"Celeste quedó la esperanza mía, azul de cielo escurrido por tormentas, diecisiete de sus lunas sin cuatro de sus días fueron suficientes para dejarte escapar (...) la noche se hizo más extensa que el día y la tormenta se posó en la mar." (Las muertes)
arrasar los campos lento y sin pausa
ararlos con tenedor y cuchillo
demoler los escritos
quemar las noches y los días
y sentarse a mirar con franciscana paciencia
clasifico la información y presiono ctrl+dlt
desmonto el cpu de manera ordenada (no vaya a doler)
inanición para las plantas
silencio a los animales
que no hable nadie más
arrancar los párpados
candado a la habitación hasta que muera.
sí hasta que muera
no hay horas o días calculados,
darle todo el alcohol, los programas de cable, el canal de dios
bajo ninguna circunstancia dejar que se asome por la cerradura.
las bestias no deben saber futuro,
los heridos no deben beber esperanza
no debe haber vuelta atrás.
Hay sentimientos que se instalan como aves de paso con alas negras, fuertes, brillantes con ese color metalizado que solo tienen cierto tipo de noticias. Otros, parecen cantos rodados en alguna peña, por un sísifo con ningún futuro, ni de actor, ni de hombre. Cualquiera que sea, los que se parecen a las lagartijas siempre los llevo a asolear, para que no se les peguen los hongos, para que brille la piel al sol y no me asfixien por no poder respirar bien...
En fin, a todos los que me conforman les tengo su sitio, no es un altar o algo parecido, solo es una repisa por donde se mueven, pululan, arrastran, pelean, se esconden, duermen hasta el dolor, se encuentran para la hora del café, o se suicidan cuando toman mucho guaro, huyen o me abandonan, se ejercitan con algún éxito o simplemente de la manera más quedita, les dejo partir.
Día-noche, blanco-negro; arriba-abajo, estás-te fuiste; hola-adios; te quiero-ya no; vivo-muerto; feliz-triste; todos nos podemos tirar en la esquina a clasificar cada día y dejar que se nos escape la vida. No quiero que sea así.
gracias a aquel que me expulsó de su vida.
gracias vida a aquellos que les eché o se fueron.
no se si gracias por extrañarte (jamás me acostumbraré).
gracias por ser y estar
gracias vos
gracias por llegar
y todo lo demás al grandísimo carajo.
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junio 10, 2014
"...para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio y un largo tiempo..."
Ángel González
Mi sombra y yo nos hemos dicho todo,
se nos erizó la piel,
los dientes saltaron
y se gastaron las uñas.
No hemos tenido ninguna pelea
solo discrepábamos sobre la última vez
que escribimos en el cuaderno de viajero.
Eso fue en Madrid,
hace cuatro años.
Yo
sigo viva
y vos
llevas dieciocho años de muerto.
Todos estamos tristes:
los perros, las plantas, las calles, yo.
Nos tiramos juntos, por decirlo así,
vemos en dirección al sol de las cinco.
Está tibio, es verano aún
el cielo es caramelo y ninguno se atreve a comentar
como nos estamos apagando,
cada vez más viejos, más olvidadizos y y mañosos...
esa forma de engañar el tiempo y a nosotros.
Duele el costado,
la pata de mi perra no responde bien,
se está secando la gardenia, el hueco de la calle
se ha vuelto insalvable.
Todos nos dejamos llevar
estamos algo tristes y dulcemente tranquilos,
el día vivo se ha muerto
y nosotros con este.
En boca de otros... "extraño eso y lo que no se puede extrañar por ingrato...te extraño, hablar, reírnos y no tanto...yo solo quería ser y ahora me siento castigada ... que malo es el tiempo y la distancia. por ser lo que queríamos y no ser también."
Cinco segundos son suficientes para
que una burbuja de aire entre por la jeringa a ese corazón
para decir una bobería y romper lo que no inicia
para entender que estás muriendo
para saber que no eres la opción primera
para comprender un dictamen
Cinco segundos
y me dí cuenta que... ya mi tiempo había pasado
tengo ganas de tener otro corazón, uno con menos terminaciones nerviosas, que no se afecte, que se defienda mejor, que se siente al borde de la acera y se ría de todo...
mientras tanto y como parece que esto no sucede, toca apretar los dientes, tragar saliva y contener las emociones.
Estoy convencida, los gusanos se están comiendo mi barriga
se dan a la lucha, se tiran contra las paredes
me dan retortijones y solamente ellos sienten el placer.
¿Cómo explicar el dolor? la náusea, el dolor, la náusea, el dolor, la nausea, el dolor, el retorcijón y el cansancio de esperar el ir y venir de los gusanos comiéndose mi estómago...