"Estaba dejándome estar
oyendo el tiempo caer en los relojes de arena
mirando un instante partir
y otro llegar..."
Causa y efecto, Jorge Drexler
Como yo no tengo vacaciones de verano -pues no vivo en un país de cuatro estaciones-, solo de dos. Como la ley de estos lares no contempla más que lo mínimo en ciertos temas, me contento con la música, los días de sol entre las aguas y pensar que algún día habrá otras cosas -más trabajo por supuesto- dirían mis conocidos.
El punto es que estaba haciendo mi tarde más amena entre leer un artículo genial de una tal Luz Sánchez Mellado que El País colocó y llamado "Moderna por contrato" , el link: http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Moderna/contrato/elpepirdv/20100818elpepirdv_5/Tes y acompañarme con música de Diana Krall.
La esposa de Elvis Costello (no Presley jóvenes), me causa dos sensaciones con su tonadas: la primera estar en un espacio abierto, tranquilo algo tropical, con tiempo de frente y oceano pa'gastar y, la segunda, estar sentada en una sala de espera en el consultorio de un dentista.
Mientras decido con cual de los dos "moods" me quedo cierro el día que llegó con mucho sueño, en donde volvió a caerse el cielo en agua, en el cual pude llegar a despedir a unos amigos migrantes ciudadanos del mundo, en el que otra vez no llegué a una cena de otros, en donde me llegaron noticias confusas, un día "cualquiera".
El punto es que estaba haciendo mi tarde más amena entre leer un artículo genial de una tal Luz Sánchez Mellado que El País colocó y llamado "Moderna por contrato" , el link: http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Moderna/contrato/elpepirdv/20100818elpepirdv_5/Tes y acompañarme con música de Diana Krall.
La esposa de Elvis Costello (no Presley jóvenes), me causa dos sensaciones con su tonadas: la primera estar en un espacio abierto, tranquilo algo tropical, con tiempo de frente y oceano pa'gastar y, la segunda, estar sentada en una sala de espera en el consultorio de un dentista.
Mientras decido con cual de los dos "moods" me quedo cierro el día que llegó con mucho sueño, en donde volvió a caerse el cielo en agua, en el cual pude llegar a despedir a unos amigos migrantes ciudadanos del mundo, en el que otra vez no llegué a una cena de otros, en donde me llegaron noticias confusas, un día "cualquiera".