabines, a mí me apetecía que me visitara aquí, que se quedara.

He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas
y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra, a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.
En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos.

abril 30, 2015

La belleza de lo perdido

Si están por Costa Rica, este 30 de abril a las 5:00pm, lleguen al Instituto de México, pues será la inauguración de una bella obra, del ejercicio de querencias, de perdidos y encontrados, de "un viaje personal" individual y colectivo.

Jimena Granados, artista visual, ceramista, soñadora, viajante mexicana (entre otras cosas), con  el apoyo de Jahel Palmero y por supuesto con el patrocinio del Instituto de México, se tomaron la "molestia" de montar un taller y exposición donde se encontraron, una mixtura de personas entre la danza, el teatro, la gestión educativa-artística, el arte, la lírica y el deseo de experimentar.

Es así como se abre paso a una exposición con elementos conceptuales muy personales y cotidianos, una forma de contar/vivir de manera individual y compartida. Vayan
 

Jahel Palmero y Jimena Granados 
Obra de Jimena Granados 



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"y me cuidas
y me cubres/ 
me abrazas 
en la lluvia/ 
yo/ con pies descalzos"

De H. Jiménez
Imágenes del archivo personal

De H. Jiménez 
Imágenes del archivo personal
H. Jiménez
Fotografía del archivo personal

marzo 30, 2015

El llanto de las cosas, Roberto Sosa 1930-2011

En mi haber se encuentran historias cortas, intentos de poemas sobre mujeres, unas fuertes, otras débiles -¿quién ha dicho que ser fuerte o débil es un continuo sin descansos?-, pero colocarlas a veces en ciertos espacios podría sorprender de manera un poco extraña, incómoda, y tal parece que a una inmensa mayoría no le gusta la incomodidad, el confrontar no está en la lista de "por hacer" aunque a veces se deba,  pareciera que abordar ciertos temas debe ser "lateral". La palabra conflicto asusta y pensamos en asesinatos sin sentido o violencias oscurantas... en fin, hay tanto por decir en esta vida, cosas que se repiten una, dos, cientos de veces y sociedades nuestras marcadas por sucesos y acciones repetitivas en los espacios menos impensables. 

Por otra parte, hay personas que saben decir de la forma "más bella" lo que puede ser duro. La poesía es una de esas formas. Esa palabra breve, trabajada, que no es producto de sentarse y "boom" cayó la inspiración...-¡qué tontería!-; esa palabra trabajada  y mucho, no por eso significa sudores de horas, o humores de minutos o la acción de cinco palabras bien puestas. El ejercicio de escribir es una acción "mágica", extenuante, libertadora, imaginario fractal, de creación desde lo conocido y no, es la maravilla de saber decir estoy vivo.

Un autor hondureño, por ocasiones es necesario visitar los idos, un maestro de la pluma. 

Roberto Sosa 

Mamá
se pasó la mayor parte de su existencia
parada en un ladrillo, hecha un nudo,
imaginando
que entraba y salía
por la puerta blanca de una casita
protegida
por la fraternidad de los animales domésticos.
Pensando
que sus hijos somos
lo que quisimos y no pudimos ser.
Creyendo
que su padre, el carnicero de los ojos gateados
y labios delgados de juez severo no la golpeó
hasta sacarle sangre, y que su madre, en fin,
le puso con amor, alguna vez, la mano en la cabeza.
Y en su punto supremo, a contragolpe, como desde un espejo,
rogaba a Dios
para que nuestros enemigos cayeran como gallos apestados.

De golpe, una por una, aquellas amadísimas imágenes
fueron barridas por hombres sin honor.

Viéndolo bien
todo eso lo entendió esa mujer apartada,
ella
la heredera del viento, a una vela. La que adivinaba
el pensamiento, presentía la frialdad
de las culebras
y hablaba con las rosas, ella, delicado equilibrio
entre la humana dureza y el llanto de las cosas

diciembre 20, 2014

Nostalgia del Bosque de Arquímedes González Torres, Nicaragua

Nicaragua, ese país que tiene tanto que contar... quiero copiarles algo de un escritor que es una joya, quien fuera elegido por el Instituto Goethe de Alemania como autor emergente de Centroamérica y de ahí traduce al alemán su obra.

Nostalguia del Bosque.

Dicen que maté a esos niños, pero juro que no.

Los cráneos encontrados en mi casa los descubrí en el bosque un día que recogía madera. Recuerdo que caía una llovizna leve, de esas que no empapan.

Me adentré en el bosque y fui a la colina en busca de pedazos de madera porque soy escultor y obtengo mi material de ramas caídas para cortarlas, tallarlas, pintarlas y vender figuras en el centro.

Iba con mi bolso en el que guardo el serrucho y de pronto, tropecé con un pequeño promontorio.

Bajé la vista y ahí estaban: dos cráneos semienterrados sin cabellos ni el resto de los huesos. Los recuperé y los miré largo rato, pensando qué hacer. Confieso, fue mala idea traerlos a la casa, pero no imaginé que a esos niños los habían matado porque ellos me contaron otra cosa.

Les quité la tierra y el lodo acumulado. Tenían mala dentadura, los cepillé y los acomodé en la mesa de noche. Me senté en el sillón y los observé. Cansado, los coloqué en la repisa y al día siguiente, ahí estaban.

Ya no estaba solo.

Al principio no hablaban pero se les quitó el susto de ser encontrados y de poco soltaron palabras. Uno se llama Ignacio y el otro José. Huyeron de su madre y se vinieron a la capital en donde se sentían felices de estar libres de maltratos.

Pero las malas amistades los arrastraron a los barrios más peligrosos y ahí conocieron a otros niños sin inocencia. Olieron pega y de tanto hacerlo, se les olvidaba comer y con los años no recordaban ni los nombres de sus padres.

Robaron en viviendas cercanas, los atraparon y les dieron palizas porque la Policía no podía detenerlos, sin embargo cada día se hacían más fuertes y experimentados. Corrían detrás de una mujer y zas, le quitaban la cartera o esperaban que sacaran el dinero y chas, se lo arrebataban o seguían a su víctima y pum, le daban de golpes, bangán, de patadas y le quitaban los zapatos, la camisa y los pantalones para cambiarlos por pegamento.

Fue Ignacio el que enfermó. Del ayuno estaba enflaquecido. No le quedaban fuerzas y José se esmeraba en cuidarlo. En las mañanas José salía en busca de algo qué robar, regresaba con la pega y le daba al hermano para reconfortarlo.

En la pocilga donde vivían con los otros diez muchachos, José descubrió que abusaban de Ignacio y eso no lo soportaría. Suficiente habían aguantado con su padrastro.

Se fueron de ese horrible tugurio y se quedaron en el bosque. Pero Ignacio en la intemperie se puso peor, con fiebres y vómitos de color negro y un día, José no logró despertarlo y se quedó junto a él consumiendo los cuatro vasos de pega que había conseguido dos días antes.

José se sentía muy mal por la muerte de su hermano y le dio por no comer. Robaba, compraba pega y corría al bosque porque al tardar, los zopilotes y perros aprovechaban para arrancar y devorar una mano, un brazo o una pierna de su hermano.

Un día, José descubrió que había muerto.

Por muchos meses la pasamos alegre haciéndonos compañía, sin embargo una mujer lo estropeó todo. Vino a buscar una de las piezas que me había encargado.

Ignacio y José oyeron golpes en la puerta y me gritaron:

—¡No la dejés entrar!

Pero no hice caso.

Al ver los cráneos su expresión fue de espanto, pero la tranquilicé:

—Son Ignacio y José —le dije presentándolos.

Me denunció a la policía y desde hace dos años estoy en esta celda insistiendo en mi inocencia y padeciendo, porque me alejaron del bosque, de Ignacio y José.