Hace días dejé atrás en formato borrador algo escrito sobre el volcán Pacaya de Guatemala, sitio impresionante que ha estado activo por décadas. Antes quedó "botado" el tema del derrame petrolero en el Golfo de México que significó el "escape" de más de 413 millones de litros de oro negro, o lo que es la bicoca de 40.000 barriles diarios, cuyo daño ambiental no ha podido ser completamente calculado, aunque sí es el mayor desastre natural de la historia de los Estados Unidos (y eso es decir bastante). Más atrás y no salió del correo personal, el inició de un "post" de una de las demostraciones más recientes del "futuro" próximo de Centroamérica y el Caribe: la guerra entre los carteles de la mafia (no la telenovela Colombiana) y el gobierno en Kingston, Jamaica, cancelándose vuelos hacia la capital por la posibilidad de la extensión de la violencia y lo inverosímil de todo esto es que la misma gente protegiera a los delincuentes, situación repetida en Sinaloa, México, Tegucigalpa,Honduras, Ciudad de Guatemala, Aguantafilo, Costa Rica.
Es así como han desfilado pocos pero constantes temas por mi cabeza, por las noticias, los espacios que frecuento o leo. Sin embargo sucedió "eso" solo los dejé allí guardados, dedicándome a otras cosas. Anoche escuchaba las noticias (me da flojera ver la tv. para esto), en el país se han solicitado al menos 23 aumentos diferente de bienes y servios principalmente. Es histórico y no exclusivo de estas tierras que durante finales de "fut", mundiales de estos, se presenten los mayores aumentos en la llamada "canasta básica" de consumo y la violencia doméstica e intrafamiliar.
Ahora con el Mundial de Futbol Sudáfrica 2010, del cuál yo no me escapo y cuyo partido inicial no me perdí, retomo algo que Fran Sevilla, corresponsal de RTE para América Latina comentaba: el fútbol le encanta de una forma particular y desde pequeño, sin embargo ocurriese lo que ocurriese, ganara quien ganara no iba a hacer que él olvidara que hay más cosas sucediendo en el mundo.