De algún sábado por la noche...
aunque luego no pueda cruzar la línea
y deba quedarme al otro lado de la ventana.
Quiero flores recién cortadas ,
aunque luego deba dejarlas morir antes de cruzar el borde de la entrada.
Quiero que caigas conmigo en deuda,
aunque luego no me fueras a pagar una sola castaña.
Finalmente, me daría por cuenta saldada, si me dieras
de tu tiempo en un campo de limoneros y naranjas justo amanecidas.
No te engañes, eso es lo que quiero.
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