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marzo 23, 2010

Paseando - saudade

En medio del mundo con el que me topo todos los días, suelo encontrar cosas que le dan oxígeno. Es así como puedo convivir con los cientos de cables que cuelgan en la calle hacia las casas y los edificios; o brincarme los charcos de porquería que escapan de las alcantarillas, pegándome las manos a la nariz para respirar el olor de lavanda de la crema en lugar de los lixiviados que recorren las calles. No se rompe de esa forma la compostura, ni duele tan adentro las personas que esquivas para caminar por la calle, el tocador de flauta, el trío de durmientes envueltos en plástico frente a la entra de emergencias (la que veo desde el sexto piso de mi oficina) quienes no sabrías si están vivos o muertos, porque aunque haya horas de calor intenso gastan el día durmiendo.

Puedo pasar de frente por ese "central park" de lunes mañanero, donde los que no lograron esconderse al amanecer se sientan en las bancas a ver pasar  los trabajadores de las siete, las ocho y  las nueve; algunos se camuflan agachando las miradas o escondiendo las manos y los pies, sin ser diferentes a las esculturas de metal. En cada esquina de las peatonales cortas se cruza uno con los que instalan su puesto de suerte ambulante -lotería para toda la semana- o los vendedores interminables de copias baratas de películas que aún no están en cartelera. 

Las entradas de ciertos edificios son lavadas prolijamente con esa lejía que arranca el olor de los sitios que han sido tomados como orinales temporales, el semáforo se pone en rojo,  hay que esperar más de lo debido y depende del lugar, se tendrá el chance de ver la "pandilla" de perros ambulantes, todos tomando el sol tibio mañanero, porque aquí amanece temprano y anochece igual.

Pues sí, hay combustible y oportunidad de decidir cómo gastarse los minutos de caminata. Sin embargo, aunque quiera montar historias o me figure lo que están pensando las personas dándole buenos deseos y a veces no tanto, hay cosas que no se pueden "decorar" de ninguna manera. La pobreza es dura y los niños que "queman piedra" corren tras las ventanas de los carros pidiendo dinero; los que van al hogar de "salvación" por baño, ropa y comida limpia hacen lo mismo en otros puntos (son los vagos de la fiesta porque podrían trabajar, eso dice la mayoría); niñas embarazadas pegadas a la basura, casas rodeadas de rejas, olor penetrante que duele en la nariz, tamales caseros vendidos en la calle, conversaciones de novela barata latina, cucarachas callejeras que dan repulsión, asientos sudados, manos húmedas y ennegrecidas, basura esculcada, calor de vaho, chaparrón momentáneo, grandes árboles florecidos en amarillo, rosa, lila y naranja.

Sí ya sé, que la vida es así: alguien salió de clase, alguien la impartió, alguien tomó un avión (otro más que se va), alguien no se despidió, hoy quizá no había cena en casa, uno más durmiendo en la calle, el gato se orinó, llueve o es el viento. Lo comprendo todo muy bien, sin embargo hay demasiado ruido, está todo muy cargado y hoy no puedo tomar la vida así, aunque lo único que vi fueron 11 kilómetros de calles cotidianas. 


Saudade del latín solitas, soledad, es un vocablo empleado en portugués y también en la lengua gallega, que describe un profundo sentimiento de melancolía producto del recuerdo de una alegría ausente, y que se emplea para expresar una mezcla de sentimientos de amor, de pérdida, de distancia, de soledad, de vacío y de necesidad. Saudade es la sensación que permanece cuando aquello que una vez se tuvo, material o inmaterial, que en su momento permitía disfrutar alegría y euforia se ha perdido y se extraña y el hecho de recordarlo, tenerlo de nuevo o pensarlo, produce una sensación de volver a la vida.

marzo 21, 2010

Corteza Amarilla

Noto mi ánimo turbio, por llamarlo de alguna forma. Asumo que ya es el cambio de estación y ese "olor seco" del ambiente.
Hoy llovió por 3 minutos quizá, dejó un aroma de tierra mojada, que duró tan poco.
Los yigüirros, las golondrinas, los pecho amarillo, las viudas, todos revoloteaban o cantaban, danzaban, estaban felices. Yo también, quizá porque el agua es promesa de futuro... quizá porque a la entrada de la casa tenemos la promesa de que algún día estará todo el piso amarillo -el corteza amarilla crece velozmente-. Quizá porque hoy necesito promesas de futuros.

marzo 19, 2010

Concierto de viernes

Ayer comenzó el Festival Internacional de Artes, hoy el gran parque ese llamado Sabana tendrá un solo concierto nocturno con tres bocados: Ismael Serrano, Luis Eduardo Aute y Rosario Flores, lo mejor es que es GRATIS... Antes de seguir, un bello poema "Madrugada"  nombre sugestivo para el lugar donde nos encontraremos


La ola de la noche se retira,
desciende entre los altos edificios
de la ciudad desnuda,
se lleva la salitre del insomnio
y el agua de los sueños que corre murmurando
por avenidas, plazas y solares vacíos.
La ola de la noche,
cada vez más delgada,
se escurre entre semáforos,
tropieza en los kioskos a punto del bostezo
y arrastra remolinos de carcajadas rotas
hacia vagas antípodas de sombras y humedades.
Calles entumecidas
la sueltan de sus manos con un escalofrío
y al terminarse todo,
tras recoger las últimas algas derrotadas,
la ola de la noche
entrega en este bar de la estación
su espuma de colillas."
Arturo Valmonte de Vigo
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marzo 18, 2010

Stillmeadow: lugares importantes

"We need time
to dream, time
to remember, time
to reach the infinite
Time to be"  Gladys Taber

Lo que tienen ciertos "grandes" eventos o situaciones especiales es que si frecuentas estos lo suficiente, se darán ciertas situaciones como una constante, ejemplo: siempre habrá cosas con sonido repetido, otras viejas conocidas sin embargo bienvenidas y novedosas a los ojos, probablemente  habrá chances de algo nuevo y sobretodo la oportunidad de toparte con "uno de los mismos" frecuentantes de siempre. Seguramente habrá  ciertas partes aburridas o tendrás la sensación de comodidad de "saber que pasa" y de alguna manera te sentirás muy bien. 

Hay ciertos "grandes" eventos que convocan a muertos, a vivos, fantasmas e historias. No importa que pasen generaciones y generaciones, estos se repiten, se visten de fiesta, se arman con las mejores ropas, dejan atrás  tensiones, cosechan ciertas esperanzas y se mueve la vida.

Uno de estos grandes eventos sucederá la otra semana. Un amigo entra a eso que se llama matrimonio, es curioso pues ha hecho de este suceso una fiesta para todos los que estamos a su alrededor y como peregrinos venimos de diferentes sitios, unos más cercanos que otros, nos encontraremos personas que hacía tiempo no nos hablábamos y que por esa "casualidad" planificada regresaremos a un lugar importante: encontrarnos.

marzo 12, 2010

Cuarteles de invierno en días de calor

Es de noche, estoy con sueño,
escucho a Astor Piazzola, música para 
una película argentina llamada "Cuarteles de Invierno" basada
en el libro del mismo nombre.
Hace un calor de madre,
de lo poco que he dormido en la semana las 
mantas y las sábanas han sido las ausentes.
Ayer recibí un libro de Benedetti que no conocía.
Tengo unas ganas tremendas de nuevos rumbos 
y desconozco que significa.
No sé por qué siento a Jaime Sabines tan cerca...  
"Quebrado como un plato
quebrado de deseos, nostalgias, sueños
yo soy este que quiere a fulana el día trece de cada mes
y este que llora por la otra y por aquella
cada vez que las recuerda.
¡Qué deseo de hembras maduras y mujeres tiernas!
Mi brazo derecho quiere una cintura
y mi brazo izquierdo una cabeza.
Mi boca quiere morder y secar lágrimas.
Voy del placer a la ternura
en la casa del loco
encendiendo velas
y quemando mis dedos como copal
cantando con el pecho una rara canción obscura.
Estoy perdido y quebrado
y no tengo nada ni a nadie
ni puedo hablar ni sirve.
Solo puedo moverme en las horas
luminosas que caen las cenizas
y me dan mi colación
de piedras y sombras."
 Jaime Sabines.

marzo 07, 2010

Tres hombres: Orlando Zapata, Miguel Hernández y Jorge Debravo

La noche está ventosa, no tanto como la tarde en donde los "colgajos" no paraban de sonar y sonar como el agua acelerada por una caída. Tengo horas de rumiar este "post", quería escribir sobre las voces que desde algún sitio piden ayuda, piden humanidad, los que hacen callar a golpes, a mordazas, a pedradas y balas, pensaba en la muerte del que siente y piensa (otra más) de Orlando Zapata

Lo anterior, me llevó a recordar a un hombre que más joven no podía estar cuando murió y quien al menos a mi, me levanta las exclusas de alguna manera provocadora hacia otros lugares (Miguel Hernández) y junto a él quien gritaba entre la dureza la palabra, vida, el sentimiento humanidad (Debravo).

No haré más introducción, pues lo que hubiese pensado lo olvidé entre las horas de movimiento, en todo caso no lo necesitan, mejor dejaré dos rastros para esta noche o día.

"(...) Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuros
y siento más tu muerte que mi vida (...)

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada (...)

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte 
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte 
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte..." 
Elegía a Ramón Sijé, M. Hernández

"No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos (...)

Una vez dije: ¡sufro! Y era que el 
sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.

Y siempre digo: espero. Porque a mí me 
podrían 
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser
esto 
que te estrecha las manos.

Creo en el corazón del hombre, creo 
que es de pura caricia a pesar de las 
manos
que a veces asesinan, sin saberlo,
y manejan fusiles sanguinarios.

Creo en la libertad a pesar de los cepos,
a pesar de los campos alambrados (...)

Y creo en el amor, en este amor de acero
que va fortaleciendo las piernas y los
brazos,
que trabaja en secreto,
a escondidas del odio y del escarnio,
que debajo del traje se hace músculo,
órgano, experiencia, nervio, ganblio (...)"
Credo, J. Debravo

La pintura es de Guayasamín, se llama Hambre

marzo 02, 2010

esto de estar vivos

te he dado mis cometas,
algunos árboles del patio antiguo,
quizá miedos a cuentagotas,
tardes de cielo piña-naranja,
intentos de hornear galletas,
te he dado algunos de mis sitios escondidos,
las tardes de lluvia pequeña,

las conversaciones sin fin (aburridas o nuevas)

el sexo que gotea, el deseo desatado
y todo fue devuelto nuevo,
crecido y diferente.

me gusta esto de los dos