"A buen hambre no hay pan duro", dice un viejo refrán cuya procedencia desconozco ¿Sin embargo, qué sucede cuando no hay siquiera pan a pesar de la abundancia?
En el 2006 se hablaba de un poco más de 850 millones de personas en el mundo con hambre. Los adelantos del informe anual de la FAO, publicado hace un par de días, indican que para el 2009 hay más de 1.000 mil millones de personas; es decir, casi una sexta parte de la humanidad padece hambre, lo que sería 1 de cada 6 “la ven a palitos diariamente” sin tener nada o menos de lo mínimo para comer. Sin embargo el contraste más profundo es el salto de 820 millones de inicios de 1990 a la actualidad.
Diouf - director general de la FAO- dijo al comunicar la información que saldrá a la luz finalmente en octubre, que el aumento de hambre en el mundo es "debido en gran medida a la crisis económica mundial y a los precios elevados de los elementos".
Sin desmerecer a la ya deslucida ONU y el amargo record publicado, me atrevo a contradecir la reciente crisis del hambre, y el motivo principal. No estoy afirmando que no exista tal situación económica -todos la vivimos- sino que el detonante sea la crisis o que sean los números reales.
Este es el punto donde debo decir que comparto bastante la tesis de los investigadores, Frances Moore Lappé, Joseph Collins, Peter Rosset y Luis Esparza, quienes acompañados de un equipo, publicaron ya hace más de 12 años un libro llamado “Hunger World” de una organización independiente llamada “Instituto para el Alimento y el Desarrollo.” -sí este es el comercial personal dónde digo que sería bueno que lo leyéramos- Habla del mito del hambre.
En el 2006 se hablaba de un poco más de 850 millones de personas en el mundo con hambre. Los adelantos del informe anual de la FAO, publicado hace un par de días, indican que para el 2009 hay más de 1.000 mil millones de personas; es decir, casi una sexta parte de la humanidad padece hambre, lo que sería 1 de cada 6 “la ven a palitos diariamente” sin tener nada o menos de lo mínimo para comer. Sin embargo el contraste más profundo es el salto de 820 millones de inicios de 1990 a la actualidad.
Diouf - director general de la FAO- dijo al comunicar la información que saldrá a la luz finalmente en octubre, que el aumento de hambre en el mundo es "debido en gran medida a la crisis económica mundial y a los precios elevados de los elementos".
Sin desmerecer a la ya deslucida ONU y el amargo record publicado, me atrevo a contradecir la reciente crisis del hambre, y el motivo principal. No estoy afirmando que no exista tal situación económica -todos la vivimos- sino que el detonante sea la crisis o que sean los números reales.
Este es el punto donde debo decir que comparto bastante la tesis de los investigadores, Frances Moore Lappé, Joseph Collins, Peter Rosset y Luis Esparza, quienes acompañados de un equipo, publicaron ya hace más de 12 años un libro llamado “Hunger World” de una organización independiente llamada “Instituto para el Alimento y el Desarrollo.” -sí este es el comercial personal dónde digo que sería bueno que lo leyéramos- Habla del mito del hambre.
¿Pero qué significa no tener alimento en el estómago? Pues una ausencia de políticas de estado, la incapacidad de las instituciones de poder atender a “los suyos”, la falta de instituciones eficaces, la escasez y limitación de los recursos para decidir en beneficio de quien se produce. Deja de manifiesto la profunda inequidad social, la inestabilidad de la paz, el interés político y económico, la falta de cohesión social, pero sobretodo la forma de dirigirnos como planeta y personas hacia lo medular.
El hambre es la pandemia real que no aparece todos los días en las noticias y quizá sea “una realidad vieja” con olor genocida, es la que toca el hombro constantemente y no por escasez de alimentos o por el precio y la distribución. Hay más razones detrás y quizá algunos seamos parte de estas.
Nota: Como bien es sabido, yo suelo usar imágenes o sonidos en este espacio. Sin embargo, para lo que nos atañe, no hay imagen que pueda resumir lo que el hambre significa.