Un día de estos tendré que mirarla a los ojos
y abdicar este sentimiento de inquietud
que se agazapa en las sombras de los espejos. (...)
Con frecuencia,
también permanezco muda
midiendo la franca distancia
que separa su trono de mi corona
y siempre, siempre
me devuelve esa mirada
Nido, Menta e Chocolate
Ayer estaba soleado, día fructífero, no hicimos nada. La tarde se inundó de sonidos, sabores, olores, gente, cierto tacto de ojos. Fue tanto que nos dimos, desde los listados de sentimientos, hasta las capuchas de resentidos, desde alcohol hasta importados, desde aceites hasta bálsamos que cerramos en un nuevo territorio.
Terminó la noche clara con mi lluvia y lloré sin querer aquello que dolía a cuenta gotas.