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junio 06, 2008
¿Cuál será mi cooperación en la batalla?
Esta semana en una de mis páginas favoritas, por que se renueva con lo antiguo, lo nuevo, lo que todos nos gusta, aparece un escritor del cual me llaman algunos de sus trabajos: Noam Chomsky, el título Guerra Justa.
La máxima de Tucídides dice "El poderoso hace lo que puede, mientras que el débil sufre lo que debe” – lo cual, además de ser indiscutiblemente injusto, constituye, en la actual fase de la civilización de la humanidad, una amenaza literal para la supervivencia de la especie."
Lo anterior podría aplicarse bajo tantas variables, desde diversas perspectivas y cosas, que como siempre no quisiera extenderme. El mundo al que a veces accedo por trabajo, me lleva a promover algo llamado cooperación, desde una perspectiva tan amplia como difusa y es allí en el mundo real, donde me siento exiliada de la misma vida, de lo cotidiano del intento, la colaboración y de las manos ocupadas...
Las razones son tan variopintas como los juegos grises de quienes toman decisiones o los acalorados amarillos en que nos enredamos las personas que participamos en tejer eso llamado cooperación; además de todos los otros colores intermedios que se pierden en el camino, quienes tampoco llegan a tiempo sea por la sumatoria tarde de los eventos o por que aún no hay espacio para ellos.
A veces parece que las personas nos podemos perder en la mar de procedimientos y nos damos cuenta que de que se llegó a la máxima de la burocracia internacional con tono nacional, cuando solo pisaste un escalón dentro de este mundo de inmunes y no tanto.
No digo que no se haga trabajo dentro de los cooperados y los cooperantes -alto al camino parece que todos hacemos algo-; sin embargo en esta batalla de la justicia, acceso, igualdad, equidad y cuanta cinta de película que se da en la feria abierta del apoyo, hace en algunas ocasiones que se abra una batalla para "posicionar" un tema o abrirle campo al centro del mundo "tu ombligo."
El asunto no termina ahí, por que así como hay cortes y cortesanos de un lado, los hay del otro, desde quienes podrían saber bien como tomar la maquinaria en medio de sus dos manos, a como hay otros que la visualizan con ojos brillantes y de saeta perforando a su paso, cual máquina que remueve nieve.-Mundo bello, con batallas y guerras en cada esquina pareciera.-
He de decir que para acalmar un poco mi cabeza, hago revisión basta y amplia de lo que me ha llevado hasta el punto de colaboración hermana, de pensar que se pueden hacer cosas entre todos y entre otros, de constatar con realidad humana que hay voluntad, aunque a veces sea la palabra de la ausencia.
A pesar de que hoy cada vez menos toco eso llamado terreno -la gente real y que se busca su sitio cada día-, donde igual se construye, pena y alegría, emerge vida, quisiera pensar que las ocho horas o más que paso frente a un pedazo de imitación de madera prensada con un teclado negro y platino, una pantalla plana y un mouse óptico ayudan en algo a esas personas por las cuales fui colocada allí.
Sin embargo, no puedo evitar volver a hacerme las preguntas que me hice ya una vida atrás: -¿Qué es cooperar?, - ¿Comprenderá la cooperación internacional lo que significa? - ¿Qué esperamos con regularnos todos?, -¿Entendemos los receptores para qué se usa el apoyo? (no como caja mágica de gastos varios), -¿Qué entenderán los nacionales por cooperación?, - ¿Cuál es la diferencia del Desarrollo de ahora al de antes?, -¿Dónde estás tejido social, donde estoy? -¡Cuéntame algo nuevo sobre Política Pública!, -¿Qué significa si soy un CTPD si aún sigo sintiéndome un LDC o aún no hay visos del cambio?- ¿Porqué sigo siendo cifra, número y menos sujeto al que le invierten centavos de dólar y con eso se hace “capacity building” conmigo? ¡Aún recibo un salario! ¿Qué sientes cuando te dejan el “marrón” técnico de articular, pero la flaca realidad de que parece que el papel solo se hace gordo? ¿De qué vale soñar? ¿Tendrá alguien idea?
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