Mi ciudad está derruida
no sirven los planos,
no hay planes,
no hay proyectos de largo plazo.
Las calles con huecos
las basuras vertidas,
los perros deambulan.
No veo recursos, tengo
mis dudas grandes,
gordas, frías.
Sé que debo intervenirla,
rescatarla, reconceptualizarla.
Esto no es urbanístico,
administrativo o financiero.
Sé que, volver a construirla
me llevará a leerla otra vez,
sin embargo, a hoy,
aún no tengo manos, ojos, aliento
o respiro para ponerme(la)
de pie.
A hoy, busco en cualquier lugar para que,
lo que queda no se haga más polvo.
Sí, así está mi ciudad derruída.
buscador y encontrador
diciembre 01, 2010
noviembre 21, 2010
Borradores de cuentos inconclusos: el circuito del miedo, los cazadores
Saltar de un árbol a otro, correr, esconderse, mimetizarse, ser lo suficientemente ágil, pasar desapercibido, todos son oficios que a veces se entrenan despacio, pero que se emplean de una sola vez cuando se huye. La adrenalina se agolpa en el cuello, en los músculos, en las extremidades, haces uso de todo, piensas rápido, corto, sucinto, te asustas mucho, te aceleras, luchas por sobrevivir, haces curvas, rectas, te pegas a los rincones asquerosos. No te detienes nunca, no se puede una detener, pues para ese momento ya no estarás viva.
Los cazadores amigos tiene sus mandíbulas tensadas, sus músculos tensados, sus corazones saliendo por las comisuras de sus colmillos junto a la baba y el odio, los ojos nublados, podrían ser buenos "sujetos" sin embargo no lo son. Ambos luchamos, ambos hacemos el máximo esfuerzo, ambos corremos como no lo solemos hacer, más ellos son tres y medio y yo solo soy yo y mi miedo, mi oportunidad de morir y mi deseo de vivir. Como duele esto. Ambos luchamos, me he caído, me duelen los pulmones del golpe, salgo al claro, entro a los oscuro, corro, sigo corriendo, intento trepar. Subir es una opción de alejamiento. No lo logro, no es cierto, como duele sentir las mandíbulas en el costado, verse la sangre en el cuerpo del otro y el de uno (no sabía que corría tanta por mi cuerpo). Saber que en cinco segundo más seguirá otro dolor. El de quedar atrapada y después ya no seré lo que recuerdo, lo vivido, ya no estaré. Ya no...
noviembre 17, 2010
Borradores de cuentos inconclusos
Tenía que regresar. Si bien el cuerpo le permitía hacer más o el cerebro no se había cansado aún -pues ambos estaban acostumbrados a empujar los límites, a vivir de la nada-; sus bolsillos no daban una gota ante tanto desajuste y tanta ausencia.
El tiempo se había acabado en el trabajo y los que no sabían, los ignorantes de todo el cúmulo de sucesos, exigían su presencia, la paciencia acostumbrada y el buen tino de su peculiar carácter.
Regresó como se había marchado: andando, retomando las huellas que había hecho cuando caminaba hacia delante, hacia el fin, según él. Cuando poco faltó para tirarse por la línea de los rieles, por el salto de un viejo río o buscar con más fuerza para encontrar a la orden el conocido veneno contra hormigas.
Al llegar a la última colina que abría paso al valle vivido, sintió el cuchillo en la barriga y el ardor en el cuerpo. Cada montaña de las que había sembrado estaba arrasada. Era más pobre ahora, mucho más… más viejo, más desilusionado, con menos fe -si es que alguna vez la tuvo-, con más arrugas y lo que más le estorbaba es que estaba más triste y más enojado.
Volvió la vista en una larga mirada hacia toda la tierra con su base y sus bordes, reconoció el silencio y la ausencia, la miseria, el conteo menudo de los detalles, las preguntas de siempre, la pobreza de las fuerzas y de los esfuerzos. Se volvió a encontrar anciano, mala persona, torpe, dispuesto a probar labios "viejos" con aprensión a su propia repulsión, con miedo a reconocer que ya no era el mismo, a hacer por temor a su propia condición.
Había logrado quemar la mayoría, sino arrancarla o intoxicarla con el combustible. Destruir significó que ya no estaban más que los rastros de cada campo que había sembrado en conjunto o solo por su motivo. Los espacios de bosque, los de flores perennes, los de plantas estacionales, las medicinales, las piedras colocadas en murillos, las otras que dibujaban rutas. Todo lo posible de quemar fue quemado.
Hacían falta cosas sí, la casa -bueno nunca existió se decía-, los papeles, las notas, las cuentas bancarias, las fotografías, las cintas sueltas, la bebida reservada, quedaba aún todo lo que no se podía quemar, ni fumar, ni embriagar, ni abortar tal como las palabras y los sucesos.
En esta ocasión, no había como en otras un sol resplandeciente aunque fuera una tarde seca. No había una de esas brisas frescas de los libros y las historias, no había mas que nubes grises que se comían los bordes blancos que parecían brillar a lo lejos. No había nada, ese era el precio del retorno, el clavo ardiente de la soledad y el contenido de la basura.
noviembre 10, 2010
Variaciones aburridas de un tema
"Octubre, las carroñeas sobrevuelan mi cabeza.
Quizá, solo quizá miren lo que otros no pueden ver
Tiempo de migración,
nubes negras, anchas alas, remolinos al atardecer
Quizá van, solo quizá van al sur.
Yo sin embargo, sin brújula, sin alma, sin ojos sin alas.
¡Como deseo estar de regreso!"
Sade - No Ordinary Love
Quizá, solo quizá miren lo que otros no pueden ver
Tiempo de migración,
nubes negras, anchas alas, remolinos al atardecer
Quizá van, solo quizá van al sur.
Yo sin embargo, sin brújula, sin alma, sin ojos sin alas.
¡Como deseo estar de regreso!"
Sade me gusta en definitiva, tiene un voz, una melodía que pareciera embalsamar. Hay una canción que escuché cientos de veces, eso sí menos que Sin Embargo de Joaquin Sabina (la cual fue tocada de manera continua en periodos de trabajo loco por más de 8 horas, como si no hubiese otra tonada... Aquellos tiempos con Cristina, eran aquellos.), volviendo a la canción se llama No Ordinary Love.
Lo curioso del tema es que nunca le puse tanta atención a lo que significaba la letra, hasta que se convirtió en un hilo que me movía parte de las náuseas. Extraño verdad, pero es cierto, a veces le damos más contenido y carga emocional a cosas o situaciones de allá afuera de lo que merecen, quizá sea que de cierta manera nos sentimos enlazados con otros, menos solos o más comprendidos, menos abordados (evitando así hablar de nuestras culpas y miedos) y un tanto acompañados. Pongo un "pedacito" (no de cielo sino de canción), si leen sin contexto, es tremendamente rosa y cursi, si escuchan la música que la mujer le puso, se aprieta alguna parte de uno y algo más. ¿A poco no?
Sade - No Ordinary Love
"I gave you all the love I got
I gave you more than I could give
I gave you love
I gave you all that I have inside
And you took my love
You took my love (...)
Didn't I tell you
What I believe
Did somebody say that
A love like that won't last
Didn't I give you (...)
Keep trying for you
Keep crying for you
Keep flying for you
Keep flying and I'm falling
and I'm falling"
octubre 17, 2010
Acerca de ladrones
"En años anteriores, el invierno sólo llegaba al dormitorio de los cadetes, colándose por los vidrios rotos y las rendijas; pero este año era agresivo y casi ningún rincón del colegio se libraba del viento, que, en las noches, conseguía penetrar hasta en los baños, disipar la hediondez acumulada durante el día y destruir su atmósfera tibia. Pero Cava había nacido y vivido en la sierra, estaba acostumbrado al invierno: era el miedo lo que erizaba su piel."
La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa
De pie en el campo en medio del pasto
Hincado en el piso en medio del barro
Lagrimada la cara en medio del espacio
¿Quién tomó su fe?,dime -¿qué es fe?-
¿Quién tomo sus esperanzas?
¿Quién le dejó miedo?
¿Cómo haces para mirar a la cara?
octubre 10, 2010
Algunas cosas quedan
"Recuerdo una ocasión especial en la que tuve que crear una parte de mí que no existía, para aparentar una normalidad que tampoco existía. Fue horroroso. Fue un ejercicio muy duro, tan duro que se formó una capa encima de mí que aún me acompaña... y tal vez que lo hará siempre. Al final somos como las cebollas, no?... cargaditos de capas que nos vamos poniendo en cada bache de la vida y que no sabemos luego quitar. Yo no tuve modo de sacarlo fuera, de deshacerme de aquella porquería, no supe cómo."
A mí no me preguntes mucho, diría no preguntes nada pues como se nota desde hace semanas y suman meses hacia atrás, voy en espiral al fondo con fin incierto. Me está costando hacer esfuerzos para soltar los dientes apretujados casi a la espera de un viento fresco soplando a favor o poder erguirme con las dos piernas y juntar lo que está en el piso.
...Cerrar cuando otros se han ido y han estado preparados, deja mal sabor. Los otros, los rezagados quedan con una no idea de por donde comenzar; que si recoger la silla, si levantar la mesa, si limpiar el mueble o dejarlo con el vino regado por todos los sitios, si apagar las velas o prenderle fuego a todo, si usar las flores para los entierros o pensar en el adorno de otra habitación.
Dar por finalizado cuando no se sabe cómo es jodido. Pretender que no se quiere cuando sí, no sentir la minúscula palabra adornada cuando aún escuece todo, pretender que la lluvia ha caído menos cuando es el año de La Niña y carajo llueve más. Sonreír cuando te metes el bocado entre los labios mientras las náuseas te quitan el apetito o llenar la mandíbula de azúcar cuando el cuerpo te dice no más. No usar la cabeza o las memorias que marcan las líneas de expresión. Usar el bote de la habitación para lo que está previsto: la basura, es reaprender.
Es extraño como se meten esos dolores que no son de las coyunturas o de los tratamientos médicos, esos que podrían ser pequeños o superficiales pero no se logran clasificar, esos que son parte de la vida, que unos usan para crecer y otros para llorar, unos para escribir y otros para continuar. Esas burlas, esas palmadas y esas esperanzas que han movido la humidad al dormir, al amanecer y al llegar la noche otra vez.
Ciertamente no quiero ponerle nombre, color o lección de vida a estos inevitables, es como querer poner etiqueta diferente a los campos arrasados y entonces llamarlos campos de lección para poder tener paz, o pensar que una corriente lodosa y roja de agua es solo una corriente y no la inundación y el arrastre.
Hoy y para lo que queda, tomo prestado esto de Toro Salvaje, pues como habremos notado de los cinco párrafos hay poco o nada coherente y lo que digo es onírico como diría Iraide. Lo cierto es que si fuera yo diferente, no estaría en este tremebundo problema por semejante acto de estupidez.
Me queda la locura
"Cuando todo ruge
y la vida inhóspita me mira
enseñándome los dientes
me queda la locura
y el reposo de su amparo
allí bajo las alas invictas
del mundo al revés
me siento protegido
y mecido en su regazo
la locura me susurra
palabras de azúcar
y nanas para niños grandes
mientras miro complacido
como todas las tormentas
y todos los males
me observan desde lejos
y dan media vuelta
en busca de otra víctima."
septiembre 17, 2010
Stop all the clocks
Aunque por ahora el blog no parece ser lo que le dio vida (no puedo hacer mucho por el momento), la ocasión amerita esto. ¿Lo conocen? digo a W. H. Auden, alguna persona lo comparó con los Nobel T.S. Elliot y W.B. Yeats, pero son tres tamaños y perspectivas diferentes.
Rescato que comenzaría por el final, que me gusta más la versión inglesa que las traducciones castellanas encontradas (últimamente me gusta poco todo, he sido robada y disculpen realmente pero poco soy o poco estoy.) En fin, intenten leerla a toda voz la versión en inglés y notarán lo que digo.
Rescato que comenzaría por el final, que me gusta más la versión inglesa que las traducciones castellanas encontradas (últimamente me gusta poco todo, he sido robada y disculpen realmente pero poco soy o poco estoy.) En fin, intenten leerla a toda voz la versión en inglés y notarán lo que digo.
Stop all the clocks
Parad los relojes, descolgad el teléfono.
Prevenid el ladrido del perro con un jugoso hueso.
Silenciad los pianos y, con apagado tambor,
sacad el ataúd y dejad las plañideras llegar.
Que los aviones den vueltas en señal de luto
Escribid en el cielo el mensaje que: "Él ha muerto".
Poned en los blancos cuellos de las palomas de la calle un crespón,
Dejad que los policías de tránsito lleven guantes negros.
Él fue mi norte y mi sur, mi este y mi oeste,
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción.
Creí que el amor duraría siempre: Me equivoqué.
No quiero las estrellas: apagadlas todas.
Envolved la luna, desmantelad el sol.
Vaciad los océanos y los bosques arrasad.
Porque ya nunca nada podrá acabar bien.
Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción.
Creí que el amor duraría siempre: Me equivoqué.
No quiero las estrellas: apagadlas todas.
Envolved la luna, desmantelad el sol.
Vaciad los océanos y los bosques arrasad.
Porque ya nunca nada podrá acabar bien.
Stop all the clocks
Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.
Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He Is Dead,
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.
Scribbling on the sky the message He Is Dead,
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.
He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I was wrong.
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last for ever: I was wrong.
The stars are not wanted now: put out every one;
Pack up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the wood.
For nothing now can ever come to any good.
Pack up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the wood.
For nothing now can ever come to any good.
septiembre 10, 2010
Para no olvidar
entre humo y humo, entre agua y agua
entre cliente y cliente de la esquina usada
la puta dibuja mensajes al corazón
agradece el uso, disculpa el disgusto
sonríe al rayo y obvia el olor.
importa poco el derredor,
es una improvisación de jazz
donde todas las personas piensan mal
los clientes llegan y se van
las amantes son del rato y además ¿qué pensarán de las que escriben poesía, redactan cartas leen la newsweek e intentan soñar?
entre humo y humo, entre agua y agua
se corre el maquillaje pero aquí, no ha pasado nada.
entre cliente y cliente de la esquina usada
la puta dibuja mensajes al corazón
agradece el uso, disculpa el disgusto
sonríe al rayo y obvia el olor.
importa poco el derredor,
es una improvisación de jazz
donde todas las personas piensan mal
los clientes llegan y se van
las amantes son del rato y además ¿qué pensarán de las que escriben poesía, redactan cartas leen la newsweek e intentan soñar?
entre humo y humo, entre agua y agua
se corre el maquillaje pero aquí, no ha pasado nada.
septiembre 07, 2010
El olor de la lavanda
Allí Grenouille pasó 8 años de su vida donde se dio cuenta y enfatizó mas su don, un olfato inimaginable,
pues él podía oler a las personas a una gran distancia,
sabía donde estaban las cosas así estuvieran muy bien escondidas,
poco a poco este pequeño desarrolló cada vez mas su sentido del olfato y
gracias a él podía hablar pues solo conocía las cosas por su olor. Patrick Süskind
atisbar la mirada,
hundir la lengua en las comisuras,
saborear los labios,
respirar la piel,
latir por los poros,
acelerar el estómago,
partir con fuerza,
romper la distancia con ansias y sed.
me gusta la vida de esa forma.
septiembre 05, 2010
Días viejos
esta piel de cebolla
estos ojos transparentes
estas manos temblorosas
este equilibrio falso -muy alta está la grada-
este cuerpo sin tibiezas
esto de envejecer con dignidad es indigno
septiembre 03, 2010
Cuadernos sueltos: el peso de mis pensamientos
Cuaderno suelto I
las palabras son así de ligeras
entran por los oídos y se desvanecen
si logran llegar no van intactas
sino logran llegar ya no importa,
algo se pierde siempre en el camino
palabras rojas, incendiarias,
pegajosas, insistentes, voluptuosas, detonantes,
pendencieras, militantes, revueltas me tienen la sien y las entrañas
las palabras son así de ligeras
entran por los oídos y se desvanecen
si logran llegar no van intactas
sino logran llegar ya no importa,
algo se pierde siempre en el camino
Cuaderno suelto II
las palabras son como el polvo,
pueden incomodar, pueden causar alergia, pueden molestar al dolor/
solo pesan si han ingresado en vos,
si le das la carga de los sentimientos.
Cuaderno suelto IIIpalabras rojas, incendiarias,
pegajosas, insistentes, voluptuosas, detonantes,
pendencieras, militantes, revueltas me tienen la sien y las entrañas
Cuaderno suelto IV
Pesan tan poco las palabras,
cuando era por cartas parecían tener más consistencia.
ahora que es por electrónico
1670 mensajes solo ocupan un 1% del espacio.
Pesan poco los sentimientos ...
septiembre 01, 2010
Memoria y esperanza
He comenzado a pensar que es cierto ese rumor de que con las "generaciones de ahora", no se puede contar. Digo entre otras cosas por eso de amplios conocimientos y pocas profundidades. Toneladas de información en frente y sin uso o memoria. Dedos índices desarrollados y muñecas algo dañadas. Acción-reacción-acción-reacción: querer resultados rápidos. Perder las ganas en el corto plazo.
Lo que sucede con esto de los cambios generacionales es que cada vez que uno se vuelve más "viejo" tiende a pensar que se es más sabio frente a los predecesores; sin embargo ya conocemos la respuesta.
La razón de sacar a colación el tema, puede radicar en el deseo llamado fuerza, lucha y ganas. Luchar es un factor fundamental para sobrevivir, para estar con otros, para abrirse camino, para sobrevivirse. Sino simple y sencillamente se abre paso a la muerte, sea esta diáfana, tranquila, llorona, suicida, pero termina siendo el destino de los vivos.
Yo quiero estar viva -aún no sé como lograrlo sin morir en el intento-, aún quiero construir eso que alimenta el soplo de vida, que otorga color, olor, sabor, textura y forma; lo que nos define como personas, lo que nos permite construir lazos en el tiempo y movernos, lo que no nos deja abandonarnos por la cobardía y la indiferencia y en alguna esquina esconde olor a decencia sin que sea secreto de salvación.
Yo quiero esa juventud para mi, la que a pesar del corazón con canas -como diría Benedetti- vibra y sabe luchar.
"¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco? (...)
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina? (...)
les queda respirar/abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar
¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?(...)
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan/ abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno/
sobretodo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente."
Con los jóvenes en Memoria y esperanza, M. Benedetti.
agosto 29, 2010
Todos los lugares
"We are the only country in the world that has written -the pursuit of happiness- into its founding document, thus guaranteeing that we'll never be satisfied. we are a geographically and socially diverse nation doomed by law and custom to optimism. We are not too healtyh, are quite belligerent, and we borrow too much without thinking much about how we'llpay it back." Andrei Codrescu, Editor of Exquisite Corpse
Hace días le doy vuelta a temas de vida cotidiana, de las relaciones políticas e internacionales pues poco tengo que dar de mi o lo que escribo es siempre lo mismo. No se asusten, todavía no voy a usar el blog para ese corte, abriré un sitio en otro lugar o bien tomaré otros rumbos e intentaré comunicarlo.
Como siempre me dan vuelta temas de aguas, desastres, seguridad alimentaria, seguridad ciudadana, la cooperación y la responsabilidad. Es decir esas cosas que le dan a ciertos sujetos por leer; quizá lo hago porque pienso que son asuntos comunes en cualquier sitio de este planeta.
Para variar no pude decidirme. Quería comenzar contándoles que me gustan los papalotes de particular manera, que yo los solía hacer pequeña o que me representaban ese deseo de volar, del cual por obvias razones anatómicas no podemos aún los humanos -saben a lo que me refiero-. ¿La razón para escribir sobre los cometas? Sencilla quería comentarles uno de los tantos artículos de Newsweek de la última de agosto, la cual trata sobre los mejores países del mundo.
La revista menciona los "ranking" ya conocidos, educación, salud, dinamismo económico, por citar algunos, y además tiene otros indicadores que llamaría divertidos, dice Codrescu el responsable de esta sección: ¿Por qué con indicadores y países ganadores como estos seguimos colocando los fríos, oscuros, pequeños y depresivos como la norma? El listado y comienzo por mi favorito -el de los papalotes-:
- El mejor lugar para volar un papalote, India.
- El mejor clima, Malta.
- El mejor lugar para ser mejorado quirúrgicamente, Brasil.
- El mejor lugar para ser viejo, Japón.
- El mejor lugar para tener un bebé, Francia.
- El mejor lugar para un viaje por carretera, Suráfrica.
- El mejor lugar para la música, Mali.
- El mejor lugar para el sexo, República Checa.
- El lugar más gay-friedly, Los Países Bajos- Holanda.
- El mejor lugar paras ser dueño de un perro. Bélgica.
- El mejor lugar para comer, España.
- El mejor lugar para ser rapero, Suiza
Un beso de domingo
agosto 27, 2010
Montt para el viernes
Soy seguidora de Montt, como miles que hay por allí. Cuelgo para esta noche algo que cae a pelos, al menos a mi. Aunque al decir verdad seré yo la que un día de estos le de puñetazos de regreso a esta..
agosto 24, 2010
¿Drexler or Krall?
"Estaba dejándome estar
oyendo el tiempo caer en los relojes de arena
mirando un instante partir
y otro llegar..."
Causa y efecto, Jorge Drexler
Como yo no tengo vacaciones de verano -pues no vivo en un país de cuatro estaciones-, solo de dos. Como la ley de estos lares no contempla más que lo mínimo en ciertos temas, me contento con la música, los días de sol entre las aguas y pensar que algún día habrá otras cosas -más trabajo por supuesto- dirían mis conocidos.
El punto es que estaba haciendo mi tarde más amena entre leer un artículo genial de una tal Luz Sánchez Mellado que El País colocó y llamado "Moderna por contrato" , el link: http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Moderna/contrato/elpepirdv/20100818elpepirdv_5/Tes y acompañarme con música de Diana Krall.
La esposa de Elvis Costello (no Presley jóvenes), me causa dos sensaciones con su tonadas: la primera estar en un espacio abierto, tranquilo algo tropical, con tiempo de frente y oceano pa'gastar y, la segunda, estar sentada en una sala de espera en el consultorio de un dentista.
Mientras decido con cual de los dos "moods" me quedo cierro el día que llegó con mucho sueño, en donde volvió a caerse el cielo en agua, en el cual pude llegar a despedir a unos amigos migrantes ciudadanos del mundo, en el que otra vez no llegué a una cena de otros, en donde me llegaron noticias confusas, un día "cualquiera".
El punto es que estaba haciendo mi tarde más amena entre leer un artículo genial de una tal Luz Sánchez Mellado que El País colocó y llamado "Moderna por contrato" , el link: http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Moderna/contrato/elpepirdv/20100818elpepirdv_5/Tes y acompañarme con música de Diana Krall.
La esposa de Elvis Costello (no Presley jóvenes), me causa dos sensaciones con su tonadas: la primera estar en un espacio abierto, tranquilo algo tropical, con tiempo de frente y oceano pa'gastar y, la segunda, estar sentada en una sala de espera en el consultorio de un dentista.
Mientras decido con cual de los dos "moods" me quedo cierro el día que llegó con mucho sueño, en donde volvió a caerse el cielo en agua, en el cual pude llegar a despedir a unos amigos migrantes ciudadanos del mundo, en el que otra vez no llegué a una cena de otros, en donde me llegaron noticias confusas, un día "cualquiera".
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