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julio 30, 2019

Adiós julio

Recién finalicé un curso sobre el cubismo, tanto que maravillarse, tanto por aprender aún y de todo, me quedo con esto de Federico García Lorca: "tan sola que tuvo que buscar su patria invisible" (en ella), lo escribió acerca d María Blanchard.

De cierta forma, en unos momentos más que otros todas hemos llevado y somos la patria invisible. Adiós a mi mes de julio.

Abrazo de cariños cuando lean esto 

julio 07, 2019

El mes de los zapatos rojos

Ojala vivas todos los días de tu vida. 
Jonathan Swift


Antigua, Guatemala
Julio, 2019
Hoy es mi día, el que me ha tocado vivir, 7 del 7 nací, vine al mundo como un pacto, como parte de un nuevo comienzo entre mis padres; aún no sé si es bueno o es malo, pero eso sí explica la paciencia cariñosa de ellos hacia mí. 

Estoy aquí, sin saber qué contar, como esa manera de seguir presente en un espacio donde me he repetido varias veces. Dónde por ahora tengo poco que contar. 

Reconozco que he sido amada, esperada, llorada, abandonada, que me he despedido sin estómago, he hecho mi teatro y mi luto, he roto mis esperanzas, he olvidado algunas promesas, así como he dado pasos cortos y tardíos. En resumen, no soy diferente a vos, a quien lee estas desarticuladas ideas. 

Si me conoces y aún sin conocerme, sabrás que llevo un nombre de fantasía y el nombre de una de mis abuelas ¡vaya combinación!, que ni en las novelas latinas lo usarían.  Soy afortunada, el número de la lotería de hoy fue el 70, va con mi número de cábala, aún sigo sin apostar al azar, solo en ocasiones especiales y con la seguridad de que siempre perdí. He vuelto a retomar la lectura, camino a paso ligero, aún; me preocupo de las canas en la sien derecha, tomo menos café, más tisanas y más leche, aún sigo sin disfrutar los bananos; la religión del agua tibia en la ducha es mía y sobretodo ya no soy la misma. (perogrullada), al día de hoy discuto con mis padres como insoportable adolescente, aunque su paso es más lento, más exiguo y casi apagado, no renuncio (mi error) a pensar que somos los de ayer, aunque lo sé a todas luces que, no somos los mismos.

Me gusta el mes de Dorothy (como la fantasía del mago de Oz), con zapatos rojos aunque fuera solo en el cine, siguiendo ese camino de baldosas amarillas con esa oculta esperanza a ser un alma menos petulante y más sabia, con el coraje, el corazón y la cabeza para poder ver con bondad a los otros, a los míos, a mí.

Si lees esto, si me lees, feliz cumpleaños también, un año más quizá, uno menos también, con la fortuna de poder respirar, de poder seguir luchando por quebrar los preconceptos que tenemos para con nosotros mismos, para con los otros, la fortuna de poder caminar aunque sea unos minutos más de este presente que está en nuestras manos, el poder ser y estar.