buscador y encontrador

agosto 17, 2010

La enfermedad de mi risa


El doctor, el amigo, el colega, el exmarido y la suegra, entre otros me dicen que ría. Sin embargo yo río, no agua, pero sí río, no a bocanada abierta sino de manera discreta, con cercanía y complicidad como los riachuelillos que se forman al inicio de la peña. 

Tengo que decir que aunque tengo ganas de agua grande, de pulmón abierto resulta que no puedo. Esto es producto de algo más profundo que no sé si lo puedo explicar y tiene que ver con mi limitación física. Imagínense ustedes como ser río suelto, arrasador e intenso si me hacen falta tres muelas, un diente, dos amígdalas y no se cuantas cosas más que dejé perdidas en el transcurso de mi crecimiento. 

Pueden ahora comprender cuando me vean en la calle la razón de mi cara, o acaso les parece que ¿podré reír completo? o si voy al dentista reiría remendado. Entienden entonces el motivo por el que no río. Je,je...

agosto 15, 2010

Espirales

"Hay una atmósfera de suspensión, como si todo lo que hay alrededor nuestro estuviese esperando que algo ocurriese." William Somerset Maugham.

No eligió tomar el papel de Penélope, el cual piensa es solo un nombre bonito, no una historia griega. Ni siquiera analiza lo que hace: asomarse por la ventana y mirar hacia la calle, sentarse por enésima vez a chequear el correo electrónico a ver si alguien ha escrito -pues ya no llegan más que recibos por el postal-. Intentar escribir su primer libro -en el cual lleva años ya-. Buscar el teléfono móvil a ver si han llamado -aunque los sábados nunca hay llamadas, ni los domingos tampoco- Buscar en los papeles del escritorio las notas clasificadas a la izquierda debajo de los cuadernos para elegir la que volverá a leer- Pensar en Whitman y decirse como una oración -no desfallezcas si no me encuentras pronto. Si no estoy en un lugar, búscame en otro. En algún lugar te estaré esperando - No le gusta tejer, el "quilting", el macramé o esas tareas que según ella están reservadas para las personas aburridas. Dibuja mucho, muchos garabatos en carbón o con pinturas de tres colores siempre para luego desechar los trabajos. Busca pretextos para decir que aún no ha llegado la oportunidad. Sueña con cambiar de trabajo -este es de reciente adquisición- Se tira al sofá, intenta ver una película cualquiera, una serie, no una novela. Le da vuelta al reloj, busca el olor de sus presentimientos en el aire, los que se confunden con la carga de la estación lluviosa. Toma café, ordena la estancia, se apuña las manos, se sienta en el sillón, en este caso le han dicho que no es su tarea, que ya ha hecho, ahora son otros los que deben hacer -es insolente dejar en otras manos parte de un futuro-. Se pone de pie, come un dulce, se asoma a la ventana, regresa a la computadora a relamer las teclas.

agosto 13, 2010

Flores de campo

Ella tiene 75 años, durante este tiempo ha criado sus hijos de todas las edades y generaciones, ha asistido a algunos de sus nietos y mirado con cierta distancia sus bisnietos. Si le dieran un vistazo, concordarían conmigo en que no parece tener tal edad, es ágil, flexiona tocando el piso en un plis-plas, hace abdominales, corre (no tanto como antes porque ha comenzado un problema en uno de sus pies).

Duerme, se ilusiona y no admite el tiempo o la edad. Da y espera, perdona y quiere, lucha y escucha (lo que quiere).Es intensa con sus amigos a quienes se encuentra en su rutina de iglesia todos los domingos.

Esa mujer es pequeña, mide menos de 1.50cm, es soprano -a mi me cuesta el timbre de su voz-, es ebanista, es agricultora consejera y habladora telefónica, trabaja desde los 9 años. Es hija de un cirquero e intentó enseñarnos a caminar por la cuerda floja sin mucho éxito. Le gusta la comida, no así cocinar -¿y quién dijo que las madres cocinan?- Lee todo los días aunque sea una página de sus libros ya reescritos, releídos y revisitados. 

Hace casi un año abrió correo electrónico y cada ciertas noches nos pide ayuda y lo revisa. Escribo para ella, como en otras ocasiones, aunque estoy segura que no me lee. Esa, damas y caballeros es la mujer que me da vida.

agosto 11, 2010

Nunca te vayas sin decir te quiero.

(…) "La despedida es una mano
que es un pañuelo
 que es una mano
en el corazón
 de la distancia.” 
Jairo Anibal Niño

Partir es siempre una ruptura grande o pequeña, abre paso a una separación que no necesita ser buena o mala, solo es eso una separación. Es cotidiana, mezcla en nuestro diario vivir de sentimientos que a veces pasamos por alto por ese “uso” de cada día, o bien una dosis de intensidad dado por el matiz de excepcionalidad. Puede ser un abrazo al tomar el autobús escolar, la salida hacia el trabajo, el primer paso fuera de casa, el avión de retorno. Lo cierto es que nunca sabrás si ese día será el que no regreses.

Nunca te vayas sin decir te quiero o Left Luggage (título original en inglés y que se basa en el libro Twee Koffers-que no he tenido la oportunidad de leer) es una película premiada de Jeroen Kabbé que solo dura 100 minutos. Si sirve y sin ser crítico de cine, les comento que ganó tres premios en Berlín 2001, al de mejor película, mejor director y mejor actriz (la reconocida Isabela Rosellini)

A mí me gusta, quizá porque combina el silencio y el sentimiento, porque aunque yo insisto en que las palabras son esenciales poco comunico y no de la mejor manera cuando se trata de mi propia vida.  (Aquí salió un piquillo de mirada al ombligo). Puede ser también porque a pesar de ser una cultura ajena en mucho,  es cercana en el contenido de vida. 

Les recomiendo la visita a esta película, quizá en un lugar tibio, cuando tengan ánimo de gato tirado en un sofá, con ganas de querencias, de sentir y tiempo. No les coloco el "trailer" pues los que he visto no se acercan al vistazo importante (créanme)

Sin más, por lo pronto diré te quiero y que te vaya bien...

agosto 07, 2010

Al cerrar los ojos

"Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos." 
Mario Benedetti 

El humo se me pega en el cabello, la piel y la ropa, llevo el sabor en la boca y la nariz. Me gusta porque se juega en los dedos de la mano, por esa cortina casi espesa, esa distancia, esa separación que se consume o se agranda y la sensación de que un halo de irrealidad está presente.

En algún espacio perdido de la conversación, la bebida, la comida, la noche un tanto lluviosa, el horario entrado, hablamos de sueños. No de planes de futuro, que eso es un pendiente, o los temas de decisión profesional, sino saltó ese mundo onírico que permite construir una realidad.

Toda la vida he soñado, cosas agradables y otras no tanto. Cuando sueño recuerdo con más intensidad algo, un gesto, un color, una situación, un sabor o todo junto. Algunas veces los sueños se repiten con precisión en detalles cual reloj. Otros que son pocos, se van ampliando en ellos mismos, como versiones de una tonada. Ha habido ocasiones en que lo "dormido" ha sido tan fuerte, que se cuela en mi realidad y la impregna, a veces la devora, la asusta o la crece o finalmente le deja un "deja vu". 

Contaba pues la otra noche un sueño que tuve una sola vez, fue breve, fue relámpago con todos los colores, sin diálogo alguno, tres personas, una cama (aquí Freud comenzaría a interesarse), una espalda descubierta (la mía) y sin más detalles una vida cambiada. El sueño parte de la colección más reciente de historias, que hoy no le pongo el contenido pues es abrir mucho esta cebolla. Lo cierto es que  me ha acompañado por el último año, cambió cierto aroma del espacio y empujó a otras miradas. 

Podrían decir que es extraño tomar de un sueño, de una realidad no existente aunque haya en este personajes de los presentes, pasados y futuros. Será más raro que salte el miedo con esa boca oscura o que un sujeto "normal y corriente" cambie el rumbo por un halo de humo. Sin embargo es así, hay personas que compran números de la lotería por un sueño, otros buscan en medio de los vivos esa cara que no reconocieron y soñaron, otros se hincan y rezan motivados por esto, otros se sienten acompañados. ¿Cómo no escucharlos entonces?
 Mi esposa desnuda
Eugenio Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí Dómenech

agosto 04, 2010

Nómada

"No aceptamos que no tenemos un lugar fijo en el 
Universo ni sabemos lo que nos pasa por dentro." Eduardo Punset.

Gracias Cristina por el libro, un día de estos escribiré sobre un autor que me gusta tanto como Punset, quizá por la capacidad de curiosear.

Gracias Na por las imágenes, por estar junto a mi para intentar acompañar bajo toda esta lluvia que no cesa de caer, la que solo baja en intensidad.

Lo siento René, vuelves a recibir un post algo triste, será mejor que los borres por ahora...

Ando así, sin patria, sin rumbo, con ciertos deseos de ser consumida por la suela de los zapatos y estos por la acera y a su vez  por lo profundo. 
No puedo evitar que se marchiten mis esperanzas, aunque todos los días nacen, como si la primavera fuera  perenne, cosa que no es tal. 
No sé abdicar. 
No sé como llegar. 
No sé como no tener miedo.
No sé como dormir.
No sé ya lo que pasa.
Quisiera ... 

Por ahora cuelgo algo de Acróbatas, cuando lo leí el domingo, salté en la silla, pero debía colocar Duermevelas y lo dejé para traerlo hoy:

"- Calor
- Los planes se desbordan en el cajón
- pero no salen de casa
- Recuerdo un barco y un mar
- tan rojo como mis ojos estos días
- Un encuentro con una amiga de las de siempre
- Complicidades que caducan
- Un poema triste de verano
- de aguja y cuchillo, de andar por casa
- Un vino para compartir alguna soledad
- para tumbarse en todas las orillas, cada noche."

Guela, Acrílico Nómada sobre el Viento.

agosto 02, 2010

Duermevela

Y yo que soy un viajero más del mundo,
que poco he pedido y quizá igual he dado.
Me niegan la palabra, corta o larga.
Me niegan el tiempo, que es de todos.
Me dejan sin explicación.

Y yo que soy persona, que piensa, truena, llueve, fluye, siente, sueña, desea, pena.
Ando en limosna de mi propio derecho.
Camino en círculos asomando para ver el tiempo.
Cuento las noches que traen silencios.
Rezo para encontrar lo que espero.
Porque creer es de lo poco que me queda en pie
sobre estas piernas maduras.


Fotografía de Mariana Copello, Galería Fotopoética.

julio 31, 2010

Cerrando julio

They are the proof that something was there and no longer is, like a stain. And the stillness of  them if boggling. 
You can turn away but when you come back they'll still be there looking at you. Diane Arbus.

Este julio ha estado muy cargado, sigue denso para mi y no es que me disgusten este tipo de emociones, sino que a veces parece que me falta más entereza, solo no la encuentro o se escapa. Puedo poner una cara algo escultórica, bien rociar los días de aire fresco o de temas entretenidos. Lo hago, he de decir las tres cosas y más, pero no siempre se consigue el propósito y es más sencillo distraerse en la vida de los otros...

Ha llegado a mi buzón, motivado por uno de estos post y más allá, un poema que fue escrito para una mujer quien murió en este mes de julio. Fotógrafa estadounidense que se dedicó a retratar a los marginados, a cuestionar lo bello, a sentar línea respecto a la luz. No les invito a hurgar en su vida, sino a tratar de entenderla y vivirla con sus ojos. Hablo de la fotógrafa Diane Arbus y el poeta Howard Nemerow
"Mi querida, me pregunto si antes del fin
pensaste en aquel juego de niños
al que seguramente jugaste, en el que
corres por encima del estrecho muro de un jardín
imaginando que es la cima de una montaña
con insondables precipicios a ambos lados
y cuando sentiste que perdías el equilibrio
saltaste, porque temías caer, y pensaste
sólo por un instante: Es ahora cuando muero.
Eso fue hace una vida. Ahora ya no estás,
te negaste a seguir jugando el juego de los adultos
en el que, manteniendo el equilibrio en la cima que corona la oscuridad
se sigue corriendo sin mirar abajo
y nunca se salta por termo a caer." Howard Nemerow
          
Las fotografías son: Portrait. Jorge Luis Borges. Hand grenade. Children in  New York. Hermaphodite and dog in carnival.

julio 29, 2010

La forma

La forma de mi corazón.

Algunas ocasiones pienso que si me quedo inmóvil, si el movimiento que hago es el mínimo para que no se note o solo sea percibido por algunos no pasará lo que temo. Contengo la respiración hasta donde puedo, respiro más "bajito" casi silencioso, más lento casi como si fuera yoga. Pestañeo de manera comedida, miro con "mayor respeto" y discreción, cuento la milésima del tiempo, me abrazo en silencio a la luz que choca contra mi cuerpo y doy suaves pasos evitando pisar el ruido.Sin embargo y a pesar de que toma esa forma, no parece resolverse mucho, además la naturaleza parece otra.

No es torpe o estúpido como las novelas que chorrean por la televisión. No es tan diáfano como los espejos de arena pura bien fundida, bien laqueada. No es tan sonoro como la música que se desprenden de las manos de otros. No es en nada perfecto. 

Es silencioso, es intenso, es humano, más de lo que me gustara, es amigo, es hermano, es sujeto solitario, es espera, es un espacio de plagado incertidumbres, es un grupo de mariposas moviendo las alas, es rayo, es herida abierta, es baba, es saliva y salitre, es músculo, es forma, es bombeo, es esperanza, es vida. Es todo esto y no.

julio 26, 2010

A ojos cerrados

De las tierras cercanas (no me referiré al sur o el norte) y respecto al cine, yo hasta ahora le he tenido poca fe la producción centroamericana, he huido del mexicano con muy contadas excepciones, no he llegado a ver nada venezolano y lo más cercano de nuestros vecinos caribeños ha sido algo perdido de Cuba, me confieso una crítica negativa.

El asunto aquí es que yo soy una ignorante profunda, quien podría pensar que hacer cine es como hacer pompas de jabón si se tiene un "soplador" de buena calidad. Puede ser que me he acostumbrado a los cortos animados hechos por estos lares y cuya calidad está más que "buenérrima", la producción en largo metraje cuesta, tanto como sostener sobre los hombros por más de una hora un saco de aguas en movimiento. Siempre se moja uno.

Los diálogos son importantes en las películas, e inclusive hay momentos en que parecen decirse palabras futuristas, casi bíblicas, líneas inolvidables y para recordar en la historia. Sin embargo, guardar silencio para luego usar la música como el espacio de diálogo, se podría decir que es más complejo.

Por estos días, he andado en el cine, al que tengo más que abandonado y sustituido por una pantalla plana, demasiado escandalosa pero útil que tenemos en casa. Me di una tremenda sorpresa, una cálida sorpresa con "A ojos cerrados."

He visto una de esas películas que son tan cortas, pero no podrían ser más extensas. Una de esas cuyos altibajos de colores dan la impresión de que la mitad fue expuesta al sol intenso y la otra mitad se salvó del mismo cuando la cinta fue tirada en la parte de atrás del auto. Lo que quiero decir es que podría mejorarse sí,  sin embargo esta y a pesar de ser novata, merece ser vista y sobretodo escuchada.

A ojos cerrados dura un poco más de una hora y algunos minutos, un encuentro de tarde con la vida y la pequeña gran muerte, Cinta que está pintada de espacios comunes para quienes conocen América Central y ciertos espacios más íntimos de un país llamado Costa Rica. 

Me alegro que me hayan provocado a ir, me alegro de la compañía de esa noche, me alegro de haber salido a la calle otra vez, me alegro de la gente joven que mira al mundo con esos ojos y cuentan las historias de viejos.

julio 20, 2010

20-07-2010

Cuaderno suelto I
Cuando Saramago conoció a Pilar detuvo todos los relojes de su casa. Él se "dio" por notificado que ella podría ser, que ella era. Saramago murió, una parte de Pilar con él y parece que muy pocos lo notaron. Yo detuve los relojes y no tuve si quiera el mínimo efecto.

Cuaderno suelto II
A veces se vale tanto como el peso de la nada.
Se apuesta tanto como el alma, que pesa nada.
Se llega a tanto como el agua del río atrapada entre las manos,
 la que queda en nada.

Cuaderno suelto III
Corran, huyan, llega la tropa,
llega la cobarde, llega el estúpido,
llega la noche con cascos azules,
llega la pena, llega el dolor y no podrán hacer nada.
Llegaron para cambiar la vida otra vez y sin una mano extendida que asir.

Cuaderno suelto IV
Y yo que soy pobre,
que soy cobarde,
que soy delirio,
 yo te ruego, yo te pido,
yo suplico lo que nunca he dicho: intenta.

julio 18, 2010

Necesito creer

Sí necesito creer que hay futuro, que lo tenemos, que podemos, que más pronto que tarde se saldrá de esto. Hoy lo necesito más que ayer y más que antes.

Credo, Jorge de Bravo 
"No acostumbro a decir amo, te amo,
sino cuando el amor me inunda todo
desde los ojos hasta los zapatos.
Mi cuerpo es una sola verdad y cada músculo
resume una experiencia de entusiasmo.
       
Una vez dije: ¡sufro! Y era que el sufrimiento
agitaba a mi lado sus cascos de caballo.
       
Y siempre digo: espero. Porque a mí me podrían
arrancar el recuerdo como un brazo,
pero no la esperanza que es de hueso
y cuando me la arranquen dejaré de ser esto
que te estrecha las manos."
(...) 

julio 16, 2010

Marabunta

Algunos dicen que estoy melancólico, triste, fatalista, algo suicida.
No es cierto, estoy desmoronándome como las entradas de las casas de la hormigas.
Se me ha caído la tierra encima, se han bloqueado los caminos,
estoy atrapado en la oscuridad
y mi propio laberinto se ha vuelto un lugar inseguro,
una trampa.
 
Extiendo las manos en dirección de auxilio,
miro hacia donde hay personas, miro hacia el artífice que me ayudó a levantar esto,
al arquitecto que fue mi cómplice
y ahora solo me da la espalda,
me ignora, me borra, empuja en silencio los gránulos a la entrada.
 
Algunos dicen que soy melancólico, fatalista, determinista, algo suicida.
Asumo que es así, que soy el responsable de esto, de un destino plantado con cobardías, con silencios, con inresoluciones, 
sin puerto de llegada, 
siempre de partida, 
huyendo de mi propia sombra

julio 11, 2010

Andamios

Estos días han sido "secos" en mi escribir, pues no hacía falta ganas, solo no habían palabras. Supongo que un impase no cae mal aunque se proteste. Es así como me he dedicado a leer entre saltos, sueños y gripas bacterianas. Han sido ingeridos todos los periódicos nacionales, las revistas de análisis semanales, las financieras y de opinión, así como un libro.

Hace días les contaba que me habían regalado "Andamios" de Mario Benedetti. Supongo que algunos de ustedes lo han leído. Es una lectura que encuentro algo lenta, cargada de diálogos que sirven para dibujar personas, para contar sobre ese cambio nuestro y de la cotidianidad del entorno.

Confieso me han gustado esas imágenes que me llevaron a pensar en las cartas, el telégrafo al teléfono y al fax (era oneroso enviarlos y el papel se decoloraba con los días) A eso se suma la "suave" tristeza (si esta puede ser así) del libro, de las relaciones, de las personas.

Quisiera decirles que lo leyeran sino lo conocen, pero titubeo, porque de alguna forma hay una melancolía reconocida. En fin, mejor les dejo una parte de uno de los poemas que hay mezclados en algún lugar del libro

"Cada día lo veo con mayor nitidez:
mi cuerpo, este cuerpo, es lo único mío,
mi casa solariega, mi propiedad antigua.
Qué pobreza, qué lujo
de futura ceniza.

Viajo por él sin guía y sin resguardo
y como en un safari recorro sus penurias,
sus abras y archipiélagos, 
sus redes varicosas,
sus manchas y ruturas,
sus rótulas tarpeyas,
y hasta las cicatrices, ese agüero
del mañana que acecha.

No hay duda que mi cuerpo es lo único mío,
mi testamento ológrafo,
mi convincente nada, mi destino,
pero también mi dulce 
memoria de rocío.

Estiro con la yema
de mi pulgar villano
las costuras del tiempo,
pero no bien la quito 
renacen y se afirman 
todos sus amuletos.

La cabeza candela no existe como faro.
Es la que atiende y juzga,
la que asimila y sueña
la que se subordina
y a veces se subleva,
la que espera el regalo
de otro cuerpo a la espera
la que organiza tactos
y visiones y yugos
y resume en su piel
el pellejo del mundo.

Pese a todo mi cuerpo
es lo único mío,
mi propiedad antigua.
Qué pobreza, qué lujo
de futura ceniza."

julio 07, 2010

Los pasos perdidos, Alejo Carpentier

Porque esta fecha es especial, porque así quiero mirarla, porque quiero recordar que valen los días por mucho, porque hay futuro siempre, porque hay horizontes, porque la oportunidad es una mano abierta, porque los ciclos significan algo, porque la ruptura no solo quiebra, porque tener emociones es parte de la existencia, porque algún día nos apagaremos con la muerte pero mientras tanto tenemos la responsabilidad de devorarnos la vida, porque podemos recuperarnos aunque no parezca, porque es festejo de cumple.

"Había grandes lagunas de semanas y semanas en la crónica de mi propio existir; temporadas que no me dejaban un recuerdo válido, la huella de una sensación excepcional, una emoción duradera; días en que todo gesto me producía la obsesionante impresión de haberlo hecho antes en circunstancias idénticas -de haberme sentado en el mismo rincón, de haber contado la misma historia, mirando al velero preso en el cristal de un pisa papel. Cuando se festejaba mi cumpleaños en medio de las mismas caras, en los mismos lugares, con la misma canción repetida en coro, me asaltaba invariablemente la idea de que esto sólo difería del cumpleaños anterior en la aparición de una vela más sobre un pastel cuyo saber era idénticos al de la vez pasada. Subiendo y bajando la cuesta de los días, con la misma piedra en el hombro, me sostenía por obra de un impulso adquirido a fuerza de paroxismos -impulso que cedería tarde o temprano, en una fecha que acaso figuraba en el calendario del año en curso-. Pero evadirse de esto, en el mundo que me hubiera tocado en suerte, era tan imposible como tratar de revivir, en estos tiempos, ciertas gestas de heroísmo o de santidad."