Muchas veces, más amenudo de lo que parece, tengo la impresión de que hay algo de mi que se encuentra con vos de repente, algo que se queda perdido antes de llegar, algo que solo vive en el momento donde estamos los dos, algo que sigue sin saberse cuando ya no estamos.
A veces, más amenudo de lo que parece, siento que la primavera acaba de llegar a pesar de que el suelo de barro esté helado aún, o que el verano será permanente como si ya no hubiese tanta lluvia como antes.
"Al apuntar el día, mientras el anciano seguía durmiendo, salía en busca de paisajes tímidos, escondidos detrás de los bosquecillos de juncos. Por la noche, cuando el maestro, desanimado, tiraba sus pinceles al suelo, él los recogía. Cuando Wang-Fô estaba triste y hablaba de su avanzada edad, Ling le mostraba sonriente el tronco sólido de un viejo roble..." Marguerite Yourcenar, Cuentos Orientales"
La pintura es de Utagawa Hiroshige conocido como Ando Hiroshige y quien fue uno de los más grandes paisajista de Japón, vivió de 1797 a 1858.
3 comentarios:
Comprendo que ser luciérnaga de alguien pueda ser hermoso y a la vez una carga.
Tengo pendiente Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.
No conocía este bello búho de Hiroshige.
Saludos
Benedetti...
Tienes que explicarme ese binomio, esa simbiosis que no entiendo entre lo primero y lo segundo... quizá es que llevo demasiadas horas frente a la pantalla y ya no razono como es debido.
Un abrazo
Iraide
Sigo sumergiéndome en tu blog... es fascinante la cantidad de cosas interesantes que encuentro....
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