Lo cierto es que hay relaciones que te renuevan o lo renuevan todo. A veces no hay que ser nuevo en la vida, o “virgen” y novato de experiencia para sentirse que estas iniciando de manera fresca, verde o joven. Como si te cambiaran la batería, te pulieran la pantalla, te resensibilizaran los sentidos, te agudizaran las sensaciones, te hicieran un lifting de todo el cuerpo.
Es así como la sensación de estar reaprendiendo las cosas, las situaciones, las relaciones nos deja perplejos como la imagen de una persona frente a un edificio de 100 pisos todos de espejos; en donde tienes la tarea de intentar mirar quien está en el piso 99 (es decir hay que levantar la cabeza muy alto, agudizar la vista, desear ver algo, esperar y recorrer toda esa distancia hasta el nivel buscado).
Nosotras las personas en toda la historia de vida hemos escrito del amor y el desamor, de la vida y la muerte, las batallas, los amigos, el desastre, el dolor, las razones de la existencia. Pareciera que cada vez que uno de nosotros decide sentir, manifestar y opinar al respecto, está haciéndolo como si fuera la primera vez. Sin embargo, la primera vez cuando ya uno es viejo, esa primicia pareciera más fuerte que aquella de la hormonal adolescencia o la incipiente adultez.
Solo aquello que nos motiva a sentir y hacer ciertas “locuras” sin atenuación, con la fuerza de dejarse el pellejo en el camino, con la sensación de que no hay después o que no llegará, es lo que lleva de alguna forma a ser vivido de manera recién estrenada.
Muchas más personas de las que podremos conocer son conscientes de que antes ya se había vivido, escrito, disertado, discutido, llorado sobre estos temas. Aún así, y debo volver a enfatizar, hay momentos “tan particulares”, que te botan de tal afirmación y te llevan en un remolino personal de potenciación nueva.
Que dichosos somos y que reto, si estamos vivos de esa forma, si hay alguien o algo que nos motiva de manera tal que una melodía nos arranca las lágrimas, que una palabra con devora el intestino, que un roce nos acelera la garganta, que un vistazo nos infla de ira y otra mirada de calma, si una situación no nos deja dormir, si el desvelo de las horas es provocado por una voluntad.
Quisiera festejar eso y más (no hacen falta nunca pretextos para las conmemoraciones), por eso me permití tomar un pedazo del Lope de Vega por allá y otro del Oliverio Girondo por acá. Cada uno decide con qué parte de los dos se queda.
“Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde, animoso, no hallar, fuera del bien, centro y reposo: mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso. Huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho(…)dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor; quien lo probó lo sabe.” Vega
POEMA 12-Girondo.“Se miran, se presienten, se desean,/ se acarician, se besan, se desnudan,se respiran, se acuestan, se olfatean,/se penetran, se chupan, se demudan, se adormecen, se despiertan, se iluminan,/se codician, se palpan, se fascinan,se mastican, se gustan, se babean,/se confunden, se acoplan, se disgregan,se aletargan, fallecen, se reintegran,/se distienden, se enarcan, se menean,se retuercen, se estiran, se caldean,/se estrangulan, se aprietan se estremecen,se tantean, se juntan, desfallecen,/se repelen, se enervan, se apetecen,se acometen, se enlazan,
se entrechocan,/se agazapan, se apresan, se dislocan,se perforan, se incrustan,
se acribillan,/se remachan, se injertan, se atornillan,se desmayan, reviven, resplandecen,/se contemplan, se inflaman, se enloquecen,se derriten, se sueldan,
se calcinan,/se desgarran, se muerden, se asesinan,resucitan, se buscan,
se refriegan,/se rehuyen, se evaden, y se entregan.”
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