En realidad no es por el sabor, sino por las insoportables ganas de llorar y
el poderoso e inestable estado de fragilidad, que estoy segura transformará mi vida. Que transforma mi vida cuando llega, tan familiar, tan rechazado (por la debilidad), pero al mismo tiempo como la altura, indómito y vencible, cuando lo asumes, como el horno, el fuego, forjando mi carácter, mi alma.
"Una día la vida echará abajo tu puerta.
Rendida, acorralada te pedirá cuentas
por este fracaso,
por haberme mentido.
Y no encontrarás ... lo que te ponga a salvo,
que el hecho de estar vivo siempre exige algo.
Rendida, acorralada te pedirá cuentas
por este fracaso,
por haberme mentido.
Y no encontrarás ... lo que te ponga a salvo,
que el hecho de estar vivo siempre exige algo.
Déjate convencer,
duerme esta noche conmigo...
duerme esta noche conmigo...
Déjate convencer.
Ya habrá alguien que se haga cargo
de recoger las culpas de este pecado.
A donde iré, sin este abrazo.
No te puedes negar,
no sea que nuestro pasado nos llegué a atrapar.
Esta noche está en nuestras manos decir alguna verdad
que ya, que ya mentimos a diario.
Ya habrá alguien que se haga cargo
de recoger las culpas de este pecado.
A donde iré, sin este abrazo.
No te puedes negar,
no sea que nuestro pasado nos llegué a atrapar.
Esta noche está en nuestras manos decir alguna verdad
que ya, que ya mentimos a diario.
Anda, echa un vistazo a tu alrededor,
... mira que no hay un alma que llevarse a la boca,
que hay que repartir caricias
y esta noche me toca.
... mira que no hay un alma que llevarse a la boca,
que hay que repartir caricias
y esta noche me toca.
Que yo también comparto los mismos miedos,
también busco una cinta para atar el tiempo.
También arrastro conmigo una cadena de sueños.
Rendida acorralada te pedirá cuentas
por este fracaso,
por haberme mentido."