He comenzado a pensar que es cierto ese rumor de que con las "generaciones de ahora", no se puede contar. Digo entre otras cosas por eso de amplios conocimientos y pocas profundidades. Toneladas de información en frente y sin uso o memoria. Dedos índices desarrollados y muñecas algo dañadas. Acción-reacción-acción-reacción: querer resultados rápidos. Perder las ganas en el corto plazo.
Lo que sucede con esto de los cambios generacionales es que cada vez que uno se vuelve más "viejo" tiende a pensar que se es más sabio frente a los predecesores; sin embargo ya conocemos la respuesta.
La razón de sacar a colación el tema, puede radicar en el deseo llamado fuerza, lucha y ganas. Luchar es un factor fundamental para sobrevivir, para estar con otros, para abrirse camino, para sobrevivirse. Sino simple y sencillamente se abre paso a la muerte, sea esta diáfana, tranquila, llorona, suicida, pero termina siendo el destino de los vivos.
Yo quiero estar viva -aún no sé como lograrlo sin morir en el intento-, aún quiero construir eso que alimenta el soplo de vida, que otorga color, olor, sabor, textura y forma; lo que nos define como personas, lo que nos permite construir lazos en el tiempo y movernos, lo que no nos deja abandonarnos por la cobardía y la indiferencia y en alguna esquina esconde olor a decencia sin que sea secreto de salvación.
Yo quiero esa juventud para mi, la que a pesar del corazón con canas -como diría Benedetti- vibra y sabe luchar.
"¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco? (...)
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina? (...)
les queda respirar/abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?(...)
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan/ abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno/
sobretodo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente."
Con los jóvenes en Memoria y esperanza, M. Benedetti.