Miramos a las personas con ojos cotidianos sin olfatear siquiera los secretos que esconden de la "hora anterior", es decir: antes de que las miráramos de cerca.
Habrán cosas que se pueden contar otras no, así como algunas personas sencillamente no podrán sentarse a tomar el sol o la luz, cual lagartijas mañaneras, pues por las circunstancias elegidas tomarán la sombra de los días, aunque representen a su vez la lucha de salir adelante en la vida.
Little children es el nombre de una novela de Tom Perrota, que él mismo adaptó para el cine y terminó siendo nominada al Oscar en el 2006, además de ganar en otros espacios.
Una novela inteligente e irónica. Es quizá una forma diferente de ver "La amaba" de Ana Galvada, la cual tiene un "olor algo victoriano" pero con sabor de la década del 90.
Ambos libros, no se si ambas adaptaciones para la pantalla grande o chica -creo que sí he visto también la novela de Galvada-, consiguen a su manera transmitir, emocionar, quizá atrapar, cuentan historias de vida cotidiana, el primero con ironía y humor, el segundo con sencillez , cercanía y cierto tono rosa.
Ambas plantean que no sabremos del futuro aunque lo deseemos, y estemos a "punto de ebullición" en una decisión. Lo cierto es que podemos construirlo a partir de las decisiones, aunque en algunas ocasiones a pesar de estas tomadas, no se concrentarán y otras en cambio sí.
¿Acaso no es así la vida?. Si por casualidad "chocan" con la película o el libro, deténganse, que aseguro tomarán algo.
Habrán cosas que se pueden contar otras no, así como algunas personas sencillamente no podrán sentarse a tomar el sol o la luz, cual lagartijas mañaneras, pues por las circunstancias elegidas tomarán la sombra de los días, aunque representen a su vez la lucha de salir adelante en la vida.
Little children es el nombre de una novela de Tom Perrota, que él mismo adaptó para el cine y terminó siendo nominada al Oscar en el 2006, además de ganar en otros espacios.
Una novela inteligente e irónica. Es quizá una forma diferente de ver "La amaba" de Ana Galvada, la cual tiene un "olor algo victoriano" pero con sabor de la década del 90.
Ambos libros, no se si ambas adaptaciones para la pantalla grande o chica -creo que sí he visto también la novela de Galvada-, consiguen a su manera transmitir, emocionar, quizá atrapar, cuentan historias de vida cotidiana, el primero con ironía y humor, el segundo con sencillez , cercanía y cierto tono rosa.
Ambas plantean que no sabremos del futuro aunque lo deseemos, y estemos a "punto de ebullición" en una decisión. Lo cierto es que podemos construirlo a partir de las decisiones, aunque en algunas ocasiones a pesar de estas tomadas, no se concrentarán y otras en cambio sí.
¿Acaso no es así la vida?. Si por casualidad "chocan" con la película o el libro, deténganse, que aseguro tomarán algo.
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