Bastantes de las personas con quienes me escribo desde mi correo personal tienen gmail. Ellas no saben de este espacio y aún no estoy decidida a contarles, aunque el asunto no es ese ahora.
Este servicio tiene la característica de que te permite emplear los colores del semáforo para indicar estados en que te encuentras, así como puedes introducir texto para indicar más cosas. Además, la gente con quien se cartea una es incluida automáticamente. -Pareciera toda una oda a este sitio.-
Entonces si alguna persona tiene gmail, está conectada, no invisible, podrás verla en su cotidiana vida cuando usa el correo electrónico.
Una de mis amistades, lleva todos estos días, desde el lunes con un mensaje que dice: "me rindo". Aún no le he escrito, no he saltado a su sistema de chat, me muevo entre si es prudente preguntar, si le disgustará o finalmente si terminaremos rendidas juntas.
Es cierto, hay ocasiones en las cuales ya no hay energía, es como si el indicador del ánimo dictara temperatura bajo cero, estás vivo, te mueves, hay tanto y sin embargo, solamente quieres abandonarte, abdicar y decir me rindo. Hoy justamente me rindo.
Vale que existe el sueño, el dormir, aunque sea un poco, es como llorar, es reparador...
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