así como otras con cosas de sobrevivencia:
un libro,
una pastilla,
un beso para el frío,
queso, pan y vino.
Una lluvia,
un sueño,
un manojo de nervios y
una flor de azahar.
Una sombrilla contra el resfrío,
unos zapatos sin peso,
un sostén transparente.
Pequeños bolsillos llenos de bolígrafos, grapas, cintas, tijeras y papel y
Pequeños bolsillos llenos de bolígrafos, grapas, cintas, tijeras y papel y
un mar de incertidumbre junto con un peñasco de salvedad.
Una puede llevar todo y dejarlo si más,
porque los cuentos no existen
y las hadas murieron muchos años atrás.