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julio 31, 2009

Para cerrar julio "sola"

En estos días me apropié de fotografías de Magalena Wanli, reconozco que me parecen cercanas, y le agradezco a un bloguero el haberlas publicado en su espacio.

Digo cercanas, quizá porque son y me recuerdan lugares que he visitado hace mucho tiempo. Esta última imagen que "guindo" hoy, es exactamente igual -claro cambia tamaño e intensidad de la luz-, a una que tomé hace una década justa en el norte de Canadá, en puro verano, con dientes de león por doquier y florecillas amarillas como estas. No pude evitar sentirme algo en casa...

Al inicio de julio había dicho que colocaría cosas de gente centroamericana, lo más que he logrado hacer es colocar un poeta y un escultor costarricense, algunas noticias de Honduras y ciertas cosas del ánimo rodante.

Como si fuera tarea incumplida y con el pretexto de lo dicho, tomo algo de Eunice Odio (1922-1974), mujer de hace décadas atrás que junto con la fotografía me dejan la sensación de una "sola" no por eso soledad o quizá sí.

Declinaciones del monólogoI
"Estoy sola,
muy sola,
entre mi cintura y mi vestido,
sola entre mi voz entera,
con una carga de ángeles menudos
como esas caricias
que se desploman solas en los dedos.
Entre mi pelo, a la deriva,
un remero azul,
confundido,
busca un niño de arena.
Sosteniendo sus tribus de olores
con un hilo pálido,
contra su perfil rosa
en el rincón más quieto de mis párpados
trece peregrinos se agolpan"

julio 30, 2009

Julio 30

Quizá piensen que mi ánimo está algo alicaído. Hoy podría decirles que sí. Extrañamente no sé las razones o el motivo.

Barajaba si sería que es cierre de mes. Que si extrañaba al otro, a la persona que le pone el sabor o chispa a mi vida o en esos días tontos. Que si sería la señal de alguna hormona escapada. Bien que es algo tarde en la noche recien entrada, pues aquí no hay cuatro estaciones de larga jornada. O es porque estoy escuchando los Beatles y Michelle precedida por Eleanor Rigby (ambas canciones le ponen un toque no sé qué a mi ánimo) Quizá un día con sabor variopinto, con algún reducto de aquella gritería de las 5:30 en mi oficina días atrás. El asunto es que no concreto (para variar), así que busqué y busqué algo que le diera forma a lo que me ronda en la cabeza y aquí esta:

Janos Arany, En las guerras
" En las guerras, antiguamente,
no seguían principio alguno,
el más fuerte siempre al más débil
le quitó todo cuanto pudo.
Ahora no es así. El mundo
regido está por conferencias:
cuando se hace el fuerte una trampa.
Se reúnen- y allí la aprueban. " Budapest 1817-1882

julio 25, 2009

Una forma organizacional madurada lentamente, el cártel la familia

Un nombre curioso dirán algunos para una organización delictiva. "La familia", una forma de concebirse dirán otros, un nuevo grupo de poder quizá; lo cierto es que en los últimos meses ha sido notorio este grupo, esta forma de delinquir, esta manera de hacer negocios y negociar.

Es poco lo que comprendo de la manera en que operan ciertas cosas, como esto de los cárteles de droga”. Asumo que se entiende en la medida en que "salen a la luz" a partir de sucesos generados; pues además, no sería viable para quienes les persiguen, contar lo que han descubierto o cómo operan.

Estamos ante una forma de organización que "no se conformó con llevar a cabo tareas estrictamente delictivas sino que evolucionó para convertirse también en una especie de fundación que asiste a los necesitados, en una policía alterna que ofrece protección a la gente y en un gobierno paralelo que invierte recursos para pavimentar caminos, construir escuelas, iglesias, canales de riego y generar empleos." Los expertos dicen que basa su manera de actuar en cinco ejes a saber: "la generación de infraestructura social para obtener protección política y de la población, comunicación social con tintes religiosos, capacidad militar operativa, infiltración en sectores económicos legales y ayuda directa a la población marginada." (Citas del Diario La opinión) La historia no termina allí, invoca su cabecilla a la religión, pide, ora y tiene esperanza y a la vuelta mata a quien no. ¿Qué más se puede pedir?

Como bien ya dije, no comprendo como operan, pero sí entiendo lo anterior, me queda claro y lo que asusta es lo que todo esto significa...

En los países nuestros donde quizá algunos aún vivimos en espacios en los que no hay que pagar por pasar de un sitio a otro, donde la seguridad es mediana, escasa y burlada, pero permite transitar a casi toda hora. Hay sucesos violentos, muy violentos e innombrables, aún no se vive el rapto express como pan nuestro de cada día y se tiene alguna sensación de tranquilidad. Sin embargo, uno pregunta casi como vecino ¿hasta cuándo será?

La pobreza, si bien es dura y por mucho, confrontada y quizá atendida permite construir, quizá sembrar esperanza en los reductos menos pensados. Invertir y atender ante estas circunstancias pareciera demostrar que brinda oportunidad para futuro. En cambio la violencia es cabrona (perdón si les suena duro la palabra), no permite vivir, no permite descansar, no permite dejar de temer, enerva la neurosis, nos lleva a cometer cosas entupidas, destruye paz alguna y sobretodo genera desolación.

¿Qué será de nuestros países? Cómo se preguntaba una chica de un blog, hay dos tipos de países, los que importan y los que no importan, así se mide la intervención. Quisiera pensar que sí importa, que sí se hace, que sí debemos todos hacer algo desde cada espacio. Es duro lo que vive México con esto, lo que divide el país según Calderón. Recordamos acaso Colombia y Ecuador o las rutas de paso por Centroamérica Tokio, Amsterdam y....

julio 23, 2009

Por las ramas: jueves de mediación y cierre de negociación

Jueves 23, los jueves y los números impares son bonitos, -esa es una de mis pequeñas cábalas y supersticiones- confirmo que he expuesto mis pies a barrido, he pasado bajo cientos de escaleras, he visto más de una vez un gato negro a los ojos, me he quedado hasta la medianoche en un cementerio, he hecho lo innombrable los días martes o viernes treces, entre otras cosas.

Aún falta un día más antes de que diga, otra semana que se fue volada. Además puedo ir -cuando lo logro- a una clase de baile, que más bien es de calistenia para quienes somos muy torpes -lo puedo asegurar.

Los jueves, un día que no tiene ni un pie aquí, ni uno allá. Así pienso y así quedó la negociación entre los "dos bandos visibles" hondureños entre Micheletti y Zelaya. ¿Por qué?, pues después de tres semanas de intentar "revertir un golpe de estado" cosa que sería algo sin precedentes en la historia, las declaraciones del mediador en el cual manifestada la búsqueda de un equilibrio entre los requerimientos de ambos grupos, en este caso el presidente de Costa Rica fueron respondidas con ningún resultado.

Los chicos micheletti se llevaron el documento para analizarlo en casa, agradecieron el esfuerzo y la acogida. Los chicos zelaya agradecieron el tema y declararon la cosa un fracaso desde el día uno, anunciando de una vez que el depuesto presidente (ex-presidente a mi juicio si me pongo muy semántica) se disponía marchar a Nicaragua para entrar a Honduras “su tierra”, caminando.

Todos debemos hacer concesiones en una negociación, es una premisa -aunque sea una-, la historia así lo ha demostrado. Parciera que siempre debemos preguntarnos ¿hasta qué punto están los países y sociedades dispuestas a este ceder?, sobretodo las personas que “presiden”, pues siempre es acerca de gente.

Si bien no conozco muchas persona que estén de acuerdo con un golpe de estado, en el tema hondureño las posturas (como lo normal) son encontradas y reacias en este caso. Es como si al escuchar ambos grupos asientas, sí tienen razón de un lado, sí tienen razón del otro. ¿Será acaso que sí tienen razón pero en planos distintos? Finalmente la democracia es la suma de esos encuentros diferentes en un espacio común.

Ver a Honduras aislada, sin hacer la lectura de la reciente historia centroamericana, sin releer lo que han dicho por años los “famosos barómetros” de gobernabilidad, democracia y satisfacción (la insatisfacción). El olvidar lo que sucede con ciertos gobiernos en Suramérica sin recordar las personas y a quienes representan, es como tener una fotografía con los bordes perdidos e inclusive su figura central borrosa.

Sí es complejo el escenario y sí Honduras parece que profundiza su condición espiral, pues pasan los días, las semanas, los meses y pareciera que la siguiente vez que nos demos cuenta será noviembre y aún no estará de acuerdo nadie. Ojalá que no suceda… ojalá que sea el juego de la cábala y la superstición, no la realidad, mientras unos abren los ojos de susto, otros manifiestan espanto y se mantienen todos de pie casi sin moverse.

julio 21, 2009

Horas de oficina

Es extraño, aún me descompensa escuchar gritos de una persona a otra, sea en la calle, frente a frente, por el teléfono.

El sonido "chillón" retuerce mis oídos, pero además acelera mis latidos y según de donde provenga o como se dé, me revuelve las tripas. Esto me quedó de años atrás, y aún no me explicó de dónde proviene tal cúmulo de sensaciones...

Las 5:30 de la tarde de este día, intentaba concentrarme en pendientes de días que deben salir justo el mañana miércoles. Un poco "workaholic" (¿se dirá así?) o algo mártir pues la labor inició a las 7:15. Sin embargo solo es un día más de esos que comenzó a cerrar con un casi me voy para que cataplún saltaran gritos telefónicos, amenaza de "cuidarme" e interpelación personal...

Me pregunto qué no cruza y se confunde en la cabeza de ciertas personas que toman una sola palabra para elaborar una realidad distante de lo
"sucedido."

Durante 10 minutos de vida escuché retahílas, no encontré mucho que decir, solo afirmar “no ponga palabras en mi boca ni manifestaciones no hechas.” (Sí algo aprendí del mundo diplomático), finalmente lo mejor que encontré en mi bolso de herramientas, fue dejar que hablar… total ni había diálogo, ni prisa.

Han pasado dos horas de lo que les relato, el ritmo cardiaco regresó a su rumbo, me entretuve para variar en otras cosas, oscureció con cielo azul en tres tonalidades. Me apetece llegar a casa, quitarme los zapatos, poner los pies en agua tibia, beber té rico, mirar mi programa favorito de martes de ficción (Sí ahora estoy enganchada con uno llamado Fringe). Me pregunto cómo reaccionaré mañana, si esta es otra más que se repite… No sé. Si algo sucede, quizá les cuente

julio 18, 2009

Para una tarde soleada, José María Zonta

Ciertamente he escrito poco por estos días, quizá porque he estado un poco viva en silencio y dedicada a querencias, bien porque el trabajo burocrático de la "conversación y la reunión" lo envuelve a una o finalmente no he tenido mucha energía.

Saben, a veces pienso que las personas somos los "frankenstein" de una película cualquiera. Lo digo pues no solo somos el "humano" aquel, sino pareciéramos la sumatoria de los aparatos que manejamos, pegados como apéndices o más cercanos que las personas resultado de la cantidad de horas que compartimos, tal es el caso de la computadora, el blackberry, el Wii, twitter, el auto, el ipod (o cualquier otro aparato musical), el control multitarea, en fin...

Seguimos teniendo la fisonomía de siglos atrás, pero con las demandas del futuro devorador que nos empuja o excluye a estar siempre comunicados, siempre sabidos, siempre actualizados, siempre ignorantes en constante insaciabilidad. Es casi recibir un mensaje de “No hay tiempo para detenerse.” (¡qué mal!)

Lo anterior, para decir que entre brincos de oficina, café por la noche, comida con alguna premura y otros avatares, encontré un poema de un costarricense. Quién tiene una sensibilidad extraña, o una personalidad más oscura por más tai-chi que le rodee...

"Uno sale del trabajo proporcionalmente feliz,
ojos contaminados
y compra unos vasos
casualmente dos.
Paga impuestos
recibe malas noticias y contra enfermedades.
Uno piensa improperios
para callárselos,
no acaba de entender la íntima relación
entre la juventud y la muerte.
Uno estudia filosofía
porque entiende que la vida es un tranvía,
recibe la lección y no la enciende,
uno es totalmente libre de hacer lo que quiera
dentro de su jaula.
Uno grita, quiere amar,
toma una cerveza,
no recoge el guante que dios le tira.
Envuelve la noche en hojas de soledad
y se aposenta en los bordes de alguna canción.
Uno hace esto y cree que es vivir,
pero se engaña quedamente.
Hasta que una mujer lo mira
lo aplaca, lo prende,
le atraganta la vida en los ojos.
Entonces uno ríe de sí
controla los gastos
ya no envidia a los gatos
y esparce amor. " José María Zonta, costarricense

julio 11, 2009

Como los perros

Si bien es cierto la lectura me gusta, la fotografía me seduce y ciertas pinturas me provocan estirar la mano para querer tocarlas, o la música me permite anunciar mi ánimo o llevar la fuerza en otra dirección, el cerrar los ojos tiranos que todo lo marcan y dejar que la nariz y el olfato me lleven, es todo un placer.

Un día de estos "tomé" prestado un recipiente de crema de jazmín, me la unté por donde pude mientras me alistaba para salir corriendo hacia la oficina. Estaba a media mañana en una reunión y al acercarme el brazo a la cara en un gesto de recolección de mi cabello en moño "zas" por fin caí en la cuenta que el perfume con olor a antiguo (a mis tías paternas), el que le dí a mi hermana hace meses, tenía también ese olor.

Caminaba el otro domingo por la calle, era media tarde, había llovido, todo estaba limpio y fresco, pasaba yo por algún lugar antes de cruzar el puente que una vez fue parte del inicio de mi casa, allí había olor a lirios blancos.

Noto, lo noto profundamente que los olores son importantísimos para mi, puedo distinguir entre un eucalipto y un ciprés común, no sólo entre un limón y una naranja, sino además una orquídeas o un lirio y casi puedo tocar su textura con el olor. No son iguales las mañanas frías con pinos en la montaña, que las mañanas frías con los cafetos florecidos o los granos recogidos en sacos y puestos la noche anterior. Ni la leña verde huele igual. Ni un cementerio con moho o la tierra removida unas horas antes.

Los aromas llevan un código diferente, que no tiene color o tamaño, ni siquiera tiempo -dirían por allí que son parte de los aprendizajes significativos-. Quizá sean parte de las líneas genéticas, pero en definitiva es lo que expande el gusto y la vista, lo que complementa el tacto y el oído, y aunque "allá afuera" hay todo un mercado plasmado de compuestos aromáticos, la naturaleza sigue siendo insustituible.

julio 09, 2009

El día de mañana

Los límites. sea la frontera política, el muro de la casa de la par, la línea de la carretera, el cuerpo. Desde pequeños parece que vivimos con estos, sea por mano de los familiares, o al aprender cómo movernos en el jardín de niños (si es que tuvimos esa suerte), entre lecciones de lo que se supone se debe o no hacer, casi como un famoso manual de urbanidad y buen comportamiento (el de Carreño... ¿lo han vivido?), “aprendemos” hacia dónde movernos.

Escuché una entrevista a María López Vigil en un documental de una fantástica ONG nicaragüense llamada Libros para Niños, ella decía que "Los libros rompieron los límites de mi mundo real." Saben, así fue para mí, entre crecer en un espacio abierto sin vecinos, con pocos amigos a quienes veía de manera esporádica, con más adultos en mi derredor y ni un puñetero auto pasando por la casa o un Wii y un computador, pues tuve tiempo, mucho tiempo para otros oficios.

Aprender a leer, leer, escuchar historias por la noche al dormir, libros de pasta dura, experimentos que salían de las páginas del tomo 19 de la enciclopedia azul en la casa de mis padres, el barquito de papel, las rimas de gnomos, osos y otros sujetos, algunas princesas, pocas o ninguna muñeca, el microscopio, el telescopio blanco, los binoculares que solo podría usar si era cuidadosa, caminar alrededor de la casa porque me iba, porque según yo no quería vivir ahí, aunque siquiera tuviera dinero o supiese tomar un autobús.

La literatura a la par de un mapamundi, las tertulias por las noches “venturosas” en que no debía ir a la cama después de las nueve y que estaba en la casa de mi abuela paterna, un diccionario vox viejo que heredé de alguno de mis hermanos mayores y que aún se conserva, los días debajo de naranjales y alguna palmera de pejibayes, abrió para mí un mundo.

La lectura ha hecho parte de quien soy. Quizá no llegue a conocer ni la mitad de lo que pensaba, o entienda un cuarto de lo que leo. Sin embargo, el patio trasero de mi casa era más amplio, el deseo de descubrir un fósil era real, o el pánico de viajar en un globo era palpable. Soñar y tener oportunidad de ponerte el traje de otros, conocerlos por dentro mientras los lees, olvidar la estrechez de la vida que apretaba con el plato de comida cuando no aparecía, no dormir para terminar un libro, eso es un placer.

El placer más extenso, más amplio que la lista de conceptos del aula o de la universidad. Es recrear, es tomar el universo dibujado por otros y armarlo para uno, construir de manera simultánea y conjunta, compartir conceptos y aventuras con otras personas antes y después de uno (quienes leyeron el mismo libro antes y después). Sí, leer y escribir, es como trenzarse el pelo, es como conocer el día de mañana, es no saber que se ha llegado a otro mundo y a su vez vivirlo desde afuera hacia dentro…

julio 04, 2009

Algo está pasando al borde del salar

En esta página hay blogs que estàn no solo porque "me gustan" y de manera snob digo que son "súper buenos", "guay", "guau" o "wow"; sino porque visito, porque me sorprenden lo que escriben las personas detrás de estos, quizá porque comparta algún vistazo o son "sabrosos".

Después de varios días, durante mi visita encontré tres ideas, como las conchas curiosas en las playas con arrecifes del Atlántico y aunque quería apropiarme de estas solo tomé una que les copio: “Algo está cambiando. Parece estar avergonzado todo el tiempo. No sabe dónde poner la vista, qué hacer con las manos, cómo sostener el cuerpo, qué semblante poner. Se siente como un cangrejo despojado de su caparazón, rosado, herido y obsceno.” Hace alusión a un texto llamado Infancia de J.M. Coetzee.

Lo hurté, porque pensaba que así andábamos por estos días con el tema de Honduras y los resultados frustrados de una tal OEA, con el tema de Airfrance y su avión Brasil-Francia que si se "partiò en el aire" y ahora resulta que se "partió en el agua" aunque finalmente con los 60 restos de este no hay realmente algo que decir; con las elecciones intermedias y estatales en un México que esperó el 60% de abstencionismo y los resultados del congreso en Argentina que llevó a Kirchner a renunciar aunque antes pedía recuento de votos. A esa Costa Rica que se queja de no tener ayuda de la cooperación y que uno de sus ministerios no declaró por canales oficiales 40 millones de dólares recibidos en cooperación técnica.

Algo sucede, porque cómo diría Sabines, la historia de la humanidad no es más que una historia de contradicciones, y de tanteos y de búsquedas...