Fotografía archivo personal, 2016 |
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enero 30, 2016
A medio camino de esta vida
noviembre 02, 2015
Día de Muertos: Solo la muerte de Pablo Neruda
Han sido días de hacer y parte de ese hacer "es culpa del día 2 de noviembre, esa fecha que nos recuerda un sincretismo religioso maravilloso, una forma de ver la muerte con amor, de recordar a los idos con igual cantidad de amor, un deseo de una mejor vida. ¡Lindo día!
Papel picado |
Equipo cortador, picador, aramador |
Solo la muerte
"Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel del alma.
Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido de perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra,
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos;
la muerte está en la escoba,
en la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante."
junio 10, 2015
Desidia
el cuerpo me pesa
son las 10:09 minutos
aún no despierto de estar despierto
no hay resaca
ni un poco de ron en el cuerpo
nunca me ha gustado ese dulcete
jazz
como las letanías de la iglesia
no me persigné en las honras fúnebres
no me confensé a nadie
la muerte
es eso, muerte sin otro nombre o ropa
no aprendo a resignarme
la mosca contra el vidrio
se golpea hasta encontrar el orificio por donde salir
o quedar atrapada con suerte
en una telaraña
la inanición no es opción.
irónico
cada vez que me meto un bocado frito
que veo una obra exhibida en el museo del prado
o me da la espalda un morenazo de cabello obscuro y liso
una moto vespa
tus hijos
me da envidia de estar muerto
______________
Donde estés espero sea tibio,
Para jwj.s.
marzo 30, 2015
El llanto de las cosas, Roberto Sosa 1930-2011
se pasó la mayor parte de su existencia
parada en un ladrillo, hecha un nudo,
imaginando
que entraba y salía
por la puerta blanca de una casita
protegida
por la fraternidad de los animales domésticos.
Pensando
que sus hijos somos
lo que quisimos y no pudimos ser.
Creyendo
que su padre, el carnicero de los ojos gateados
y labios delgados de juez severo no la golpeó
hasta sacarle sangre, y que su madre, en fin,
le puso con amor, alguna vez, la mano en la cabeza.
Y en su punto supremo, a contragolpe, como desde un espejo,
rogaba a Dios
para que nuestros enemigos cayeran como gallos apestados.
De golpe, una por una, aquellas amadísimas imágenes
fueron barridas por hombres sin honor.
Viéndolo bien
todo eso lo entendió esa mujer apartada,
ella
la heredera del viento, a una vela. La que adivinaba
el pensamiento, presentía la frialdad
de las culebras
y hablaba con las rosas, ella, delicado equilibrio
entre la humana dureza y el llanto de las cosas
julio 10, 2014
Yo también tengo algo que decir
junio 20, 2014
Noticias desde todas las direcciones
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mayo 10, 2014
Inexorables
los perros, las plantas, las calles, yo.
Nos tiramos juntos, por decirlo así,
vemos en dirección al sol de las cinco.
Está tibio, es verano aún
el cielo es caramelo y ninguno se atreve a comentar
como nos estamos apagando,
cada vez más viejos, más olvidadizos y y mañosos...
esa forma de engañar el tiempo y a nosotros.
Duele el costado,
la pata de mi perra no responde bien,
se está secando la gardenia, el hueco de la calle
se ha vuelto insalvable.
Todos nos dejamos llevar
estamos algo tristes y dulcemente tranquilos,
el día vivo se ha muerto
y nosotros con este.
febrero 28, 2014
Yellow river
Fotografías de archivo personal |
diciembre 20, 2012
Desde las calles de la ciudad bienvenidos al Baktun
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina"
Chavela Vargas
noviembre 13, 2012
ya no seremos los mismos
"y la leche le brotaba de la barriga como lágrimas
y la tarde estaba fría, solemne.
todo éramos humanos: todos llorábamos al unísono
como leche de la barriga,
pero ninguno podía hacer lo que ella:
acostarnos con él en la diminuta fosa, encogerse
hasta envolverlo y amarlo por el resto de los tiempos."
(en paz descansa)
julio 30, 2008
El árbol de la vida
Hay momentos en los que sería el fracasado no moribundo de un cuento sin acabar, el viajante de un boleto sin retorno; o la música sin pauta anotada. El guiño del ojo del mago en su acto final, la nube puntual en el calor del desierto Australiano.
Realmente me brotan las ganas de ser otra persona; no de buscar en mi bolsa de múltiples personalidades, sino al contrario de ser quien escribe y habla pero solamente tomar un boleto a otro país, con el pretexto de que las alas pesan y ya es tiempo de volar.
Sucede que a veces lo que nace dura más de unas horas, o un día completo, entonces me doy a la tarea de ir a buscar “el nuevo mundo”.
Es así como el traje que uso dura días y ese nueva persona que soy (siempre la misma) ve con otros ojos, respira con pulmones más grandes, se “monta” en los aires de esa ciudad, y encuentro detalles y mimos que no tendría en casa.
Construyo conversaciones que serían inimaginables en mi hogar país. Me doy lujos, que serían algo onerosos en mi hogar país. Es más, hasta mi casa de viaje es diferente a mi hogar país.
Lo que pasa, es que construimos bajo diferentes códigos, quizá nos hacemos mejores escuchas afuera por lo dispuesto a la aventura de la orden del día, o a fuerza de mirar con mejor ojo a la lánguida tristeza. (que va con nosotros también, como otros más.) Podría ser que ya no somos los mismos y hasta ese momento nos damos cuenta, que se yo…
Lo definitivo, lo que me sucede, consiste en que a veces me gusta jugar a ser otra persona, pero cuando regreso a mi país, extrañamente ya no soy la misma aunque lo pretenda, dándome cuenta de ello hasta con el pasar los días, con lo cual me ha quedado un pedacito del traje que salí a probar o el olor de los aires de otros nuevos mundos.