buscador y encontrador

noviembre 13, 2022

Festejemos a Rafael Cárdenas

Vivo en pequeño casi diminuto país de América Latina, realmente los números indican que somos el N.15 de la lisa de chiquilines en extensión. Lo cierto es que por estos lares transitan noticias, animales y personas de todo Latinoamérica y el Caribe y estas no se pueden dejar desapercibidas. Lo dicho para mencionar el ganador del Premio Cervantes 2022 y de las altas migraciones que vive Venezuela, país que se la ha ido arrebatando mucho a lo largo del tiempo pero que también tiene gente inigualable que lucha allí adentro o afuera quiero compartirles unos fragmentos de algunos poemas. Rafael Cárdenas que sobrepasa los 90 años y quien vive en Francia ha escrito por años de forma tan cercana, si tienen la oportunidad búsquenlo.

"Tu que caminas esta noche en la soledad de la calle,

vas llena de besos que no has dado.

Del amor ignoras la escritura prodigiosa.

Aunque no me conoces,

en mi cuerpo tiembla el mismo mar que en tus venas danza.

Recibe mis ojos milenarios, mi cuerpo repetido, el susurro de mi

arena." Fragmento de Una Isla


"Yo nunca estuve seguro de mi cuerpo-

Yo jamás pude precisar si tenía una historia.

Yo ignoraba todo lo concerniente a mí y a mis ancestros.

Yo nunca creí que mis ojos, orejas, boca, piel, nariz,

movimientos, gustos, dilecciones, aversiones me pertenecían

enteramente." Fragmento de los cuadernos del destierro


"Quiero exactitudes aterradoras.

Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis 

palabras. Me poseen tanto como yo  a ellas.

Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame

la impostura , restriégame la estaba.

Te lo agradeceré, en serio. 

Enloquezco por corresponderme.

Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme." 

Fragmento de Ars poética

julio 07, 2022

La fiesta de los zapatos rojos

Llegó mi día

    Sí, fiesta. Sí, nací un 7 del 7 a las 12:30 hrs según mi madre que espera hasta ese momento para dar una llamada recordatoria.  Número cabalístico, popular en múltiples culturas, quizá porque cada 7 días cambia la luna de fase y esta rige los cultivos, las aguas y su relación con la tierra en total. O porque el 7 es importante ya que agrupó a los cuerpos celestes visibles, según leí alguna vez.

        En nombre del 7 tenemos 7 días en la semana, el cristianismo, el judaísmo y el islamismo decidieron que la tierra había sido creada en ese lapso. Amén de los pecados capitales y los sellos apocalípticos. Realmente no sé que significa ser 7, sólo que es un número primo, un recordatorio de que entraba a mis vacaciones educativas cuando niña y que tenía la posición de un perfil.

           Lo que sé, es que  tomé ese día como propio, como si no existieran más personas de ese 7; así lo llamé el día de los zapatos rojos, los de Dorothy volviendo a la casa, los del cuento con un perro y ahora con varios gatos, en búsqueda continua, los de Alicia que los tenía prestados o cualquier historia posible potente. Ese día de zapatos rojos se extendió a un mes entero de cuestiones que me permitieran la flexibilidad y fortuna de celebrar.   

                El rojo de mis zapatos es un rojo vibrante, profundo, uno que no necesita estar presente en todo, sólo un detalle; una suerte de rojo cochinilla, ese que generó la avaricia europea después del oro y la plata de los indígenas o el del achiote. En fin, ya puedes ir a buscar ese rojo. 

                    En nombre del rojo y del 7 sigo escribiendo en ese blog, como recordatorio de etapas, la memoria, el recuerdo, la forma de olvidar y no. De cierta manera, celebro en este espacio también. 

                              Si estás leyendo esto, 

                              gracias por acompañarme en mi cumpleaños, en un momento de la vida. 

                              si te fuiste, gracias por irte. 

                              si te eché gracias también. 

                              si aún somos limbo porque nunca será nada ¡que viva el limbo!. 

lo que hubiese sucedido te eché en falta a vos persona, amigx, hermanx, colegx, enemigx, pareja, lectorx, discrepante, insurgente, compañerx y en ese extrañar, todos nos hemos transformado.

                               ¡feliz vida! 



mayo 18, 2022

Música - Nothing Breaks like a heart

En el buzón del blog en borrador hay de todo: una compilación de dibujos, unas reflexiones de las rodillas, una corrección de una publicación que viene en camino, todo sin terminar; parece que esa se ha convertido en la tónica, hasta en las relaciones de todo tamaño.

La música es mi constante, estar descalza o la lluvia, yo que debería estar finalizando un examen al que no puedo resumir las palabras y debo ajustarme a montos "ridículos" de extensión mejor saco del baúl esta versión del 2018 de Cyrus y la repito hasta perder la noción de las palabras para luego dar paso a algo diferente y logro resumir a 150 palabras. 

Si conocían la versión y les apetece comentar algo, adelante. Si no, denle una oidita. 



This world can hurt you
It cuts you deep and leaves a scar
Things fall apart
But nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart

I heard you on the phone last night
We live and die by pretty lies
You know it, oh, we both know it
These silver bullet cigarettes
This burning house, there’s nothing left
It’s smoking, we both know it
We got all night to fall in love
But just like that we fall apart
We’re broken, we’re broken
Well nothing, nothing
Nothing going to save us now

Well, there’s broken silence
By thunder crashing in the dark
-Crash in the dark-
And this broken record
Spin endless circles in the bar
-Spin around in the bar-
This world can hurt you
It cuts you deep and leaves a scar
Things fall apart
But nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart

We’ll leave each other cold as ice
And high and dry
The desert wind
Is blowing, is blowing
Remember what you said to me?
We were drunk in love in Tennessee
And I hold it
We both know it
That nothing, nothing
Nothing going to save us now
Nothing, nothing, nothing going to save us now

Well, there’s broken silence
By thunder crashing in the dark
-Crash in the dark-
And this broken record
Spin endless circles in the bar
-Spin around in the bar-
This world can hurt you
It cuts you deep and leaves a scar
Things fall apart
But nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart
Nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart

-My heart, my heart-
Nothing, nothing, nothing going to save us now
-My heart, my heart-
Nothing, nothing, nothing going to save us now

Well, there’s broken silence
By thunder crashing in the dark
-Crash in the dark-
And this broken record
Spin endless circles in the bar
-Spin around in the bar-
This world can hurt you
It cuts you deep and leaves a scar
Things fall apart
But nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart
And nothing breaks like a heart

Mark Ronson ft. Miley Cyrus - Nothing breaks like a heart

febrero 09, 2022

Ejercicios varios: restauración

Todo está destinado a morir, incluso los blogs y yo aquí retornando. ¿en qué he andado?, entretenida con mis estudios, con pendientes, cerrando ciclos o cerrada por estos.
 
Cada persona tiene su historia, así los edificios que son habitados, las iglesias, los santos y sepulcros, por cuestiones de pandemia no pude dedicarme a mi proyecto final de mi carrera de arte que iba enfocado más a muralear y a los espacios de salud; finalmente terminé en algo que me gusta mucho, porque tiene esa mezcla entre historia que es uno de mis amores perennes, morbo y genuino interés por la conservación.
 
La imagen corresponde a algo que hice hace un año, y que en este 2022 dirigiré a tres proyectos: dos de estos restauración de muebles y uno a una virgen de una colección personal con unos 80    años de antigüedad.
 
Saludos, intento estar de regreso, gracias por seguir acompañándome      

 


 

julio 07, 2021

Zapatos de cumpleaños

Esta es Dorothy la que escribe

con zapatos rojos en el país de Oz

Humedad al tope de la lluvia bienvenida

Despertó por silbidos no tan gratos

Se le hizo líquida la mañana 

horas de reunión

No hubo flores 

Los abrazos se limitaron a su entorno inmediato

Preparó su propio pastel 

limón y bananos deshidratados 

            como si fuera poco 

            una crema por lustre

            culpa de chuparse los dedos


El día voló

tan rápido

            tan alto

                        tan frenético 

con llamadas suculentas 

y otras que nunca llegaron

    de promesas de encontrarnos pronto 

    de pláticas sin lágrimas

    de afectos que hacen pensar que hay algo 

    después de la tormenta


Doy gracias, 

henchidas y algo tristonas


Vamos hacia delante   

hay tranquilidad 


Dorothy tiene ganas de dormir

octubre 09, 2020

Sopa de cebolla

Sopa de cebolla  

Aquí voy otra vez 

intentar, le llaman 

pienso que no necesito morir, 

correr o esconderme 

solo hacer lo de Girondo. 

 

Cazuela en el fuego,  

cortes de juliana. 

Llorar es de inexpertos. 

 

Sofrío lentamente, 

los pesares, no, 

los odios  

esos dan un color caramelo sensacional. 

 

Estómago dos de cuatro,  

es necesario para digerir tanta mierda.  

 

Creo que me tomaré un Martini, mejor un Gin Tonic, 

los botánicos me van mejor que las aceitunas verdes con tan poco sabor frente a las negras.   

 

Ya no hay más respiración, perdió “la crujencia,”  

¡viva la oxidación! 

no quise acelerar esto,  

no había que poner endulzantes, 

cuestión de paciencia. 

 

¡Listo!  

Magia hecha, viene el caldo: 

¿de carne roja o blanca?, 

la primera tiene ese sabor ferroso.  

 

Mírame  

aquí estoy otra vez conmigo  

¡Que rica ha quedado la sopa!  

Un poco de pan, de queso. 

Ya todo acabó. 

octubre 01, 2020

¿Cómo llegué a tallerear con Lena Yau?

"Escribo para respirar. Escribo porque quizás no sé hacer otra cosa. Entiendo al mundo como texto para ser leído, asimilado, recreado, reescrito. Imagino que tanta lectura, de libros y de realidad, hace poso en mí y luego busca salida." Lena Yau, escritora Venezolana radicada en España. Entrevista en Puchero,2018 

No les voy a atrasar mucho: no tengo idea como llegué a "tallerear" con Lena Yau, puedo confesar que he sido fisgona de sus escritos, hasta de contacto en LinkedIn la tengo. De paso, les recomiendo buscarla, ella les sorprenderá. 

Hace algunas semanas me animé y le escribí: cuestión de tiempo, de llegar al borde en medio de la ansiedad y justo antes de iniciar un "nuevo grupo".  Heme aquí inundada de lecturas en medio de los días que poco alcanzan, o las capas de responsabilidad acumuladas tal polvo. Me encuentro con cámara y micrófono silenciado porque justo "allí" hay un mar de voces, un jolgorio de migrantes en tiempos, circunstancias, comida y dolor, algo parecido a una logia, una hermandad. 

Se puede ser extraño y se seguirá extraño; sin embargo, en esos suculentos minutos que duran las sesiones, nos desprendemos de sentimientos, de dolores, de traumas, de arrastres, de pieles vividas y ella "la Lena" con un extraño y silencioso cariño, va más allá de la sesión, de los libros sugeridos, de las lecturas hechas o de los avances procrastinados.  Ella, nos llama a su mesa, la de todos, cada uno aporta el ruido, la música, la pausa, el sabor de la casa dejada, el sopor del vino. De pronto ante la tarea, te maravillas de las personas que escuchas, que desconoces y que gracias a la virtualidad, a una pandemia, a nuestra condición de fortuna, nos  "juntamos" sin pretensión. Personas agudas, intensas, extensas, indecisas, constructoras, marcadas con herrajes y cuanta cosas se pueda pensar. Hay momentos en que a una se le achica el cuerpo, se le pega la barriga al pecho y se olvida para qué está ahí.

Yo no pretendo aprender a escribir ni una obra, ni un personaje, aunque debería, pretendo no dejar de escucharles, de leer, de dejarme recomendar, disfruto infantilmente cuando encuentro una persona que es lectora voraz, quien con agudeza abre puertas, algo así a un filtro de Google (¿me darán crédito por el anuncio?)  Gracias a esta fresca y corta posibilidad es que estoy de regreso a este espacio, con ganas de volver a decir. 

Gracias por no haberse ido y visitar algunosabrazos, el blog con el nombre más rosado del "topten mundial." 

marzo 24, 2020

Desvaríos de un mismo tema: COVID-19

Algunas personas saben que, al iniciar mi universidad, comencé estudiando la carrera de Historia, un universo, algunos se burlaban con la frase "¿para qué leer sobre el pasado si ya se fue? 

En ese proceso una de las primeras cosas que aprendí no fue que esta es escrita por el discurso oficial del momento o del más poderoso, o de lo fundamental de la epistemología para esta rama; sino que es cíclica en características, aunque cambien las personas y los tiempos. Así como que los lazos vienen del pasado construido en el presente. Nada novedoso, verdad, pero lo es, porque en las raíces están elementos de lo que nos constituye y en lo que construimos. 

¿Por qué digo esto?, pues este es mi segunda publicación del año y no pensé que versaría sobre algo que es devastador: el rápido, silencioso, invisible y continuo sonido de la muerte. Esa muerte que no se obvia porque está en un campo de refugiados o trata sobre un país que le es lejano o con un nombre impronunciable a veces. Sí, hablo del COVID-19. Eso que a algunos llevó a "encerrarse" a regañadientes, a salir a hurtadillas, a vaciar estantes o lo peor: hacer que se encontraran con ellos mismos y su entorno.
El virus, que se comporta “excepcionalmente” como su naturaleza y el cual apenas estamos conociendo, obliga a poner una capa de polvo más que tóxico sobre los muertos sin importar su oficio o profesión; esto no deja de recordar esas "letras" de los libros de historia que hablan de pestes, de cosas purulentas, y gente muriendo en medio de sahumerios o abandonados. 

Sobreviviremos a esto, ¡claro que sí!  sino, ya no importará lo que lloremos, escribamos, esperemos. Lo que probablemente suceda es que al final de la crisis tendremos a alguien conocido que adquirió ese virus, a alguno que la pasa o pasó mal por esto: así como al final de un día menos pensado, “nos reiremos y servirá para los anales de quienes escriban la historia epidemiológica mundial”. Llegará un día en donde  quizá lo olvidemos o lo mandaremos a la parte más alejada de la memoria, para que también se empolve, riéndonos así de manera hilarante e inconsciente. Mientras ese día llega, hay un presente, este de “la noticia en desarrollo”, donde las personas (lo que me incluye) reorganizan su normalidad, debido a que se necesita una piedra de seguridad, una rutina, una certeza intocable algo así como un acto de fe.

Este presente, este hoy nos deja a todos líneas para un posibles análisis sociológicos, antropológicos, sicológicos, económicos y más. Será en la medida en que se retorne a “la tal normalidad” que sabremos si se superó esta oleada agresiva de paso silencioso.

Mientras tanto, barajo algunas cosas: 
-el uso intoxicante de información, sea para reír, llorar, sensibilizarse, disgustarse con otros porque a diferencia de vos, no cumplen con lo solicitado. Quizá se han agotado el tiempo de las series en las formas disponibles (quizá no hay tantas para tu gusto), del cine, de la virtualidad, instalando y desinstalando aplicaciones. 
-el poder de la censura social: la vida de las imágenes, de lo colocado en el universo virtual, el temor de colocar algo más que no sea inspirador o que no trate del momento, o bien la carencia de material que aporte, que no solo pasa por la empatía, sino por la fuerza de la realidad.
-posibilidad de volver a encontrarnos, ¿con quienes? no lo sé, quizá con Ud mismo, con su familia, aunque fuera una planta. de la importancia de las redes de apoyo, sean amigos, familia, compañeros de edificio que se juntan para en la distancia tejer el día que se vive en “ese cautiverio” que le rescata a usted de la muerte.
 - el poder del silencio e incluso de la soledad, a lo que tanto le teme esta sociedad postmoderna; de no escuchar nada más que los sonidos de su respiración, de algún animal o uno que otro auto, eso que quizá pedía su cuerpo a gritos (si usted no lo sabía); eso que hasta la naturaleza agradece. 
-sus compulsiones y ansiedades, las que quizá pensó no tenia, que le llevan a repasar noticias, revisar redes, comprar de más por el apocalipsis del supermercado o la tienda. 
- el cierre histórico de fronteras políticas y familiares, como la medida más cuerda de contención, ante el acecho de lo invisible: no hay muro, muralla que prepare para la incertidumbre y la ansiedad de quien enfrenta esta situación, sobretodo en mundo occidental donde priva lo visual. 
-la dependencia, interdependencia, interconexión y fragilidad, de las personas, de la economía doméstica, que se desata ante la compra compulsiva; de quienes ven la posibilidad de un nuevo negocio a partir de la muerte (nada nuevo, verdad); la vulnerabilidad  de los pequeños, que sin ese esfuerzo día a día se empobrecen más, porque se endeudan aunque le lleguen ecos de promesas que habrá inyección de capital, de los que miden si llegarán a fin de semana ya que su casero también debe comer, y el banco que le prestó al casero y el servicio municipal que le otorgó las patentes de funcionamiento; así como  el vendedor informal a la entrada de la municipalidad y el repartidor de frutas, de periódicos, la soda de la esquina que se programaba con los horarios de oficina para la cocina, el productor que no puede retrasar la maduración de su producto, (siga Ud tejiendo la red), el conductor de autobús entre el descanso por la reducción de horario, la frecuencia y quizá la exposición, el cobrador de peaje, quien limpia las oficina o se encierran como empleada doméstica en la casa.   
-el rol de la tecnología, la potencia, la capacidad, la como medida de estar comunicado, informado, laborando o en proceso de llenado de carritos virtuales, sin darle al botón final de compra. 
- la capacidad instalada de los países, ya que su servicio de electricidad, agua, calefacción, no se ha visto comprometido. Imagine Usted la sensación con las muertes avanzando, las personas en sus espacios de “confinamiento social” y sin electricidad o agua, para quienes tienen este servicio de manera cotidiana, casi mágica. (sin cuestionar).
-la irresoluta desigualdad, si bien es cierto, habrá un grupo de personas en las que nos contamos usted y yo (la que escribe y quien lee esto), quienes acceden a tecnología, pues tienen los aparatos y el servicio, a su vez significa esto otro poder en términos de acceso; eso no le debe permitir olvidar a los millones de personas que viven diariamente con el racionamiento de agua, el no acceso a letrinas, a tratamiento médico por carencia o bien los seguros voraces, eso no borra los miles de personas migrando por años, quienes huyen de su propia raíz, los países desolados y liderados por desoladores sin sentido, más que el de su propio beneficio. 
-lo que no se detiene, llámese las migraciones, aunque son más difíciles, las guerras, el tráfico de armas, de drogas, de órganos y cuanta cosa se le pueda ocurrir, hasta los robos domésticos y los asaltos esporádicos. Sin embargo, todos también habrán sido afectados (desearía pensar que hasta disminuidos).
- la posibilidad de construir, cierro esta publicación extensa y desprolija con lo otro que florece en medio de todo:
  •  La cooperación de los unos con los otros, países o personas, familias, amigos, productores.
  •  El tiempo de relacionamiento, en esa “obligación”, decisión y responsabilidad de verse y ver a los suyos con otros ojos.
  • Las iniciativas de apoyo a distancia con mensajes, canciones, juegos, las transmisiones streaming de ejercicios, de actos religiosos, de música, de arte, de cosas que en la cotidiana vida no solemos poner atención, las conversaciones con quienes se tenía un contacto esporádico. A esto se suman, las de llevar alimentos a la entrada de una familia, un hogar, de un centro de alimentos.
  • Los esfuerzos gigantes de personas, sin idealizarles (que tienen derecho a cometer errores), llámese a esto profesionales de salud, de seguridad, de emergencia, de construcción, a quien toma decisiones oportunas desde cualquier línea.
  •  El agradecimiento de las mascotas que pasan más tiempo con nosotros de lo habitual.
  •  Para quienes pueden realizar trabajo desde sus hogares, la posibilidad de trabajar en ropa cómoda, descalzos, quizá con una bebida favorita o más snacks de la cuenta.
  •  La diminución de la contaminación en general; lo que no es poca cosa.
  • La primavera, en los países de 4 estaciones y los árboles de flores multicolores en estos donde hay verano en plena acción.  
Usted, yo, buscaremos “esa estoica” forma de mantener la calma, de no entrar en “pánico”, de saberse que habrá tiempos mejores. Sí, una gran mayoría será afectada; sin embargo, también esa gran mayoría saldrá adelante, porque estará viva y aquí está en nosotros crecer de lo que estamos viviendo, es decir, transformar las exigencias, el dolor, las horas y la economía. No sé cómo, más “yo también tengo esperanza” en eso que se llama humanidad.