sucede que el ayer fue más duro para cada uno
pero ya lo olvidamos
y el presente nos agobia con esa "novedad" del momento
ese ayer tan lejano, casi azulado
con bordes ambiguos que no se pueden delimitar ni con los mejores lentes
donde ya no logramos tocarnos al extender la mano
donde ya olvidamos la voz cuando conversábamos
y no habían teléfonos que nos permitieran salvarnos en una grabación
acaricio las fotos (afortunadamente las hay), como si fuera un capítulo de Emily Brontë
pienso que recuerdo como era un abrazo, pero en ese tiempo
él medía más que yo y yo medía menos que ahora...
impensable, los miles de días que han corrido,
lo digo con certeza, ni siquiera como metáfora.
y no siento nostalgia, ni cosquillas de dolor, que tampoco sé si se llaman así,
porque finalmente estamos pasando a ser extraños por destino de vida
yo aún me siento cerca de vos, de tus hijos no,
ellos me ven desconocida y debo confesar que es mutuo
no encuentro punto de enlace, solo de partida,
o quizá lo único que encuentro son vestigios morenos en ellos.