Sopa de cebolla
Aquí voy otra vez
intentar, le llaman
pienso que no necesito morir,
correr o esconderme
solo hacer lo de Girondo.
Cazuela en el fuego,
cortes de juliana.
Llorar es de inexpertos.
Sofrío lentamente,
los pesares, no,
los odios
esos dan un color caramelo sensacional.
Estómago dos de cuatro,
es necesario para digerir tanta mierda.
Creo que me tomaré un Martini, mejor un Gin Tonic,
los botánicos me van mejor que las aceitunas verdes con tan poco sabor frente a las negras.
Ya no hay más respiración, perdió “la crujencia,”
¡viva la oxidación!
no quise acelerar esto,
no había que poner endulzantes,
cuestión de paciencia.
¡Listo!
Magia hecha, viene el caldo:
¿de carne roja o blanca?,
la primera tiene ese sabor ferroso.
Mírame
aquí estoy otra vez conmigo
¡Que rica ha quedado la sopa!
Un poco de pan, de queso.
Ya todo acabó.