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septiembre 17, 2010

Stop all the clocks

Aunque por ahora el blog no parece ser lo que le dio vida (no puedo hacer mucho por el momento), la ocasión amerita esto. ¿Lo conocen? digo a W. H. Auden, alguna persona lo comparó con los Nobel T.S. Elliot y W.B. Yeats, pero son tres tamaños y perspectivas diferentes. 


Rescato que comenzaría por el final, que me gusta más la versión inglesa que las traducciones castellanas encontradas (últimamente me gusta poco todo, he sido robada y disculpen realmente pero poco soy o poco estoy.)  En fin, intenten leerla a toda voz la versión en inglés y notarán lo que digo.

Stop all the clocks 
Parad los relojes, descolgad el teléfono.
Prevenid el ladrido del perro con un jugoso hueso.
Silenciad los pianos y, con apagado tambor,
sacad el ataúd 
dejad las plañideras llegar.
Que los aviones den vueltas en señal de luto
Escribid 
en el cielo el mensaje que: "Él ha muerto".
Poned en los blancos cuellos de las palomas de la calle un crespón,
Dejad q
ue los policías de tránsito lleven guantes negros.

Él
 fue mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción.
Creí que el amor duraría siempreMe equivoqué.

N
o quiero las estrellas: apagadlas todas.
Envolved la luna, desmantelad el sol.
Vaciad los océanos y los bosques arrasad.
Porque ya nunca nada podrá acabar bien.

Stop all the clocks 
Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.
Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He Is Dead,
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.
He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I was wrong.
The stars are not wanted now: put out every one;
Pack up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the wood.
For nothing now can ever come to any good.

septiembre 01, 2010

Memoria y esperanza

He comenzado a pensar que es cierto ese rumor de que con las "generaciones de ahora", no se puede contar. Digo entre otras cosas por eso de amplios conocimientos y pocas profundidades. Toneladas de información en frente y sin uso o memoria. Dedos índices desarrollados y muñecas algo dañadas. Acción-reacción-acción-reacción: querer resultados rápidos. Perder las ganas en el corto plazo. 

Lo que sucede con esto de los cambios generacionales es que cada vez que uno se vuelve  más "viejo" tiende a pensar que se es más sabio frente a los predecesores; sin embargo ya conocemos la respuesta.

La razón de sacar a colación el tema, puede radicar en el deseo llamado fuerza, lucha y ganas. Luchar es un factor fundamental para sobrevivir, para estar con otros, para abrirse camino, para sobrevivirse. Sino simple y sencillamente se abre paso a la muerte, sea esta diáfana, tranquila, llorona, suicida, pero termina siendo el destino de los vivos.

Yo quiero estar viva -aún no sé como lograrlo sin morir en el intento-, aún quiero construir eso que alimenta el soplo de vida, que otorga color, olor, sabor, textura y forma; lo que nos define como personas, lo que nos permite construir lazos en el tiempo y movernos, lo que no nos deja abandonarnos por la cobardía y la indiferencia y en alguna esquina esconde olor a decencia sin que sea secreto de salvación.

Yo quiero esa juventud para mi, la que a pesar del corazón con canas -como diría Benedetti- vibra y sabe luchar.

"¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco? (...)
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes 
en este mundo de rutina y ruina? (...)
les queda respirar/abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?(...)
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan/ abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno/
sobretodo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado 
y los sabios granujas del presente." 
Con los jóvenes en Memoria y esperanza, M. Benedetti. 

agosto 29, 2010

Todos los lugares

"We are the only country in the world that has written -the pursuit of happiness- into its founding document, thus guaranteeing that we'll never be satisfied. we are a geographically and socially diverse nation doomed by law and custom to optimism. We are not too healtyh, are quite belligerent, and we borrow too much without thinking much about how we'llpay it back." Andrei Codrescu, Editor of Exquisite Corpse

Hace días le doy vuelta a temas de vida cotidiana, de las relaciones políticas e internacionales pues poco tengo que dar de mi o lo que escribo es siempre lo mismo. No se asusten, todavía no voy a usar el blog para ese corte, abriré un sitio en otro lugar o bien tomaré otros rumbos e intentaré comunicarlo.

Como siempre me dan vuelta temas de aguas, desastres, seguridad alimentaria, seguridad ciudadana, la cooperación y la responsabilidad. Es decir esas cosas que le dan a ciertos sujetos por leer; quizá lo hago porque pienso que son asuntos comunes en cualquier sitio de este planeta.

Para variar no pude decidirme. Quería comenzar contándoles que me gustan los papalotes de particular manera, que yo los solía hacer pequeña o que me representaban ese deseo de volar, del cual por obvias razones anatómicas no podemos aún los humanos -saben a lo que me refiero-. ¿La razón para escribir sobre los cometas? Sencilla quería comentarles uno de los tantos artículos de Newsweek de la última de agosto, la cual trata sobre los mejores países del mundo.

La revista menciona los "ranking" ya conocidos, educación, salud, dinamismo económico, por citar algunos,   y además tiene otros indicadores que llamaría divertidos, dice Codrescu el responsable de esta sección: ¿Por qué con indicadores y países ganadores como estos seguimos colocando los fríos, oscuros, pequeños y depresivos  como la norma? El listado y comienzo por mi favorito -el de los papalotes-:
  • El mejor lugar para volar un papalote, India.
  • El mejor clima, Malta.
  • El mejor lugar para ser mejorado quirúrgicamente, Brasil.
  • El mejor lugar para ser viejo, Japón.
  • El mejor lugar para tener un bebé, Francia.
  • El mejor lugar para un viaje por carretera, Suráfrica.
  • El mejor lugar para la música, Mali.
  • El mejor lugar para el sexo, República Checa.
  • El lugar más gay-friedly, Los Países Bajos- Holanda.
  • El mejor lugar paras ser dueño de un perro. Bélgica.
  • El mejor lugar para comer, España.
  • El mejor lugar para ser rapero, Suiza
Por supuesto hay un justificantes para cada uno y los invito a darle un vistazo al artículo pues se reirán de las razones detrás de estos, algunas disparatadas que es lo mejor.

Un beso de domingo

julio 31, 2010

Cerrando julio

They are the proof that something was there and no longer is, like a stain. And the stillness of  them if boggling. 
You can turn away but when you come back they'll still be there looking at you. Diane Arbus.

Este julio ha estado muy cargado, sigue denso para mi y no es que me disgusten este tipo de emociones, sino que a veces parece que me falta más entereza, solo no la encuentro o se escapa. Puedo poner una cara algo escultórica, bien rociar los días de aire fresco o de temas entretenidos. Lo hago, he de decir las tres cosas y más, pero no siempre se consigue el propósito y es más sencillo distraerse en la vida de los otros...

Ha llegado a mi buzón, motivado por uno de estos post y más allá, un poema que fue escrito para una mujer quien murió en este mes de julio. Fotógrafa estadounidense que se dedicó a retratar a los marginados, a cuestionar lo bello, a sentar línea respecto a la luz. No les invito a hurgar en su vida, sino a tratar de entenderla y vivirla con sus ojos. Hablo de la fotógrafa Diane Arbus y el poeta Howard Nemerow
"Mi querida, me pregunto si antes del fin
pensaste en aquel juego de niños
al que seguramente jugaste, en el que
corres por encima del estrecho muro de un jardín
imaginando que es la cima de una montaña
con insondables precipicios a ambos lados
y cuando sentiste que perdías el equilibrio
saltaste, porque temías caer, y pensaste
sólo por un instante: Es ahora cuando muero.
Eso fue hace una vida. Ahora ya no estás,
te negaste a seguir jugando el juego de los adultos
en el que, manteniendo el equilibrio en la cima que corona la oscuridad
se sigue corriendo sin mirar abajo
y nunca se salta por termo a caer." Howard Nemerow
          
Las fotografías son: Portrait. Jorge Luis Borges. Hand grenade. Children in  New York. Hermaphodite and dog in carnival.

julio 18, 2010

Necesito creer

Sí necesito creer que hay futuro, que lo tenemos, que podemos, que más pronto que tarde se saldrá de esto. Hoy lo necesito más que ayer y más que antes.

Credo, Jorge de Bravo 
"No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos.
Mi cuerpo es una sola verdad y cada músculo
resume una experiencia de entusiasmo.
       
Una vez dije: ¡sufro! Y era que el sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.
       
Y siempre digo: espero. Porque a mí me podrían
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser esto
que te estrecha las manos."
(...) 

julio 11, 2010

Andamios

Estos días han sido "secos" en mi escribir, pues no hacía falta ganas, solo no habían palabras. Supongo que un impase no cae mal aunque se proteste. Es así como me he dedicado a leer entre saltos, sueños y gripas bacterianas. Han sido ingeridos todos los periódicos nacionales, las revistas de análisis semanales, las financieras y de opinión, así como un libro.

Hace días les contaba que me habían regalado "Andamios" de Mario Benedetti. Supongo que algunos de ustedes lo han leído. Es una lectura que encuentro algo lenta, cargada de diálogos que sirven para dibujar personas, para contar sobre ese cambio nuestro y de la cotidianidad del entorno.

Confieso me han gustado esas imágenes que me llevaron a pensar en las cartas, el telégrafo al teléfono y al fax (era oneroso enviarlos y el papel se decoloraba con los días) A eso se suma la "suave" tristeza (si esta puede ser así) del libro, de las relaciones, de las personas.

Quisiera decirles que lo leyeran sino lo conocen, pero titubeo, porque de alguna forma hay una melancolía reconocida. En fin, mejor les dejo una parte de uno de los poemas que hay mezclados en algún lugar del libro

"Cada día lo veo con mayor nitidez:
mi cuerpo, este cuerpo, es lo único mío,
mi casa solariega, mi propiedad antigua.
Qué pobreza, qué lujo
de futura ceniza.

Viajo por él sin guía y sin resguardo
y como en un safari recorro sus penurias,
sus abras y archipiélagos, 
sus redes varicosas,
sus manchas y ruturas,
sus rótulas tarpeyas,
y hasta las cicatrices, ese agüero
del mañana que acecha.

No hay duda que mi cuerpo es lo único mío,
mi testamento ológrafo,
mi convincente nada, mi destino,
pero también mi dulce 
memoria de rocío.

Estiro con la yema
de mi pulgar villano
las costuras del tiempo,
pero no bien la quito 
renacen y se afirman 
todos sus amuletos.

La cabeza candela no existe como faro.
Es la que atiende y juzga,
la que asimila y sueña
la que se subordina
y a veces se subleva,
la que espera el regalo
de otro cuerpo a la espera
la que organiza tactos
y visiones y yugos
y resume en su piel
el pellejo del mundo.

Pese a todo mi cuerpo
es lo único mío,
mi propiedad antigua.
Qué pobreza, qué lujo
de futura ceniza."

junio 21, 2010

Robado de Luis Sepúlveda

Si te digo que te quiero, quizá te parezca cursi y pondrás rictus de no saber por donde huir. Si te cuento la historia del viejo y la niña, te parecerá francamente alusiva. Si te digo que tenemos tiempo hacia adelante, guardarás silencio porque el futuro es incierto. Entonces mejor hablemos de otra cosa, algo en común que sea más vano: los dientes... (a ver sino te ries un pelín) Yo alguna vez quice ser dentista, que lo diga mi hermana.

"El cielo era una inflada panza de burro col­gando amenazante a escasos palmos de las cabe­zas. El viento tibio y pegajoso barría algunas hojas sueltas y sacudía con violencia los bananos raquí­ticos que adornaban el frontis de la alcaldía.
 Los pocos habitantes de El Idilio más un pu­ñado de aventureros llegados de las cercanías se congregaban en el muelle, esperando turno para sentarse en el sillón portátil del doctor Rubicun­do Loachamín, el dentista, que mitigaba los dolo­res de sus pacientes mediante una curiosa suerte de anestesia oral.—¿Te duele? —preguntaba.Los pacientes, aferrándose a los costados del sillón, respondían abriendo desmesuradamente los ojos y sudando a mares.Algunos pretendían retirar de sus bocas las manos insolentes del dentista y responderle con la justa puteada, pero sus intenciones chocaban con los brazos fuertes y con la voz autoritaria del odontólogo.—¡Quieto, carajo! ¡Quita las manos! Ya sé que duele. ¿Y de quién es la culpa? ¿A ver? ¿Mía? ¡Del Gobierno! Métetelo bien en la mollera. El Gobier­no tiene la culpa de que tengas los dientes podri­dos. El Gobierno es culpable de que te duela.Los afligidos asentían entonces cerrando los ojos o con leves movimientos de cabeza.El doctor Loachamín odiaba al Gobierno. A to­dos y a cualquier Gobierno. Hijo ilegítimo de un emigrante ibérico, heredó de él una tremenda bronca a todo cuanto sonara a autoridad, pero los motivos de aquel odio se le extraviaron en alguna juerga de juventud, de tal manera que sus monser­gas de ácrata se transformaron en una especie de verruga moral que lo hacía simpático.El doctor Rubicundo Loachamín visitaba El Idilio dos veces al año, tal como lo hacía el em­pleado de Correos, que raramente llevó correspon­dencia para algún habitante. De su maletín gasta­do sólo aparecían papeles oficiales destinados al alcalde, o los retratos graves y descoloridos por la humedad de los gobernantes de turno.
Las gentes esperaban la llegada del barco sin otras esperanzas que ver renovadas sus provisio­nes de sal, gas, cerveza y aguardiente, pero al den­tista lo recibían con alivio, sobre todo los sobre­vivientes de la malaria cansados de escupir restos de dentadura y deseosos de tener la boca lim­pia de astillas, para probarse una de las prótesis ordenadas sobre un tapete morado de indiscutible aire cardenalicio.
Despotricando contra el Gobierno, el dentista les limpiaba las encías de los últimos restos de dientes y enseguida les ordenaba hacer un buche con aguardiente.—Bueno, veamos. ¿Cómo te va ésta?—Me aprieta. No puedo cerrar la boca.—¡Joder! Qué tipos tan delicados. A ver, prué­bate otra.—Me viene suelta. Se me va a caer si estor­nudo.—Y para qué te resfrías, pendejo. Abre la boca.Y le obedecían.Luego de probarse diferentes dentaduras en­contraban la más cómoda y discutían el precio, mientras el dentista desinfectaba las restantes sumer­giéndolas en una marmita con cloro hervido."  Un viejo que leía novelas de amor, Luis Sepúlveda

junio 18, 2010

Luto, otra vez luto José Saramago muere

La noticia no la recibí por los medios de comunicación, sino por medio del cariño de una amiga. Ha muerto hoy 18 de junio Saramago, ha muerto otro grande, un pensador, porque aquí no se trata hablar de si la izquierda o la derecha, si filosofía o matemática. Se trata de uno grande entre las personas, de uno que sentía como todos nosotros, que fue labrando lento, que caminaba, pensaba, expresaba, que no se mantenía duro como una piedra. Luchaba.
Estamos, como lo dicta la vida, asistiendo nuevamente a la muerte, en este caso a la de un gran pensador de nuestros tiempos. Dejo un fragmento de uno de sus libros.


Intermitencias de la Muerte, José Saramago
"... Entonces ella, la muerte, se levantó, abrió el bolso que había dejado en la sala y sacó la carta color violeta. Miró alrededor como si buscara un lugar donde poder dejarla, sobre el piano, sujeta entre las cuerdas del violonchelo o quizás en el propio dormitorio, debajo de la almohada en que la cabeza del hombre descansaba. No lo hizo. Fue a la cocina, encendió una cerilla, una humilde cerilla, ella que podría deshacer el papel con una mirada, reducirlo a un impalpable polvo, ella que podría pegarle fuego solo con el contacto de los dedos, y era una simple cerilla, una cerilla común, la cerilla de todos los días, la que hacía arder la carta de la muerte, esa que sólo la muerte podría destruir. No quedaron cenizas. La muerte volvió  a la cama, se abrazó al hombre, y sin comprender lo que le estaba sucediendo, ella que nunca dormía, sintió que el sueño le bajaba levemente los párpados. Al día siguiente no murió nadie. 

mayo 19, 2010

Para vos


"Tengo una fe ciega en el futuro, y hacia él se extienden mis manos. Pero el pasado está lleno de voces que no callan y al otro lado de mi sombra aparece una multitud infinita de sombras que la justifican.
Fragmento de A donde dan los portalones?, en Las maletas del viajero, José Saramago.

mayo 18, 2010

Delibes

Para alguien que "mamó" de un currículo tropical, mis lecturas de hace décadas estuvieron plagadas de escritores españoles, casi podría hacer una lista, Garcilaso de la Vega, Santa Teresa de la Cruz, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Alarcón, Bécquer, Pérez Galdós, Ramón María del Valle Inclán, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Ortega y Gasset, León Felipe, Alejando Casona, Pedro Salinas, García Lorca, Luis Cernuda, Francisco Ayala, Camilo José Cela, Torcuato Luca, Miguel Hernández, Buero Vallejo y que se yo. No se crea que esto fue por pura iniciativa, todo comenzó con los estantes amplios e interminables que mi tía tenía en su casa, de estos los libros autorizados, luego el hurto temporal de aquellos que se iban dentro de mi falda.
Me inicié leyendo cualquier libro por portada y que no muy extenso; también algo de poesía, pues mi madre tiene un libro de Campoamor que era de mi abuela y ella nos leía de allí, luego nos lo prestaba. Así se comenzó, no era fácil, a veces comprendía poco, por no decir que no comprendía, entre diccionario, enciclopedia y ciertas preguntas capciosas a mis hermanos comencé a leer. 


Delibes me gusta, pues quizá sea parte de ese ambiente rural que no es ajeno a mi, pero distinto por su geografía, todo para decir que me identificaba... Murió como todos bien sabemos hace ya un par de meses atrás y había dejado este "post" en borrador, lo he desempolvado pues no quería no darle algún homenaje aunque pobre desde este blog, no por eso homenaje.  


"Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, según decían, de siete años y, después los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa." El Camino

mayo 06, 2010

¿Recuerdas?

Hay lecturas, formas, caminos, lugares, olores... hay tanto que por más añejo, por más que pasen los años, si los vuelvo a visitar me siento como en casa, joven sí a pesar de saberme antigua.


Poema 20
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo.
Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo." Pablo Neruda

abril 21, 2010

Bukowsky

Será el calor, o el polvo que se me pega a la piel, verte "sostener" esas palabras que tengo días intentando que saques de entre la garganta y la comisura de los labios. Querer así, tan pobremente me hace abrazar a Bukowsky un poco más adentro de mi esternón.

Vivir de cubos de basura
"El viento sopla fuerte esta noche
Y es viento frío
Y pienso en los chicos
De la calle.
Espero que algunos tengan
Una botella de tinto.

Cuando estás en la calle
Es cuando te das cuenta de que
Todo 
Tiene dueño
Y de que hay cerrojos en
Todo.
Así es como funciona la democracia:
Coges lo que puedes,
Intentas conservarlo
Y añadir algo 
Si es posible.

Así es también como funciona
La dictadura
Sólo que una esclaviza
Y la otra destruye a sus
Desheredados.

Nosotros simplemente nos olvidamos
De los nuestros.

En cualquier caso
Es un viento 
Fuerte 
Y frío"

abril 05, 2010

Número 2

El 20 de este mes, se cumplirán dos años del blog, memoria de un día donde se tuvo la cobardía suficiente para comenzar a pegar lecturas, ombligos, tropiezos, rebotes y demás chucherías del bolsillo. Se inició ese día con un escritor que me atrapa, aunque sospecho que en persona era diferente: Oliverio Girondo.

El post de hoy era un fragmento del mencionado, sin embargo otra vez y por fortuna fuimos dos en el almuerzo y cayeron en mis manos dos libros de Benedetti querido. Así que entre un ánimo que debería de brillar, estar hinchado de todo eso bueno, mi gris de abril que llena de "triste mierda seca" las cosas, la repetición de ciertas estrofas como un credo, la naturaleza que me empuja y levanta porque es tan fuerte como una máquina, la lucha de salir algo majado, algo magullado, un poco desvalido, un tanto más cansado, algo asqueado, desayunado con desencanto y levantado a fuerza de querencia elegí Bendetti, pues finalmente será el día en que no respire cuando deje de caminar.


"No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero." Mario Benedetti 



pd: el dibujo es de Lisandro Dimachi, Antiguas Formas 

marzo 07, 2010

Tres hombres: Orlando Zapata, Miguel Hernández y Jorge Debravo

La noche está ventosa, no tanto como la tarde en donde los "colgajos" no paraban de sonar y sonar como el agua acelerada por una caída. Tengo horas de rumiar este "post", quería escribir sobre las voces que desde algún sitio piden ayuda, piden humanidad, los que hacen callar a golpes, a mordazas, a pedradas y balas, pensaba en la muerte del que siente y piensa (otra más) de Orlando Zapata

Lo anterior, me llevó a recordar a un hombre que más joven no podía estar cuando murió y quien al menos a mi, me levanta las exclusas de alguna manera provocadora hacia otros lugares (Miguel Hernández) y junto a él quien gritaba entre la dureza la palabra, vida, el sentimiento humanidad (Debravo).

No haré más introducción, pues lo que hubiese pensado lo olvidé entre las horas de movimiento, en todo caso no lo necesitan, mejor dejaré dos rastros para esta noche o día.

"(...) Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuros
y siento más tu muerte que mi vida (...)

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada (...)

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte 
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte 
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte..." 
Elegía a Ramón Sijé, M. Hernández

"No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos (...)

Una vez dije: ¡sufro! Y era que el 
sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.

Y siempre digo: espero. Porque a mí me 
podrían 
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser
esto 
que te estrecha las manos.

Creo en el corazón del hombre, creo 
que es de pura caricia a pesar de las 
manos
que a veces asesinan, sin saberlo,
y manejan fusiles sanguinarios.

Creo en la libertad a pesar de los cepos,
a pesar de los campos alambrados (...)

Y creo en el amor, en este amor de acero
que va fortaleciendo las piernas y los
brazos,
que trabaja en secreto,
a escondidas del odio y del escarnio,
que debajo del traje se hace músculo,
órgano, experiencia, nervio, ganblio (...)"
Credo, J. Debravo

La pintura es de Guayasamín, se llama Hambre

febrero 09, 2010

Cuentos orientales


Muchas veces, más amenudo de lo que parece, tengo la impresión de que hay algo de mi que se encuentra con vos de repente, algo que se queda perdido antes de llegar, algo que solo vive en el momento donde estamos los dos, algo que sigue sin saberse cuando ya no estamos.

A veces, más amenudo de lo que parece, siento que la primavera acaba de llegar a pesar de que el suelo de barro esté helado aún, o que el verano será permanente como si ya no hubiese tanta lluvia como antes.  

Más veces de las que ya escuchas, vos sos luciérnaga durante la noche y el día, aunque por ocasiones sientas gran carga, aunque no quieras eso y  te provoque dolores de estómago...
 
"Al apuntar el día, mientras el anciano seguía durmiendo, salía en busca de paisajes tímidos, escondidos detrás de los bosquecillos de juncos. Por la noche, cuando el maestro, desanimado, tiraba sus pinceles al suelo, él los recogía. Cuando Wang-Fô estaba triste y hablaba de su avanzada edad, Ling le mostraba sonriente el tronco sólido de un viejo roble..." Marguerite Yourcenar, Cuentos Orientales"
 
La pintura es de Utagawa Hiroshige conocido como Ando Hiroshige y quien fue uno de los más grandes paisajista de Japón, vivió de 1797 a 1858.

febrero 02, 2010

El guardián en el centeno

A mi amigo Sergio le gusta leer tanto como le gustan las mujeres o la buena plática con los amigos. La lectura del papel le gusta un poco más que los libros en digital que él mismo recomienda y que dudo visite. A mi amigo lo atrapa el "beis" tanto como ese "desdoblarse" que tiene cuando de vez en cuando sale a correr por el campo abierto de su casa, o la vista que remonta desde cierto punto de la mina. 

Si tuviera que decir que he encontrado una persona que me explique sin morir en el intento, de un tirón, en un correo, en una charla a ciencia cierta como funciona este juego, es ese sujeto. El mismo que revolvió mi biblioteca una vez con Bukowsky (poco entendía yo de este en aquellos tiempos de nada de esto) y otros escritores estadounidenses, me heredó cierta "inclinación" por cierta literatura "gringa" de esa que no se vende necesariamente en los estantes "de más vendidos." 

Como una metáfora proveniente de ese deporte, de esa sociedad joven, desbocada y sin límite para muchos, de encanto y colorido, de malicencia y oportunidad a veces mal vista, nace un hombre y una novela "Catcher in the Rye" y un escritor a quien Mario Benedetti retrató una vez de manera certera: no cierra los ojos, ni se droga ni se escapa. Es un atrincherado, pero no un evadido; en última instancia, es alguien que no renuncia a descubrir un sentido en la vida; alguien que, así sea pasivamente, aún resiste 

Hace 5 días, el 28 de enero del 2010 Jerome D Salinger  muere a la cortaedad de 91 años, tres matrimonios y no sé cuantas hijas. Para quien no ha leído el libro, un botón de muestra cortesía de www.epdlp.com por cierto, el digital lo pueden encontrar en: http://www.librosgratisweb.com/pdf/salinger-jerome-david/el-guardian-entre-el-centeno.pdf 

" Era un taxi viejísimo que olía como si alguien hubiera acabado de vomitar dentro. Siempre me toca uno de ésos cuando voy a algún lado de noche. Pero más deprimente todavía era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando cruzaban un hombre y una mujer abrazados por la cintura, o una pandilla de tipos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia. Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia, y hace que uno se sienta aún más triste y deprimido."

enero 24, 2010

Emily Dickinson


Durante estos tiempos, desde el regreso de los días ha habido una extraña sensación, algo así como impaciencia llegada sin las noticias. No sé por dónde viene, deja marcas en los sueños, revuelve la barriga, lleva una mirada cuerva, un roce sobre el hombro intacto. Me hablo en voz baja: "se necesita tiempo". A veces ni yo me lo creo...

"Presentimiento es esa larga sombra
que poco a poco avanza sobre el césped
cuando el sol sus imperios abandona...
Presentimiento es el susurro tenue
que corre entre la hierba temerosa
para decirle que la noche viene."