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enero 20, 2024

Des/varios a partir de un trabajo que estoy realizando para homenajear a Phillis Wheatley, mi trabajo "La Sanadora"

una acontece en este mundo en un parpadear

abres los ojos y eras niña, 

cierras los ojos y te enamoraste una, dos, tres, cuatro, cinco, y quisieras cien veces más

abres los ojos y comenzaste a respirar con la fragilidad de la vela en medio de una corriente de aire

cierras los ojos y  te convertís en esquirlas: pasas por cerveza, conversaciones, papas baratas en un bar, pretextos de llamada o mensaje, psicología, quizá intentos de psicotrópico, búsqueda de armonías, idealización del equilibrio, revelaciones de fantasmas, 

¿qué se usa ahora? pregunta de persona oxidada

abres los ojos en medio de la habitación de 10.000 metros cuadrados, no hay nadie, una ventana, 7 celosías, un eco y los depósitos de afectos desaparecidos, quizá quedan dos, tres, no más de cinco entre difuntos

he aprendido una palabra "ghosting" y posteriomente tres más "gaslightin" "curving", orviting ¿acaso no será más sencillo y valiente con nosotros mismos solo vocalizar y partir?

sucede y acontece que en un abrir y cerrar, dejamos de ser peques, adolescentes, jovenzulos, con suerte seremos adultos, los más "puristas" serán adúlteros o deseantes, seguiremos buscando, encontraremos pretextos, sacaremos a pasear la locura en forma de mat de yoga, caminatas, bicicleta o algún pretexto, paso

sumaremos más de lo de antes y con suerte, con mucho trabajo menos de eso: aprendimos a restar

somos pequeños, tiranos, egoístas amistosos y olvidamos que dentro de un par de décadas quedará solo la imagen 




octubre 20, 2023

Instrucciones para el adulto funcional

espere a que la temperatura esté a 14 grados

viento moderado, 30km por hora es suficiente

piernas abiertas en A, dirección oeste


no le haga caso a la barriga

el brazo a 90 grados, responda a la mano dominante 

acérquela y sáquese sin tragar el pecho


¡no abra el puño! 

he dicho no, 

¡sea adulto! 

busque una bolsa plástica, 

un pote de desechos orgánicos y con ternura 

deposite ahí


respire, 


acomódese el abrigo 

levante la cabeza 


respire,


camine, 

toma tiempo

            no le haga caso a la barriga, 

            se puede atragantar 

camine, 

mañana intentaremos la parte superior 

y si hace falta, las vísceras

febrero 09, 2022

Ejercicios varios: restauración

Todo está destinado a morir, incluso los blogs y yo aquí retornando. ¿en qué he andado?, entretenida con mis estudios, con pendientes, cerrando ciclos o cerrada por estos.
 
Cada persona tiene su historia, así los edificios que son habitados, las iglesias, los santos y sepulcros, por cuestiones de pandemia no pude dedicarme a mi proyecto final de mi carrera de arte que iba enfocado más a muralear y a los espacios de salud; finalmente terminé en algo que me gusta mucho, porque tiene esa mezcla entre historia que es uno de mis amores perennes, morbo y genuino interés por la conservación.
 
La imagen corresponde a algo que hice hace un año, y que en este 2022 dirigiré a tres proyectos: dos de estos restauración de muebles y uno a una virgen de una colección personal con unos 80    años de antigüedad.
 
Saludos, intento estar de regreso, gracias por seguir acompañándome      

 


 

octubre 09, 2020

Sopa de cebolla

Sopa de cebolla  

Aquí voy otra vez 

intentar, le llaman 

pienso que no necesito morir, 

correr o esconderme 

solo hacer lo de Girondo. 

 

Cazuela en el fuego,  

cortes de juliana. 

Llorar es de inexpertos. 

 

Sofrío lentamente, 

los pesares, no, 

los odios  

esos dan un color caramelo sensacional. 

 

Estómago dos de cuatro,  

es necesario para digerir tanta mierda.  

 

Creo que me tomaré un Martini, mejor un Gin Tonic, 

los botánicos me van mejor que las aceitunas verdes con tan poco sabor frente a las negras.   

 

Ya no hay más respiración, perdió “la crujencia,”  

¡viva la oxidación! 

no quise acelerar esto,  

no había que poner endulzantes, 

cuestión de paciencia. 

 

¡Listo!  

Magia hecha, viene el caldo: 

¿de carne roja o blanca?, 

la primera tiene ese sabor ferroso.  

 

Mírame  

aquí estoy otra vez conmigo  

¡Que rica ha quedado la sopa!  

Un poco de pan, de queso. 

Ya todo acabó. 

octubre 01, 2020

¿Cómo llegué a tallerear con Lena Yau?

"Escribo para respirar. Escribo porque quizás no sé hacer otra cosa. Entiendo al mundo como texto para ser leído, asimilado, recreado, reescrito. Imagino que tanta lectura, de libros y de realidad, hace poso en mí y luego busca salida." Lena Yau, escritora Venezolana radicada en España. Entrevista en Puchero,2018 

No les voy a atrasar mucho: no tengo idea como llegué a "tallerear" con Lena Yau, puedo confesar que he sido fisgona de sus escritos, hasta de contacto en LinkedIn la tengo. De paso, les recomiendo buscarla, ella les sorprenderá. 

Hace algunas semanas me animé y le escribí: cuestión de tiempo, de llegar al borde en medio de la ansiedad y justo antes de iniciar un "nuevo grupo".  Heme aquí inundada de lecturas en medio de los días que poco alcanzan, o las capas de responsabilidad acumuladas tal polvo. Me encuentro con cámara y micrófono silenciado porque justo "allí" hay un mar de voces, un jolgorio de migrantes en tiempos, circunstancias, comida y dolor, algo parecido a una logia, una hermandad. 

Se puede ser extraño y se seguirá extraño; sin embargo, en esos suculentos minutos que duran las sesiones, nos desprendemos de sentimientos, de dolores, de traumas, de arrastres, de pieles vividas y ella "la Lena" con un extraño y silencioso cariño, va más allá de la sesión, de los libros sugeridos, de las lecturas hechas o de los avances procrastinados.  Ella, nos llama a su mesa, la de todos, cada uno aporta el ruido, la música, la pausa, el sabor de la casa dejada, el sopor del vino. De pronto ante la tarea, te maravillas de las personas que escuchas, que desconoces y que gracias a la virtualidad, a una pandemia, a nuestra condición de fortuna, nos  "juntamos" sin pretensión. Personas agudas, intensas, extensas, indecisas, constructoras, marcadas con herrajes y cuanta cosas se pueda pensar. Hay momentos en que a una se le achica el cuerpo, se le pega la barriga al pecho y se olvida para qué está ahí.

Yo no pretendo aprender a escribir ni una obra, ni un personaje, aunque debería, pretendo no dejar de escucharles, de leer, de dejarme recomendar, disfruto infantilmente cuando encuentro una persona que es lectora voraz, quien con agudeza abre puertas, algo así a un filtro de Google (¿me darán crédito por el anuncio?)  Gracias a esta fresca y corta posibilidad es que estoy de regreso a este espacio, con ganas de volver a decir. 

Gracias por no haberse ido y visitar algunosabrazos, el blog con el nombre más rosado del "topten mundial." 

enero 15, 2020

Disculpas por el polvo del sitio

Mi persiana americana
La piedra de la locura (El Bosco)

Como de alguna forma "todas las personas tenemos algo de voyeristas" y si ustedes se preguntan ¿qué ando haciendo? Mis disculpas por haber abandonado este espacio que tiene mis cariños; es que ando tejiendo una vida con un ser humano  en todos sus aspectos. Tengo que confesar que, he contado mis días posibles de vida y quisiera ser menos mezquina con estas querencias, en donde se planta, se hilan y deshilan cosas. Hace semanas atrás he amado un poco más a mi madre y mi padre y cada noche, aunque no quisiera, luto al plantarme esa semilla de realismo del reloj que recuerda que estamos viejos, que algún día no estaremos (mañana- verdad de perogrullo), que no somos los mismos, aunque yo inicie "berrinches" como si solo tuviera 17. 

Esta última década ha sido de todo, lo que usted (quien me lee sea su conocida o no), así como yo podamos pensar; desde geografías hasta mundos de revés, desde la pérdida del paladar hasta la voracidad por lo dulce. Aún no logro dormir en una cama con escarabajos, mas vivo con alergias escondidas en los poros y en las neuronas y, cada día más soy peor alumna.

Desconozco si descansaré de las incertidumbres de la libertad, esa misma que atesoro, la que me quita el sueño cuando llega el día X donde hay que pagar todas las facturas del mes, o me deja, en un movimiento como un granizo en media lluvia fría de una tormenta tropical.

No se vaya, visite este blog, que de alguna forma se convirtió por la tecnología en una obsolescencia, más una aún fresca. De alguna manera, gracias por ser parte de esto.

Abrazos 


julio 07, 2019

El mes de los zapatos rojos

Ojala vivas todos los días de tu vida. 
Jonathan Swift


Antigua, Guatemala
Julio, 2019
Hoy es mi día, el que me ha tocado vivir, 7 del 7 nací, vine al mundo como un pacto, como parte de un nuevo comienzo entre mis padres; aún no sé si es bueno o es malo, pero eso sí explica la paciencia cariñosa de ellos hacia mí. 

Estoy aquí, sin saber qué contar, como esa manera de seguir presente en un espacio donde me he repetido varias veces. Dónde por ahora tengo poco que contar. 

Reconozco que he sido amada, esperada, llorada, abandonada, que me he despedido sin estómago, he hecho mi teatro y mi luto, he roto mis esperanzas, he olvidado algunas promesas, así como he dado pasos cortos y tardíos. En resumen, no soy diferente a vos, a quien lee estas desarticuladas ideas. 

Si me conoces y aún sin conocerme, sabrás que llevo un nombre de fantasía y el nombre de una de mis abuelas ¡vaya combinación!, que ni en las novelas latinas lo usarían.  Soy afortunada, el número de la lotería de hoy fue el 70, va con mi número de cábala, aún sigo sin apostar al azar, solo en ocasiones especiales y con la seguridad de que siempre perdí. He vuelto a retomar la lectura, camino a paso ligero, aún; me preocupo de las canas en la sien derecha, tomo menos café, más tisanas y más leche, aún sigo sin disfrutar los bananos; la religión del agua tibia en la ducha es mía y sobretodo ya no soy la misma. (perogrullada), al día de hoy discuto con mis padres como insoportable adolescente, aunque su paso es más lento, más exiguo y casi apagado, no renuncio (mi error) a pensar que somos los de ayer, aunque lo sé a todas luces que, no somos los mismos.

Me gusta el mes de Dorothy (como la fantasía del mago de Oz), con zapatos rojos aunque fuera solo en el cine, siguiendo ese camino de baldosas amarillas con esa oculta esperanza a ser un alma menos petulante y más sabia, con el coraje, el corazón y la cabeza para poder ver con bondad a los otros, a los míos, a mí.

Si lees esto, si me lees, feliz cumpleaños también, un año más quizá, uno menos también, con la fortuna de poder respirar, de poder seguir luchando por quebrar los preconceptos que tenemos para con nosotros mismos, para con los otros, la fortuna de poder caminar aunque sea unos minutos más de este presente que está en nuestras manos, el poder ser y estar. 

diciembre 10, 2018

Esperanza

“Existe gente que sueña y se queda quieta, y
 gente que sueña y hace realidad lo que sueña, o lo intenta. 
Eso es todo... Luego, la vida hace girar su ruleta rusa. 
Nadie es responsable de nada.”
 Arturo Pérez-Reverte
 
Cuando era pequeña habían unos sitios pequeños llamados pulperías y no son como las de ahora, todo era menudeo de verdad, desde una goma amarilla de mascar procedente del recipiente de vidrio gigante, hasta el pan cuya medida pasaba por media mano o una mano entera (10 bonetes pegados) envuelto en un pedazo de papel, que de paso eran un majar con mantequilla y mermelada.
 
Esos lugarcitos se fueron modernizando y los recipientes de dulces cambiaron a cuadrados estantes verticales de madera con vidrio dónde se colocaban cual caleidoscopio inimaginable todos los dulces y de vez en cuando alguna cucarachilla. Eso dio paso a los teléfonos para quienes no tenían en su casa, bien se recibían mensajes y los dulces en forma de sorpresas con un polvillo dulcete, o marcianos y bien caramelos empacados, o leche en caja. Allí habían sacos de productos dónde comprabas 1/4, 1/2, o kilo completo e incluso según quien vendiera le preguntaban cuanto dinero tenías y eso te daban. Las pulperías comenzaron y continuaron a llenarse de objetos "chiquititos" como los ticos, paquetes de "shampoo", fritos vacíos con calcomanías, sopas para dos personas, minibarras de mantequilla, leches de medio litro, como claras representantes del vaivén de la economía, del cambio de la sociedad, el poder del menudeo, de hacer el menú día a día porque no alcanza para más, del grupo social al que pertenecías.
 
Dentro de mi limitada comprensión infantil no notaba que ese centro de operaciones y social no solo era el sitio obligatorio cuando algo hacía falta en la casa, sino también la máxima demostración democrática de que para todos había posibilidad. Usted no tiene para comprar un bote de shampoo, bueno un sobre de champú sedoso podrá; no puede el paquete de dos kilos de arroz, bien medio kilo puede llevar. En resumen, había para todos, desde las noticias de quien se enteraba de todo, hasta los primeros acercamientos a los cigarrillos, alguna fruta o verdura, servicio de fiado lo que se llama ahora crédito, y con suerte una banca donde sentarse, estas últimas desaparecieron por falta de espacio.
 
Hoy, cada 100 metros en algunos lugares, (nosotros los ticos usamos los metros con una inexactitud encantadora), aparece un micropuesto, ya no de abarrotes, sino de lotería, allí hay esperanza que si bien no saldrás de pobre, al invertir una módica suma te pagarán entre 80 a 90 veces lo que colocaste, y podría darte un respiro el día más asfixiante. La cosa no acaba ahí, la suerte se la echan varias veces al día, sino le basta, además de la irregular o "legal" nacional, también te ofrecerán la opción de lotería internacional de cualquier país vecino. Asumo que todos tendremos suposiciones unas más científicas que otras de las motivaciones, tendencias, y razones que mueven pequeñas hordas a dejar recursos ante una ventana que le promete un premio. Un golpe de suerte, una "platica" para resolver un problema inmediato, sin siquiera saber si es confiable el lugar, o que importa si tiene o no patente, no hay certeza cómo funciona el gane, casi un acto de fe loterística, de lectura de cábalas al cabecear en el autobús por sueño, o encontrar un número escrito en una nube. Lo que vale es el acto de ignorar la probabilidad y eliminar una ansiedad , creyendo que hoy mi suerte; que suele ser oscura, cambiará. En estas "nuevas" pulperías la democracia y  la esperanza tiene un monto, el que usted pueda pagar.

noviembre 20, 2018

La Esperanza

Hace tiempo leí que los insectos comprenden el grupo más diverso y extenso de animales en esta tierra, se conocen cerca de un millón de especies y tal parece que se desconocen o no se han descrito unos treinta millones. Es tal la cantidad que se calcula que por cada persona hay aproximadamente 200 millones de ellos.

A veces pienso, que ese estado optimista llamado esperanza, basado casi en un acto de fe en el que se cree que aquello que uno desea o se piensa sustentado en alguna lógica de que puede ser posible, es como un insecto y por ende hay posibles millones por cada persona.

Yo tengo esperanzas de todo tamaño, todos los días, varían en cantidad tanto como en frecuencia. Unas son lo más pedestres, otras tienes las formas y tamaños de asombro. Hay esperanzas como avispitas negras,escarabajos de mayo, abejas e incluso hormigas, hay otras no menos importantes parecidas a las cucarachas, pulgas y piojos. Todas son parte de este mundo diario en donde la expectativa es baja y la mortalidad es alta, tanto para unos como otros. 

Me parece que tengo esperanzas que tienen esa capacidad de mirar el espectro ultaviolecta (las menos), otras otras que son completamente miopes, montones se disparan solas con la luz o florecerán con el olfato. Bastantes huyen al primer movimiento de peligro en el aire y unas cuantas se aferran a su sitio, son desafiantes y confrontativas, abriendo las alas, enseñando la cara, alertando los sentidos. 

Dejémonos de dulzuras, mueren por montones  y deben luchar para sobrevivir en su mayoría desprotegidas. Pero ¿qué sería de cada uno sin ellas? Todos las tenemos, sino fuera así, me atrevo a pensar que no tendríamos combustible para ese acto de posibilidad celestial o científica que nos impulsa a querer, a esperar que una amiga extraviada en el camino, nuevamente levante su teléfono; o que una persona mayor en la calle encuentre afecto y abrigo, o no volver a disgustarse una por la misma pregunta que lleva a ningún sitio o a todos; o quizá que llegue la lotería con un número que se soñó, o que las dietas milagrosas existan y surtan efectos en los ojos, bien que la basura oceánica sea un cuento, o finalmente que el dolor no nos embargue de manera arrasadora cuando los amados fallecen, o quizá pensar que hoy seremos más generosos entre nosotros mismos y sobretodo con los otros seres que no entendemos.

Suena un poco naive, pero despertarse cada día, sea para mover dos pies o para lanzarse como resorte de la cama; saber que al otro lado del océano tienes familia que aún te piensa; el luchar por un hoy donde decidamos todos hacer un pacto de hermandad y dejar de perseguirnos, de empuñar cuchillos, de dar forma a los daños, de escupir fuego y soñar soberbia, de cagarnos en la vida los otros, de arrancarle la piel a un ser vivo, de hacer montañas de desechos. Bañarnos, vestirnos y salir a este mundo que te roza con una contra gruesa, oscura y cruel, eso es un acto de esperanza aunque, al llegar la noche esté fallecida o descompuesta. Al final cada una de ellas nos permiten vivir, de alguna forma extraña, nos permiten continuar, nos da el aire para volver a empezar, para creer en cualquier cosa, incluso en la humanidad.

En definitiva, estamos llenos de millones de insectos y quienes no, ya no están aquí.