Si bien es cierto olvidé la última vez que me puse a ver las nubes y sus formas, ya sin aquella frecuencia como cuando era pequeña en donde me tendía sobre el zacate del jardín o bajo los naranjales con una amplia y gruesa manta, admito que me siguen impresionando.
Aprendí los nombres, tipos. Si voy en avión y a penas amanece o va anocheciendo, me pego a la ventana pues hay algo que invade. Quizá la fuerza de una nube o todas.
El sábado por la noche entre un poco de espera, vino, el periódico, la estación de jazz, el jardín que se movía por el viento y alguno que otro carro, me di a la tarea de buscar música de mi favorita. Encontré a una "chica" nacida en el 58, Kate Bush es su nombre.
Podría afirmar que su cara me es familiar; sin embargo, su voz y música no me es conocida. Lo importante aquí es una canción -de todas las que escuché- llamada "Cloudbusting". Según una entrevista que le hicieron hace ya más de dos décadas, se basa en un libro. Sí se llama igual "Cloud busting" de Malory Blackman
La canción es "entrañable" como diría "alguien" por allí. Buscadla. Es una historia en sí y además combina dos de mis favoritos: nubes y lluvia. ¿Qué más pude haber pedido?
But every time it rains,
You're here in my head,
Like the sun coming out--
Ooh, I just know that something good is gonna happen.
And I don't know when,
But just saying it could even make it happen.
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