buscador y encontrador
diciembre 05, 2009
-una bolsa de papas tostadas,
-la llaves de las cerraduras
-cansancio en la espalda
-algo de tristeza aguda
-deseos
-la limonada en el patio
-el cuaderno de anotaciones en blanco
-algo de deterioro
-la ilusión sostenida
diciembre 02, 2009
Lo que creo
- tr. Tener por cierto, aceptar como verdad:
creo en tu palabra. - Pensar, juzgar, suponer algo:
creía que me darían el trabajo. También prnl.:
se cree muy valiente. - intr. Tener fe en las verdades religiosas:
no cree en Dios. - Tener confianza en una persona:
ella creyó en él a pesar de todo.
♦ Irreg. Se conjuga como leer.
Creer es una palabra gruesa, algo mística para algunos, real para otros, una mentira, un imposible, un golpe de suerte, un bostezo atravesado, una búsqueda, una construcción, un retorno, un inalcanzable, una sonrisa de noche sostenida, un incuestinoable...
Yo no tengo respuestas en qué sí o en qué no.
A veces podría decir que:
-creo en vos
-creo en mi
-creo en nosotros
-creo que hoy no sucederá
-creo que se puede
pero sobretodo creo en vos humanidad
y luego... me caigo por pedacitos y algo se muere.
Entre siempre y jamás
Confirmo, entre siempre y jamás han intentado una historia de cuento que más se parece a cualquier otra cosa, viven y sobreviven, se buscan-encuentran-abandonan-celan-distancian-acercan y así como les digo, se les va la vida.
Yo me pregunto ¿qué será con nosotros?
Entre siempre y jamás
el rumbo el mundo oscilan
y ya que amor y odio
nos vuelven categóricos
pongamos etiquetas
de rutina y tanteo
-jamás volveré a verte
-unidos para siempre
-no morirán jamás (...)
-(y hasta la fe dialéctica
de) por siempre jamás
-etcétera etcétera
de acuerdo
pero en tanto
que un siempre abre un futuro
y un jamás se hace un abismo
mi siempre puede ser
jamás de otros tantos
siempre es una meseta
con borde con final
jamás es una oscura
caverna de imposibles
y sin embargo a veces
nos ayuda un indicio
que cada siempre lleva
su hueso de jamás
que los jamases tienen
arrebatos de siempres
así
incansablemente
insobornablemente
entre siempre y jamás
fluye la vida insomne
pasan los grandes ojos
abiertos de la vida
Mario Benedetti
noviembre 29, 2009
29 de Noviembre Entre Honduras y Uruguay
¿Qué pensará la gente? ¿Qué pensará Honduras? ¿Qué pensarán los países que han manifestado que reconocerán el ganador y al nuevo gobierno?
¡Que forma de dejar que las aguas corran!, sin decir "esta boca es mía", sin tomar partido, dejando lo clave al curso de los tiempos. A veces pienso que somos demasiado caras duras.
noviembre 24, 2009
Bogotá
Partí con ese sabor de pude disfrutarla más, ese olor "de faltó tiempo", el que realmente no había. Pude haberme encontrado de manera más cercana y quizá cómplice con ésta capital. Excusas, sin embargos y peros sobran con nombres de siempre, más se sumó "la neurosis casi colectiva" (quizá solo una excepción) del "caco" acechando en la esquina, el temor de ciudad "posible para otros" al anochecer, esos escondidos en algún sitio o quizá conduciendo el taxi tomado por vos.
No puedo negar que "chupé" algo de temor, quizá porque era yo conmigo en un lugar donde los otros se encontraban en sitios diferentes y no podía "echar mano de ellos" o caminar sin ellos. Sin embargo y después de esa "desconfianza" que debe dejarse guardada en "su sitio", los espacios abundan, los escondrijos, el movimiento, la vida.
Encontré gente rica, de sabor multicolor, de tamaños variados, de densidad generosa y particular geografía. Personas que disfrutas sin más, sin un gramo extra o menos, pues tal como son aparecen como lo justo. Se suman tal adornos, variedad de espacios, los propios e impropios de las capitales de país, de centros poblados de personas y autos, así como de historias tristes y no tanto, hay movimiento.
Encuentras allí América Latina viva, la que es extrema, inusual, callejera, cálida, dura y con esperanza, la tierra del sueño perdido de la ciudad de oro, y yo invitaría ir a buscarla y encontrarla.
noviembre 19, 2009
Debes morder
cada estrella que cae al mar
cansada de sostener el cielo
cada oleaje
cada taxi que me aleja
cada canción
cada borrón en la ventana
porque podría ser mi alma"
Seguí escribiendo y quería decir que pensaba vestirme un poco como el poema de J. M. Zonta que lleva el título de este blog. Estaba dispuesta a dejarlo colgado, pero con mis maletas casi en la mano y los deseos para los 4 días en dónde respiraré otros aires, otros soles, otras lluvias y hasta otra basura, decidí finalmente "dejar" la lista de tareas encomendadas. Cito a saber:
Que olvides a las chicas, la oficina y el ministro
Que pases de los proyectos y no te sientas responsable
Que abras lo ojos para conocer gente
Que valores como siempre a personas e ideas
Que rías,
que bebas
que comas
que juegues
que logres carcajadas
que no te importe nada
que la calva os haya robado las ideas
que me escribas
que me cuentes
que me extrañes pero al tiempo
que el tiempo te coma
que la novedad te llene
que estés bien
que la vida te regale cosas
que me beses."
Huele por las esquinas, que será así...
noviembre 17, 2009
Con ojos de luto
Yo solía vivir en un país cuyas casas no tenían barrotes en las ventanas o las puertas; donde dejabas pegadas las llaves del auto; donde si dejabas por accidente caer dinero, alguien te lo indicaba; si necesitabas una taza de azúcar, algún poco de sal o compartir el "pinche plato de arroz, frijoles, tortilla" encontrabas a algún vecino auxiliador; donde conocías la gente del lugar aunque fuera a fuerza de mirarla, donde la gente vivía en barrios no en guettos exclusivos como los condominios de última línea o los apartamentos que solo pueden rentar los extranjeros.
Yo solía caminar las calles de la capital en las madrugadas universitarias de las noches de copas con amigos, donde amanecíamos en un sitio esquinero que aún existe y en el que se encontraban todas las figuras exóticas de los cuentos de fantasía. Allí se tomaba cerveza y café, guaro y batidos de frutas, a la vuelta había un sitio donde todos los mariachis buenos y malos del mundo se encontraban.
Yo viví sin miedo a lo que sucediera en la vuelta de la esquina. Sin embargo y con el tonillo melancólico que pueda tener, a ese sabor de "resistirse a envejecer", he de decir que todo cambió.
No vivo en el país más violento de América Latina, pero nadie necesita vivir en un "ranking" así. Vivo en un país que escuchaba hablar de maras y ahora las tiene en casa durmiendo. Uno que decía llamarse un "oasis de paz" y es un oasis agresivo-pasivo. Un lugar en donde cada mañana te dan toneles de brazos partidos, manos, piernas, ojos, rencillas, culebrones, asesinatos. Uno que teme defender al vecino porque le mataran, que está dejando de denunciar la corrupto porque es amenazado o también "come del bocado". Uno cuyas gentes "pegan gritos de auxilio", pero a la vez se quedan con los ojos transparentes como sino miraran y las bocas mudas como sino valiera hablar. Dónde ya no pagan por la seguridad del circuito habitacional, sino la personal para cruzar de un punto a otro.
Quizá todos los que leen este blog podrán recordar y encontrar algún pedacito de algo conocido, de esos días sin barrotes y sin miedo. Lo cierto es que hay otro grupo que ya nació y creció solo conociendo barrotes, miedo y la realidad dibujada de manera oscura todos los días.
Lamento tanto que eso nos esté pasando, que tengamos corta memoria, largo olvido, manos caídas, poca lucha y que la violencia impune camine oronda sin que nosotros sepamos que estamos adentro.
Mañana, hoy, ayer, antes de ayer hubo personas comunes maltratadas de diversas maneras por un teléfono móvil, por 10 dólares, por un par de zapatos, por hacer "mala cara". Antes de ayer una persona intentó defender a otro que no conocía, en un restaurante cuaquiera, al ponerse de pie recibió un disparo en la frente. El dictamen de la polícia: no hay nada
noviembre 15, 2009
Dino Buzzati Il Colombre
R. Steward
En todo caso cualquiera que sea la impresión, siempre tiene un ojo del tinte nuestro que es diferente del tinte o la razón del otro.
Brotó, un "susto" en la ausencia, como si todo lo que hemos visto y vivido, amigos y vida, sentimientos fueran una ilusión. Seguía en el cuento de Buzzati. "Porque el colombre es un bicho que no perdona. Y si se pusiera a seguir a esta nave, eso querría decir que uno de nosotros estaba perdido (...) Navegar, navegar, ése era su único afán(..)Hasta que de pronto un día Stefano reparó en que se había hecho viejo, viejísimo" había huído siempre y el día que decidió no hacerlo más, estaba algo reservado para lo cual era tarde.
De todas las "ilusiones" me preguntaba cuál temía más que no fuera una verdad, si vos, si yo, si nosotros, si nosotras, si los nuestros, si aquello, si lo mío, si lo tuyo, si esta realidad.
noviembre 13, 2009
Breaking News para los que están lejos temblor en Costa Rica
noviembre 07, 2009
Con ojos de niño
Richard P. Feynman
Para él, este blog.
noviembre 04, 2009
Caledonia: No sé si puedes ver los cambios que me han sucedido
Frente a la computadora las manos que pican por el calor. Estamos más tranquilos de noticias duras. Uno de mis poemas que fue seleccionado para una publicación en algún país perdido del continente viejo; sin embargo no verá la luz, pues no entregué a tiempo mis autorizaciones de derecho de autor, aún así, si encuentran en alguna esquina "Palabras al viento", denle una ojeada, pues allí en la página blanca que sobra algo se pudo escribir...
Estoy y feliz, no tiernamente feliz o temperalmente feliz, sencillamente bien. Estoy disfrutando de la mitad de la semana, de encontrarme furtiva en una esquina, de caminar por el centro de la ciudad que se come los tacones de mis zapatos entre huecos, aceras roídas y calles mal terminadas. De esta canción que un amigo envió, de poder saber que estoy viva, que aún me quieres y te quiero, que nos queremos con las manos, con los ojos, que dejé botado en el café urbano tanta tontería, que escuchabas la vida mientras llovía y llovía, mientras me sacaba la estupidez de los días y me acomodaba el alma, salía el aserrín por las orejas, babeaba miedos y regresaba a lo que soy, lo que ven.
Gracias por estar, por preguntar cada uno, por seguir
Caledonia
"I don't know if you can see
The changes that have come over me
In these last few days I've been afraid
That I might drift away
So I've been telling old stories, singing songs
That make me think about where I came from
And that's the reason why I seem
So far away today
Oh, but let me tell you that I love you
That I think about you all the time
Caledonia you're calling me
And now I'm going home
If I should become a stranger
You know that it would make me more than sad
Caledonia's been everything
I've ever had"
cuadro de Iritoridori
octubre 31, 2009
Entrelíneas
octubre 23, 2009
Este octubre
Esta semana me acosté a dormir y me desperté con un torbellino de malas noticias. Porque dejémonos de tonterías han sido malas en su mayoría, excepto por ese cachito de luz conformado por algunos.
Estoy sorprendida de mi propia reacción; es decir, a pesar de las náuseas tremendas que se colocan en medio de mi pecho y mi vientre, de la desesperación que le acelera el latido, el dolor de cabeza que sale punzante por los ojos o cualquier lado de los hemisferios, sigo tranquila.
Cierra hoy repitiéndose el inicio de una: mi hermano, la noche de lluvia, la moto, la señal de alto saltada, yo temprano del trabajo, el comentario similar de "como llueve ojalá y no tenga un accidente", ahora acompañando a mis padres, llamando por teléfono a los otros, la diferencia: no murió hoy. Esto da un descanso pues el accidente no fue tanto.
Ahora, mientras me gasto el tiempo y llegan más adelantos de noticia, escribo en el diario público.
octubre 20, 2009
Jairo Anibal Niño
"¿Cómo se pasa al otro lado del espejo?
Para pasar al otro lado del espejo, se necesita del valor temerario de un niño de siete años, de su facultad para convertir el azul en quetzal y la nube en garza. El sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo, trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo, afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los reflejos, y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble. Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado, descendiendo por la parte oscura de la luna." Jairo Anibal Niño
octubre 18, 2009
A la caza de Moby Dick (cada cola es absolutamente distinta, una huella digital)
Octubre de migración lleva el sello de poca probabilidad, de corta esperanza de avistamiento ya que los ballenatos tienen el peso o grasa suficiente para soportar el agua fría y han aprendido lo básico: "inmersiones".
Pensaba despedirme de todo el plan de ese día, prometiéndome que regresaría en diciembre para el tiempo de las falsas orcas, sobretodo después de varias horas en alta mar, pero sucedió lo bello de la historia, una madre con su cría estaban nadando hacia el sur.
Hacían ambos inmersiones de pocos minutos precedidas de pequeñas encorvaciones de la cría "avisando" esa toma de oxígeno; siguió la historia pues nos fuimos cerca de la roca ballena y allí nadando y saltando, marcano el paso de su subgrupo (es decir de la madre y la cría) había un macho, maravilloso que no escatimó nadar velozmente y hacer todo tipo de acciones, hasta que llegó ese "salto" esperado, el cual lo hace a uno sentirse "mínimo de lo pequeño", esa forma de despedirse e irse a la profundidad.