buscador y encontrador

marzo 17, 2011

La piel del miedo, Javier Vásconez

El placer por la lectura comenzó con los mundos que dibujaba mi madre en las historias que me relataba, las que fabricaba de cualquier cosa mientras me llevaba caminando por los alrededores de la casa. Luego ella me enseñó a leer cuando ya no podía contármelas más, así me lo dijo; tendría yo 4 o 5 años y leía en voz alta diciendo, punto, punto y coma, fue una crisis comprender el punto y aparte y el punto y seguido. En fin, ella junto con una de mis tías y uno de mis hermanos hicieron el grato favor de permitirme descubrir la literatura.

Joven, más joven, más fresca, más ingenua y bastante quinceañera, pensaba que había nacido en un continente algo verde y en una época poco interesante. Sin embargo como el tiempo permite que uno se pueda desprender de ciertas petulancias para cargarlas con nuevas, me dejó encontrarme con libros de grandes que muchos conocemos. Descubrir América Latina en la literatura es delicioso a pesar de que solo escuchamos de 1 persona de cada 100.000 que escriben, intentan o hacen. Es así como se fue poblando mi vida con Borges, Mistral, Girondo, Darío, Paz, Rulfo, Vallejo, Gallegos, Martí, Benedetti, Lispector, Lillo, Neruda, Guillén, Bolaño, Asturias, Cardoza, Amado, Caicedo, Debravo, Dobles, Oreamuno, Sabines, Onetti y blah, blah, blah.

Un día de esos y varios más me saltó el vacío del fin, de la muerte de los que leo, no porque me conocieran sino porque se agotaría todo, pensaba en las casi nulas posibilidades de quienes podrían renovar lo que siente, piensa y sueña esa tierra linda. Ciertamente no contaba con esos vivos como Márquez, Galeano, Mutis, Ospina, Fuentes, Llosa, Ramírez, Peri, Belli, Gelman, Sepúlveda, Restrepo, Mastreta, Bryce Echenique y cuantos más que no he leído y están allí afuera, aunque hay unos y otros que pueden ser llamados maestros y no.

Me gusta saber que por ahí, en algún sitio, hay alguien que tiene esa inmensa capacidad de enamorar con las letras, de atrapar, de crear, de suspender y que algunos de nosotros seremos tomados como bichos en telaraña en esta tierra dispersa llamada Latinoamérica, que está viva, que vive en iniquidad, con petróleo, bosques, mares, oxígenos, con muchas palabras aún por decir, con caudillos sembrados en uno que otro país, que lucha ante la violencia, que es desordenada y en plena construcción. Todo esto para una muestra, un botón:

"Desperté en medio de la noche con el ruido de los disparos en el corredor, fue como si rebotaran desde el rellano de la escalera hasta mi conciencia y, unos segundos después, el estruendo había prendido como un relámpago dentro de mí. No tengo una imagen coherente de cómo reaccioné ante esa cadena de disparos y los insistentes alaridos de mi madre. sólo a través de los gritos supe que estaba viva. La violencia había estallado, era un volcán derramando lava ardiente ante mis ojos. Tuve un presentimiento. Me escondí entre las sábanas y todo se tiñó de una blanca reverberación. Corrí descalzo hacia un rincón del cuarto, busqué refugio detrás de un sillón, pero el horror que experimentaba era tan frío como las tablas debajo de mis pies. Me preguntaba quién había disparado en medio de la noche y había hecho añicos el delicado cristal de mis sueños. Sentía un torbellino en la cabeza. Al abrir los ojos perdí el equilibrio y me encontré apretando con las uñas el borde del sillón. Con sigilo de gato cambié de lugar, respiré con ansiedad, sentí humedad en la nuca y las palmas de las manos. El miedo se expandió por todo mi cuerpo, contagiando mis nervios hasta alimentarme con la sangre de la violencia. Alguien tendría que haberme advertido lo que debía hacer. No sabía como comportarme... Tenía diez años, pero esa noche comprendí que el miedo nos multiplica..."

Este libro trata de la historia del dolor, de la vida con epilepsia y algo más.

marzo 10, 2011

De la memoria y de los bits


El filósofo alemán Arthur Schopenhauer dijo que cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.  Misma cosa comentaba Eduard Punset sobre las investigaciones últimas de comunicación, en la que se apunta que se ha aprendido a olvidar los recuerdos insulsos frente a los que han representado algo en la vida. Sin embargo lo efímero y lo perdurable se han relativizado más en este mundo de la comunicación, donde parece que todo se ha convertido en efímero, con diferencia de minutos, semanas y cuando mucho meses.

La maravilla humana se comunica, sí sabemos más que nunca lo hace por Internet; partimos del principio que enviar un mensaje, una cadena, colocar un post, escribir un artículo en aquella materia en la que nos sentimos más diestros, duchos o posibles hace que nos vinculemos. Que lo digamos todos los seguidores en el libro de las caritas, de las fotografías  o de los blogs.

Desde hace años se escriben artículos, posiciones y por qué no teorías acerca de la evolución de la comunicación, esa planteada bidireccional (emisor receptor, canal, mensaje y viceversa), más no necesariamente cierta o de contacto a pesar de la vinculación, en este caso la realizada por la red. De allí las comunidades de aprendizaje, los estudiosos de la materia y las preocupaciones de decenas de países por las formas de aprender y enseñar en virtualidad pues cada vez más “invertimos” más tiempo ante una pantalla cualquiera que ante el calor de los cuerpos.

Hace dos décadas atrás no hubiésemos pensado que se podía tener “una relación” por la red virtual, de esas en las que se tejen esperanzas, se desdibujan miedos, se cifran futuros o se construye con las personas, bien las de coleguitas o seguidores de espacios. Sin embargo es risible ya que antes de eso muchos vínculos se daban por medio del teléfono y más atrás por cartas o mensajeros. La no presencia quizá ha sido una constante en la comunicación humana que nos cuesta admitir.

Ahora me pregunto ¿cuántos de nosotros no hemos tejido relaciones que llamamos profundas por la red? He de decir que hay vínculos que yo he construido de manera más fuerte por el internet con limitados, pocos o ningún abrazo, los que son esenciales para mí. Así como he tenido alguna vez una relación que se construyó como los naipes en medio del desierto, en el aire, en lo seco, en lo poco fértil, que produjo cosas maravillosas, que me dejó pobre, pues realmente era yo con mi circunstancia y así quedé, en la nada.  

Quizá sea que el uso de la distancia  lo que nos gusta y “nos salva” de los compromisos o de ciertas cosas o sentimientos, nos coloca en un lugar algo menos inseguro a partir de la propia inseguridad, nos permite no darnos por aludidos, contestar cuando se nos pega en gana, cuando creemos que tenemos el tiempo, o cuando nuestra propia ánima decide que debe ser, así sin más. Con una tecla podemos apagar, aplazar, contestar o enviar al bote de la basura, es como tener el poder de ese famoso interruptor rojo de la guerra fría.

A veces pienso que esa red maravillosa por donde viajan los mensages de Julian Assange, de los embajadores de todos los países, los secretos de las armadas, los números de los bancos, los estados de deuda, las ofertas de empleo, las medicinas no inventadas y cuanta basura se nos ocurre a la humanidad colocar, es realmente uno de los pasos de la misma de mostrarse con su todo sin mucho temor y más descaro, saltando así sus “virtudes”, defectos, fracasos, inventos, basuras, vínculos, engaños, sueños, oportunidades, futuros, pasados, realidades, arenas y tiempos sin tiempo. ¿No es la red una caja roja de Pandora con muy pocos bits de memoria?

 ¿Qué opinan?

febrero 17, 2011

De cosas en el baúl: caligrafía, historia y otras tonterías

23/03/2010
Hay cosas que no se pueden "decorar" de ninguna manera (…) Sí ya sé, que la vida es así: alguien salió de clase, alguien la impartió, alguien tomó un avión (otro más que se va), alguien no se despidió, hoy quizá no había cena en casa, uno más durmiendo en la calle, el gato se orinó, llueve o es el viento. Lo comprendo todo muy bien, sin embargo hay demasiado ruido, está todo muy cargado y hoy no puedo tomar la vida así 

Sun Tzu
"La ira puede convertirse en alegría y la cólera puede convertirse en placer. Pero un nación puede ser reconstruida y una vida no puede voler a nacer

Aquí estoy con el papel, la tinta, la pluma y el tintero, trato de escribir. Mientras le doy craneo retomo lo que llamo el ejercicio de ordenar. Uno colecciona o se vuelve coleccionista a fuerza de moverse, quebrarse, repararse y no saber colocarse, de encontrarse con otros, de amontonar objetos y sentimientos unos sobre otros como retenes contra “algo” o de contenciones ante las aguas desbordadas. Guardamos lo que luego quizá no visitaremos, lo que es difícil dejar ir aunque no esté, pero solo son memorias de cadáveres pues estamos hablando de pasado.

Ciertamente todos, absolutamente todos y sin chistar lo digo, almacenamos “lo que se nos ocurra”: cartas, correos, facturas, fotografías, cuchillos y cucharas, memorias borrosas, solo que unos son más inteligentes que otros, pues al menos se dedican a una profesión como la taxonomía, la medicina forense, la historia, la numismática o la filatelia y los demás nos complicamos sin remuneración alguna, je,je…
Aunque no estoy condenando, nunca me gustó esa práctica amontonadora (al menos visualmente hablando), la de colocar cosas en las ventanas, de apilar y apilar adornos o de cubrir paredes completas de dibujos y posters, recordatorios nuestros. Me gusta más la ventana limpia y las cortinas “corridas” y lo digo a riesgo de que soy aprendiz de historiadora, que me gusta visitar la memoria, “tratar de entender” las razones o los motivos y que tengo una bolsa llena de "chucherías". Sin embargo, hace mucho tiempo comencé a pensar que todos debería levantar un movimiento de “medio borrón” (para comenzar por un punto al menos), no para quedar desmemoriados, sino como dice mi amiga Norma para viajar con carga más ligera sin eso que nos tortura, dispara, activa, quita el aire, se vuelve carbón en el techo y moho en la planta de los pies.  ¿Qué piensan?  Ah y antes de que lo digan, sí ya sé que me estoy volviendo un poco mentirosa (algunos comprenderán sobretodo con esto)

febrero 10, 2011

It's probably me

Tengo miedo de que me olvides,
el asunto es que no me sabías antes,
por lo tanto era olvido.
Sin embargo ahora, ahora ya ni siquiera
tengo la oportunidad de no ser olvido, porque
no somos, porque no fuimos.
No comprendo la razón de mis temores,
ah sí, es que tengo miedo que me olvides.


Algunos podrían asustarse de los días de neblina donde inclusive se desaparece y la luces solo sobreviven por su fuerza, o del frío páramo que te hace recordar que estás vivo por dentro pues vas congelándote inevitablemente, o quizá de la lluvia a las 9 de la mañana o del sol de 15 minutos a las 2 de la tarde que se repite día tras días dejando moho alrededor. Uno podría tener temor de tantas cosas, pero esas las que no se tocan son las más fuertes, las que dan vida o la quitan, las que ponen calma o profunda incertidumbre, las que hacen que unos junten manos y recen, que otros escondan amuletos en la bolsa o eviten pasar bajo una escalera  y le den las gracias a la postal del santo. Pero yo no.

Sí, hay ciertos sentimientos que probablemente son algo o nada, corazonadas o certezas no comprobables,  hay una parte de nosotros todos conformada solo por nuestra locura, nuestra muda lucidez, nuestra imaginación o verdad, eso es parte de lo que no permite que desaparezcamos en medio de la neblina, de la lluvia, de las distancias, de las intermitencias, de todo. 

Hay días que vienen a mi estas sensaciones en medio de todo como un déjà vu , como diría Sting y sus amigos, it's problably me.



If the night turned cold 
And the stars looked down
And you hug yourself 
On the cold cold ground
You wake the morning 
In a stranger's coat
No-one would you see
You ask yourself, 'Who'd watch for me?'
My only friend, who could it be?
It's hard to say it
I hate to say it 
But it's probably me

When your belly's empty 
And the hunger's so real
And you're too proud to beg 
And too dumb to steal
You search the city 
For your only friend
No-one would you see
You ask yourself, Who'll Watch For Me?'
A solitary voice to speak out and set me free
I hate to say it
I hate to say it 
But it's probably me

You're not the easiest person I ever got to know
And it's hard for us both to let our feelings show
Some would say 
I should let you go your way
You'll only make me cry
If there's one guy, just one guy
Who'd lay down his life for you and die
It's hard to say it
I hate to say it
But it's probably me

When the world's gone crazy, and it makes no sense
And there's only one voice that comes to your defence
And the jury's out 
And your eyes search the room
And one friendly face is all you need to see
If there's one guy, just one guy
Who'd lay down his life for you and die
I hate to say it
I hate to say it
But it's probably me
Written by Sting, Michael Kamen and Eric Clapton

enero 17, 2011

Yo me nazco

Puede ser que la mayoría de las personas lleguemos a un punto donde digamos, hemos envejecido. Esa certeza quizá significará que el cuerpo no será turgente, que los pliegues de la piel se habrían multiplicado, que escasean los cabellos, que los sentidos están transformados y que pensaremos que somos algo sabios y aprendidos, aunque un tanto necios (como si antes no lo fuéramos). 

Quizá y en varios casos se llevaran en los bolsillos la cuenta de los llamados éxitos con sus fracasos. Los pequeños secretos y las cosas que nos hacen miserables, grandes o medianos. Quizá la mayoría con hijos, algunos con carreras (aunque sean hacia el olvido), con cuentas, con alguna posesión aunque sea la polvera, pero finalmente historia. 

La vida que algunos venden, que otros han comprado o que bien nos han enseñado a la mayoría, no digo sea mala o buena. De ciertos lados siempre parece que debe estar resuelta con logros visibles y caídas ocultas, con verdades de ser buenos y maldades no asumidas aunque seamos grises. Así parece que vamos caminando en alguna dirección con cargas tomadas, asumidas, compradas, construidas y hasta inexistentes. Parece a veces que dejamos de vivir para vivir por otros, para asumir por otros porque a veces es más fácil, se tienen más pretextos y hasta más respuestas.

Tengo algo de esa vida, pero también de otra, que confieso me quiebra el cráneo y me gusta más. Esa que en algunas ocasiones puebla la incertidumbre, se cae derribada, se lame las heridas, se llora ciega, se duerme cansada, se mece apacible, se empuja como un huracán, es inconsistente e inadecuada, no acepta el convencionalismo aunque duerma con este, se hace y se repiensa, quiebra para no ser jamás la misma, hasta el día en que no pueda más... 

Como saben, me gusta la poesía y este post fue provocado por ella, por María Elena Walsh, escritora argentina quien murió esta semana. Ella escribía para jóvenes y niños canciones y poemas (Manuelita la Tortuga es una conocida). No soy joven y sin embargo me siento a la par. Esta mujer escribió sobre la vida, un pedacito compartido:

Playa de Sanur

"Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad, mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.
María Elena Walsh

enero 10, 2011

Down to Earth, Peter Gabriel

No tengo nada que ofrecer. Para quienes preguntan y los que no, hay mucha piedra, poco verde, vejación en las esquinas que llevan meses sin orden y no hay nada más que decir o leer. Hablemos de otros temas: ¡qué bien que hay música! Geova hace décadas me regaló lo primero de Peter Gabriel y ayudó mi pasión por el cine (hasta hoy). Nunca logró que yo comprara las cintas propias para reproducirlas porque siempre me daba copias de todo. Un poco de cine ya visto: Wall E, un poco de sentimientos vertidos en el callejón de Hanzel y Grettel, quizá con alguna esperanza que no sean comidos. Dos extractos en castellano, la letra completa en inglés y el vídeo.


"¿Pensaste que tus pies habían sido llevados a un límite por la gravedad del piso que te haló? ¿Sentiste que fuiste engañado por el futuro que escogiste?... Bueno, vamos hacia abajo(...) ¿Pensaste que escaparía de la rutina sólo por cambiar de guión y escena? A pesar de todo lo que has hecho por esto." 



"Did you think that your feet had been bound
By what gravity brings to the ground?
Did you feel you were tricked
By the future you picked?
Well, come on down
All those rules don’t apply
When you’re high in the sky
So, come on down
Come on down
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
Did you think you’d escaped from routine
By changing the script and the scene?
Despite all you made of it
You’re always afraid
Of the change
You’ve got a lot on your chest
Well, you can come as my guest
So come on down
Come on down


We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
Like the fish in the ocean
We felt at home in the sea
We learned to live off the good land
Learned to climb up a tree
Then we got up on two legs
But we wanted to fly
When we messed up our homeland
We set sail for the sky
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re coming down
Coming down to Earth
Like babies at birth
Coming down to Earth
We’re gonna find new priorities
These are extraordinary qualities
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re coming down to the ground
There’s no better place to go
We’ve got snow up on the mountains
We’ve got rivers down below
We’re coming down to the ground
We hear the birds sing in the trees
And the land will be looked after
We send the seeds out in the breeze
We’re gonna find new priorities
These are extraordinary qualities

diciembre 25, 2010

New Soul

I don't forgive and I regret this, however I will try, I will do it harder than in the past, I can't promise to be success, because honestly I am very hurt, but how I said, I will try from now my best. Gracias... y para complementar lo dicho una canción de una chica "indie-folk" franco israelí (Yael Naim)
Hasta siempre, 
yo



I'm a new soul I came to this strange world hoping
I could learn a bit about how to give and take.
But since I came here felt the joy and the fear
finding myself making every possible mistake

La la la la la la la la...

I'm a young soul in this very strange world hoping
I could learn a bit about what is true and fake.
But why don't please trying to comunnicate
finding just that love is not always easy to make.

La la la la la la la la...

This is a happy end
cause' you don't understand
everything you have done
why's everything so wrong
This is a happy end
come and give me your hand
I'll take your far away.

I'm a new soul I came to this strange world hoping
I could learn a bit about how to give and take
but since I came here fellt the joy and the fear
finding myself making every possible mistake

La la la la la la la la
...

diciembre 17, 2010

Despedidas dobles: parte III y final, risibles


Tuve mis cinco segundos de riqueza. Acabo de regresar de Europa y no lo digo por más, sino porque justo tres días después recibí un correo en el que daban un número de tiquete de pago - oops-, cosa curiosa en ese momento estaba ordenando mis finanzas y sí tenía números de tiquete. Mi cerebro y yo, es decir ambos pensamos haber leído un número similar al del mensaje y además recórcholis iba coincidiendo con lo que tenía en la mano. 

A pesar de que conozco las historias del spam, en algún rincón mío se escondió la esperanza de que aunque no fuera jugadora, aunque este fuera año par en mi calendario personal -es decir de mala suerte-, me hubiese ganado un dinero. Tuve fe en que la suerte hubiese hecho trabajo silencioso como la muerte o la vida y finalmente sonriera de forma descarada para mi. Sí ya saben el desenlace, una mentira completa parte del eterno fraude de la red.

Hablando de esas tierra y considerando que no es la primera vez por esos lares, en esta ocasión me ha acompañado el disgusto, no lo traía conmigo, me lo fueron endosando despacito, yo por supuesto me dejé y ojo, no es asunto de mi ánimo o de mi condición cualquiera. Quizá lo atribuyo a que semejante tierra que lleva  nombre de mujer me ha quitado amigos, me ha dejado botada, me ha engañado con su lotería, me ha atrapado con sus controladores españoles y como ando algo victimista, he comenzado a pensar que no tiene espacio ni para mis visitas. Ah bueno, se me olvidó decir que me surraron algo así como sudaka en la calle. Uff y vale que "soy blanquita, alta y se dar las gracias"

Despedidas dobles: parte II, resumen de imágenes incompletas - mares distintos





Dobles cierres: parte I, Desde adentro

El Tríptico del Jardín de las Delicias cerrado, El Bosco
Pareciera que, todo en la vida es solo seguir, como si ese remolino invisible obligara. Así es como se va dibujando o desdibujando, sea por decisión o por inercia. Se puede berrinchar, gritar, llorar, morir de a poquitos por dentro o por fuera, no ser jamás los mismos, correr las calles deseando en silencio, haberse perdido y no encontrado más. De cualquier forma que lo pensemos, aunque no podamos con nuestro propio cuerpo algo nos obliga y, ¿qué mas nos queda? salirse a la fuerza o continuar. Aún resta esa decisión por descifrar.

Y por ahora, cranear o mirar el Jardín de las Delicias abierto que hay mucho por decir.
 
 


diciembre 07, 2010

Cuadernos sueltos: Sin noticias nuevas

Cuaderno I
He sido: tres años, líquidos, efímeros, de intervención puntual
He sido: nada, un sin nombre.

Cuaderno II
Mi ciudad sigue cambiando.
Ya no soy la misma humanidad.
Debería estar sonriendo.
Debería.

Cuaderno III
No es un cuento nuevo
todos sabemos que si
nos sentamos suficiente tiempo en la banca del parque a mirar, 
pasará
     el loco del pueblo,
     la anciana del largo bordón,
     el hombre viejo que pasa la mano sobre el joven muslo,
     el barrendero que asalta las colillas de las calles,
     los perros con y sin nombre,
     los insectos cortos o largos, vividores o buscadores, 
     cucarachas y hormigas -todos ocupados por igual-    
Todos sabemos que si nos sentamos suficiente tiempo en la banca del parque a mirar,
se nos podrían juntar los vivos y los muertos y no podríamos tomar hacia ningún lugar,
el remedio sería dejarse atrapar por todos, total nadie lo nota.

Cuaderno IV
Diego el Cigala en el reproductor, otra vez con el Bebo en 
Si te contara

diciembre 01, 2010

Mi espacio público

Mi ciudad está derruida
no sirven los planos,
no hay planes,
no hay proyectos de largo plazo.

Las calles con huecos
las basuras vertidas,
los perros deambulan.

No veo recursos, tengo
mis dudas grandes,
gordas, frías.

Sé que debo intervenirla,
rescatarla, reconceptualizarla.

Esto no es urbanístico,
administrativo o financiero.

Sé que, volver a construirla
me llevará a leerla otra vez,
sin embargo, a hoy,
aún no tengo manos, ojos, aliento
o respiro para ponerme(la)
de pie.

A hoy, busco en cualquier lugar para que,
lo que queda no se haga más polvo.

Sí, así está mi ciudad derruída.

noviembre 21, 2010

Borradores de cuentos inconclusos: el circuito del miedo, los cazadores

Saltar de un árbol a otro, correr, esconderse, mimetizarse, ser lo suficientemente ágil, pasar desapercibido, todos son oficios que a veces se entrenan despacio, pero que se emplean de una sola vez cuando se huye. La adrenalina se agolpa en el cuello, en los músculos, en las extremidades, haces uso de todo, piensas rápido, corto, sucinto, te asustas mucho, te aceleras, luchas por sobrevivir, haces curvas, rectas, te pegas a los rincones asquerosos. No te detienes nunca, no se puede una detener, pues para ese momento ya no estarás viva. 

Los cazadores amigos tiene sus mandíbulas tensadas, sus músculos tensados, sus corazones saliendo por las comisuras de sus colmillos junto a la baba y el odio, los ojos nublados, podrían ser buenos "sujetos" sin embargo no lo son. Ambos luchamos, ambos hacemos el máximo esfuerzo, ambos corremos como no lo solemos hacer, más ellos son tres y medio y yo solo soy yo y mi miedo, mi oportunidad de morir y mi deseo de vivir. Como duele esto. Ambos luchamos, me he caído, me duelen los pulmones del golpe, salgo al claro, entro a los oscuro, corro, sigo corriendo, intento trepar. Subir es una opción de alejamiento. No lo logro, no es cierto, como duele sentir las mandíbulas en el costado, verse la sangre en el cuerpo del otro y el de uno (no sabía que corría tanta por mi cuerpo). Saber que en cinco segundo más seguirá otro dolor. El de quedar atrapada y después ya no seré lo que recuerdo, lo vivido, ya no estaré. Ya no...

noviembre 17, 2010

Borradores de cuentos inconclusos

Tenía que regresar. Si bien el cuerpo le permitía hacer más o el cerebro no se había cansado aún -pues ambos estaban acostumbrados a empujar los límites, a vivir de la nada-; sus bolsillos no daban una gota ante tanto desajuste y tanta ausencia.

El tiempo se había acabado en el trabajo y los que no sabían, los ignorantes de todo el cúmulo de sucesos, exigían su presencia, la paciencia acostumbrada y el buen tino de su peculiar carácter.

Regresó como se había marchado: andando, retomando las huellas que había hecho cuando caminaba hacia delante, hacia el fin, según él. Cuando poco faltó para tirarse por la línea de los rieles, por el salto de un viejo río o buscar con más fuerza para encontrar a la orden el conocido veneno contra hormigas.

Al llegar a la última colina que abría paso al valle vivido, sintió el cuchillo en la barriga y el ardor en el cuerpo. Cada montaña de las que había sembrado estaba arrasada. Era más pobre ahora, mucho más… más viejo, más desilusionado, con menos fe -si es que alguna vez la tuvo-, con más arrugas y lo que más le estorbaba es que estaba más triste y más enojado.

Volvió la vista en una larga mirada hacia toda la tierra con su base y sus bordes, reconoció el silencio y la ausencia, la miseria, el conteo menudo de los detalles, las preguntas de siempre, la pobreza de las fuerzas y de los esfuerzos. Se volvió a encontrar anciano, mala persona, torpe, dispuesto a probar labios "viejos" con aprensión a su propia repulsión, con miedo a reconocer que ya no era el mismo, a hacer por temor a su propia condición.

Había logrado quemar la mayoría, sino arrancarla o intoxicarla con el combustible. Destruir significó que ya no estaban más que los rastros de cada campo que había sembrado en conjunto o solo por su motivo. Los espacios de bosque, los de flores perennes, los de plantas estacionales, las medicinales, las piedras colocadas en murillos, las otras que dibujaban rutas. Todo lo posible de quemar fue quemado.

Hacían falta cosas sí, la casa -bueno nunca existió se decía-, los papeles, las notas, las cuentas bancarias, las fotografías, las cintas sueltas, la bebida reservada, quedaba aún todo lo que no se podía quemar, ni fumar, ni embriagar, ni abortar tal como las palabras y los sucesos.

En esta ocasión, no había como en otras un sol resplandeciente aunque fuera una tarde seca. No había una de esas brisas frescas de los libros y las historias, no había mas que nubes grises que se comían los bordes blancos que parecían brillar a lo lejos. No había nada, ese era el precio del retorno, el clavo ardiente de la soledad y el contenido de la basura.

noviembre 10, 2010

Variaciones aburridas de un tema

"Octubre, las carroñeas sobrevuelan mi cabeza.
Quizá, solo quizá miren lo que otros no pueden ver

Tiempo de migración,
nubes negras, anchas alas, remolinos al atardecer

Quizá van, solo quizá van al sur.
Yo sin embargo, sin brújula, sin alma, sin ojos sin alas.

¡Como deseo estar de regreso!"

Sade me gusta en definitiva, tiene un voz, una melodía que pareciera embalsamar. Hay una canción que escuché cientos de veces, eso sí menos que Sin Embargo de Joaquin Sabina (la cual fue tocada de manera continua en periodos de trabajo loco por más de 8 horas, como si no hubiese otra tonada... Aquellos tiempos con Cristina, eran aquellos.), volviendo a la canción se llama No Ordinary Love.

Lo curioso del tema es que nunca le puse tanta atención a lo que significaba la letra, hasta que se convirtió en un hilo que me movía parte de las náuseas. Extraño verdad, pero es cierto, a veces le damos más contenido y carga emocional a cosas o situaciones de allá afuera de lo que merecen, quizá sea que de cierta manera nos sentimos enlazados con otros, menos solos o más comprendidos, menos abordados (evitando así hablar de nuestras culpas y miedos) y un tanto acompañados. Pongo un "pedacito" (no de cielo sino de canción), si  leen sin contexto, es tremendamente rosa y cursi, si escuchan la música que la mujer le puso, se aprieta alguna parte de uno y algo más. ¿A poco no?

Sade - No Ordinary Love

"I gave you all the love I got
I gave you more than I could give
I gave you love
I gave you all that I have inside
And you took my love
You took my love (...)

Didn't I tell you
What I believe
Did somebody say that
A love like that won't last
Didn't I give you (...)

Keep trying for you
Keep crying for you
Keep flying for you
Keep flying and I'm falling
and I'm falling"