Hay ausencias que son más allá de una vida. Cinco centímetros de distancia entre dos cuerpos, puede ser un ejemplo...
Balada del ausente, Juan Carlos Onetti
"Entonces no me des un motivo por favor
No le des conciencia a la nostalgia,
La desesperación y el juego.
Pensarte y no verte(…)
Rumiar a solas, gracias a ti, por mi culpa,
En lo único que puede ser
Enteramente pensado
Llamar sin voz
Es necesario aceptar la soledad,
Confortarse hermanado
Con el olor a perro, en esos días húmedos del sur,
En cualquier regreso
En cualquier hora cambiable del crepúsculo
Tu silencio
Y el paso indiferente (…)
Que no responde al sombrero enlutado
Golpeando las rodillas(…)
No me des conciencia, grito, necesidad ni orden.
Estoy desnudo y lejos, lo que me dejaron(…)
Eternidad, infierno, aventura, estupidez
Pero soy mayor
Ya ni siquiera creo,
En romper espejos
En la noche
Y lamerme la sangre de los dedos(…)
Muerto por la distancia y el tiempo
Y yo la, lo pierdo, doy mi vida,
A cambio de vejeces y ambiciones ajenas(…)
Volver y no lo haré, dejar y no puedo.(…)
Y esperar sin prisa su vejez, su ajenidad, su diminuto no ser.
La paz y después, dichosamente, en seguida, nada.Ahí estaré. El tiempo no tocará mi pelo, no inventará arrugas, no me inflará las mejillas Ahí estaré esperando una cita imposible, un encuentro que no se cumplirá."
1 comentario:
Gracias intiresnuyu iformatsiyu
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