y pagarás el precio de estar vivo.
y no encontrarás alguien que te ponga a salvo
y correrás a lo largo de ciudades, senderos, montañas y ríos
y serás inconsciente de la vida y la muerte
y la fortuna te dará la espalda
y apretará delicadamente el canal del cuello
y cuando estés sin aire te soplará suspiros
y sentirás alivio
y serás nuevamente inconsciente
y estarás eufórico
y borrarás los errores, los temores y el hastío
pero no te preocupes,
pagarás el precio por estar vivo.
Esto es del pasado, lo escribí para un post de días futuros, pero en este presente hay muerte y ya no es solo la de una parte del alma, sino es de esa que llega avisando con caminar de elefante, esa que uno cree poder evadir cuando es joven, cuando se piensa con futuro, cuando quiere creer que de alguna forma lo inevitable se puede vencer.
Descansemos, llegó la señora calaca y otra vez el músculo ha tenido un pequeño paro.
8 comentarios:
El precio de estar vivo cada vez me parece más caro.
Saludos.
Hay veces que la muerte llega más a traición que otras. Como cuando muere un ser querido que es relativamente joven. Lo siento. Besos
Hola Toro, concuerdo tanto con vos, un abrazo pequeño
Sí querida Elvira has hecho una lectura correcta, un beso
La muerte no avisa y por nuestra condición de humanos tendríamos que estar preparados para ella, pero no es así,nunca lo estaremos. La muerte es tremendamente dolorosa, injusta, despiadada e incluso a veces violenta y sangrienta.Lo siento.
Un saludo
sí, morir sucede de varias formas, la muerte es otros es algo que he vivido ya en otras ocasiones, pero aún hoy no he aprendido a leer con calma,
un abrazo
asu que fuerte.
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