Hace una semana que no nos vemos -en otros casos hace tres o más, en fin.- Mucho que decir al respecto, que si mi limitado acceso al ordenador -pues el que tenía en casa se "quemó" producto de las descargas eléctricas en una rayería del mes de julio que no olvidaré por muchos días,- que si el volumen de trabajo, que si la frecuencia de salidas. Todos ciertamente son factores que me han alejado de este sitio.
Sin embargo aquí estoy. Entre el cierre del festival de jazz, en donde tuve el "chance" de escuchar a un quinteto alemán llamado Schultzing, quienes ganaron el festival de ese género en Granada, España y cuya vocalista y los 4 músicos más me llevaron a la excitación con lo cual adquirí sus dos discos a la salida del teatro. Anudado a los vanos quehaceres diarios, el cumpleaños de mi madre, el peluquero que me dejó casi calva, unas botellas de vino.y el estar leyendo a este escritor japonés.
He de confesar que es nada lo que conozco. Leí "After Dark", primero, gracias a una "gentil mano mecenas", pero a mediados de este año la misma mano dejó "Tokio blues (Norweian Woods- nombre original)"
A quien le gusta el olor intenso pero a la vez suave que se concentra por las noches en esos lirios, ese olor que transporta, que puede ser fuerte y provocar el estornudo si estás demasiado cerca, pero que te impregna la memoria con imágenes sólidas. Le gustará Hakuri Murakami.
Sonará extraño quizá, que yo sin ser crítica literaria y apenas con dos libros leídos, podría decir que este sujeto es para quien se atascó por mucho años entre los clásicos, cualquiera que estos sean, quien busca entre los nuevos escritores y sin un real éxito o sabor que perdure, quizá le guste también y se lo devore.
Lo que quiero decir es que provoca un rastreo continuo de emociones -y de ciertas sensaciones- en mundos de por sí oscuros. Hay que probarlo, hay que atreverse con este japonés.
He de confesar que es nada lo que conozco. Leí "After Dark", primero, gracias a una "gentil mano mecenas", pero a mediados de este año la misma mano dejó "Tokio blues (Norweian Woods- nombre original)"
A quien le gusta el olor intenso pero a la vez suave que se concentra por las noches en esos lirios, ese olor que transporta, que puede ser fuerte y provocar el estornudo si estás demasiado cerca, pero que te impregna la memoria con imágenes sólidas. Le gustará Hakuri Murakami.
Sonará extraño quizá, que yo sin ser crítica literaria y apenas con dos libros leídos, podría decir que este sujeto es para quien se atascó por mucho años entre los clásicos, cualquiera que estos sean, quien busca entre los nuevos escritores y sin un real éxito o sabor que perdure, quizá le guste también y se lo devore.
Lo que quiero decir es que provoca un rastreo continuo de emociones -y de ciertas sensaciones- en mundos de por sí oscuros. Hay que probarlo, hay que atreverse con este japonés.