¡Le dice algo Benedetti, Cortázar o Galeano?, ¿qué tal Gelman o Asturias?. Quizá "solamente" su grandeza, su contribución a la literatura o bien nada. Pero lo que sí dicen esos cinco hombres, es que tuvieron en común un conocido (o quizá veinte más... quién sabe), un chico salvadoreño asesinado por sus propios compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (del cuál algunos de sus miembros pasaron a formar parte del FSLN). Un sujeto acusado de trabajar para la CIA, de ahís su muerte. El chico salvadoreño se llamó Roque Dalton.
Debo confesar que si bien hay bastante literatura de él en la red, nada mejor que un buen libro en las manos, no hay hora, ni lugar. Es así como hace algunos días en uno de esos viajes a regañadientes, me escapé por ahí y me encontré un poemario de UCA Editores, del cual podría postear mucho pero solo dejaré uno de esos, que duele en medio de las entrañas profundas y aún así te da amor.
Cuestión del corazón
"La cárcel hace
todo lo posible
por doler:
es la húmeda tumba
de los días más solos;
el odio a cuatro muros
sin hiedra
en que se prenda la sonrisa;
en la cruel, muerta mano
que introduce sus múltiples dedos azules por los poros
para llevarnos su fría suciedad
hasta donde estaría
el alma;
es la noche de hierro
que nos cae de pronto;
el pozo sin estrellas
donde se olvida
hasta el olvido,
donde el silencio suena
como un duro tambor
deseperante.
Pero hasta la cárcel
puede llegar a amarse
cuando uno tiene
suficiente
corazón..."