buscador y encontrador

mayo 06, 2008

Ya nunca más me serás indiferente

Ha sido ahora en esta vejez, que me han enseñado el valor de no ser indiferente nunca más para alguien.

A veces, sin darse cuenta una, va perdiendo o recuperando la propia vida, pero esa vida de la cual una no es la propietaria, ya que se encuentra grabada en la memoria de los otros con quienes has vivido, conversado o cruzado.

Pasa que a veces pierdes de un batacazo un recuerdo, un espacio, un candor y hasta una forma de dolor, sea esto por la muerte de tu memoria o de aquel otro, por que pusiste tonelas de ladrillos encima, por que te llevaste caminos completos de distancia en otra dirección, o por que finalmente se olvidó.

Sin embargo, hay días en que se puede sentir que se va de la mano, sin resistencia por la línea de los recuerdos, atrapas entonces una burbuja de lo mucho que te sonrió, te creció, te entristeció, o solamente viviste hace 20, 15, 10 años atrás, pero lo rescatas de su espacio.

A veces pasa que en el presente se da una suerte de oportunidad, en la cual una persona te provoca el espacio para volver a respirar, es como si de pronto una parte de vos se hubiese quedado sin gota de oxígeno, casi en coma y de pronto saltas a la superficie con los pulmones completamente dilatados, comiendo a bocanadas la vida-es aire- estás otra vez viva.

Entonces afirmo, hay días en la vida que no sabes por que razón, ni cómo o para qué, vas de la mano con otra u otras personas, visitando y revisitando vida. Lamiéndote el placer como el gato se lame sus huellas, pasando tu vista y memoria como el mismo gato que se peina en el espacio donde decidió hoy que dormirá y entonces agarrada de esa mano ves nuevamente de otro modo el mundo.

mayo 03, 2008

Sentirse aludido

De vez en cuando es bueno sentirse aludido, creerse llamado por eso conocido como suerte. Saber que el deseo culmina, que las manos se llenan y que se hincha la vida, escuchar al gozo bailar a la entrada de la puerta.

De vez en cuando es bueno sentirse con suerte, pensar que sale el sol no solo por los demás sino en ese día por uno, ver como la boca deja hojas verdes, los ojos se vuelven dorados, los sapos saludan desde las estrechas cuevas y los pulmones son recién llegados de paquete.

De vez en cuando es bueno sentirse con suerte, pensar que el semáforo se ha puesto verde para uno, o que esa sonrisa extraña sí iba en nuestra dirección, que la moneda de la calle que quizá no necesitas es un augurio del respiro de la tarde, del dulce en la boca o de la cosquilla en el alma.

Pero sucede que de vez en cuando sentirse con suerte no es suficiente, por que se quema el pan en el horno, se endurecen los ojos, se respira caliente, la vida te va flaca, esperas sin escuchar el sonido de los pasos, no baila la vida, no crecen las hojas y el viento arrasa cuando el agua inunda. Arrebatas la moneda, escatimas la sonrisa, pasa el día y la noche sin que llegue la calma y la cosquilla que sientes lo que levanta es una mueca de tristeza.

mayo 02, 2008

En un mismo arbusto

"El cultivo del café es un cultivo al que no se renuncia, te tiene en vilo. (...) En un campo de café siempre hay algo que hacer" Karen Blixen, la Firme Africana.

Hay cosas que nunca cambian, hay situaciones que no solo son del café. Me pregunto que cosas nos mantienen a unos y otros en vilo a lo largo de la vida.

Es así como habrá quienes pensarán que sostenerse de esa manera es natural, otras quizá pensarán que es adrenalínico, otras cansado, otras doloroso, otras que es delicioso. Supongo como todo, esto es algo relativo.

mayo 01, 2008

Los otros, quizá los lobos

Tengo sumo cuidado con mis sonidos por lo que ellos podrían decir:

A veces, siento un nudo en el cuello, un gutural movimiento que me sale de las tripas me recorre los pulmones y se me acumula en el pecho, es un aullido.

A veces el aullido arranca finito, se transcurre agudo, luego pesado y atornillante hasta que ya no exista por que no hay aire en el corazón, eso es dolor.

A veces el aullido arranca finito, se transcurre agudo luego sonoro, quizá algo grave pero cierra con una mueca llamada sonrisa que te sale del esternón, eso es felicidad.

A veces, entre ladrar corto, simple gruñido, aullidos, silencios, caminatas, lunas, noches, días, grandes distancias se va la vida.

A veces, en unas y en otras partes los míos reconocen ese aullar, ya que esa forma de sentir la percibe solo un errante dentro de la manada, un solitario de compañía, un aprendiz de caza, un terco amigo, solo un igual.

Yo creo que te reconozco en medio de la manada, con esos ojos quizá rojos en la oscuridad; la mirada profunda, a veces dura, a veces desorientada casi en la locura, a veces dulce, algo sabrosa, la baba tibia, la piel hermosa.

No se de las rutas que llevas en las venas, ni siquiera conozco todas las marcas de tu piel, tus profundidades me hablan de tu entereza, del paso que marca y de la vida que llevas, así como me hablan de la fuerza de lo que come deseo y hace lucha.

No se de tu futuro, adivino tu pasado, reconozco tu sentido, busco entre tu dicha y con la desdicha me encuentro también.

Siempre reconozco tu sonido, el olor que acompaña, el sentimiento colocado tras la sombra; así como tu temperatura y tu olor. -Algo de tu semblante habla sin que lo dejes, sin querer parece que lo puedo leer-

Me detengo. Aquí estoy en la pradera, la tundra, la taiga, quizá en la montaña con el árbol por sombra, o en el monte abierto con la noche en los hombros, mirando al horizonte, recordando mi historia, lamiendo mi destino, yo se esperar, aullar y querer también.

abril 30, 2008

EPDLP- El poder de la palabra- una página a visitar

¿A quien de nosotros no le ha sucedido que lo que trató de decir de manera verbal o escrita, fue interpretado diametralmente diferente? ¿Qué pasa cuando le agregas gestos, forma, olor?

¿Acaso no es una maravilla el poder de la palabra?, lo que nos mueve, conmueve y provoca, sin importar el tiempo que transcurra. No me refiero a un cuento, una novela, un ensayo, una poesía, un discurso, una interpretación histórica.

Hablo de la construcción que hacemos las personas cada día, de esa mezcla de espacio, imágen, cercanía, voz. Pareciera que todo se prende o desprende de color en ese proceso, que cada cosa que pudo haber sido dicha o repetida antes se vuelve única en ese momento.

Es el espacio entre tu cuerpo y el mio, es el gesto en la cama, lo último en la despedida, lo primero después de haber pisado fuera del auto para marcharte, es lo segundo que piensas y dices al salir del baño, lo que escribiste en un correo para con quien trabajas y apenas conoces.

El poder de la palabra, lo que calma el alma como una canción de cuna, o un somnífero después de la batalla. Lo que te alborota la sien y te explota las tripas. Lo que te persigue por las escaleras. Las conversaciones en el ascensor del trabajo. La mano en el hombro, la sonrisa desacomodada.

Lo que te asusta en el semáforo al escuchar otro que te saca de tu soledad, lo que te sobresalta y gira acelerando el corazón. Lo que masticas en el craneo y que no sale de los labios. Lo que se florece con los ojos, lo que sientes al teclear, lo que borraste y tiraste pero alguien más atrapó.

¿Has probado ponerle atención al poder de tus palabras?

abril 26, 2008

Algo de por ahí

¡Abrázame!

Cuelga tus manos en mi cadera.

Dame fuerza para no comenzar a decir adiós.

Dame plomo para que mis miedos no vuelen pensando en el día en que no habrá regreso.

Dame color para que el frío no congele todo lo que nace y tiene recuerdos.

Dame memoria sin bordes oscuros que recuerden futuros de guerra y prohibición: Dame tus labios hoy.

abril 23, 2008

Los mundos que vivimos

Esto lo tomé hoy del Diario El País del día de hoy: " los escritores suelen tener la impresión de que hay dos clases de personas: las que escriben novelas (u otros géneros) y aquellas que las viven (también otros géneros). En raras ocasiones se juntan esas disposiciones en un mismo ser, aunque forma parte de la fantasía de los autores inventarse biografías trepidantes."

A veces pienso que cada dìa es parte de un cuento o parte de una novela (cualquiera que el tamañao sea) depende de las historias.

En unos momentos las personas son suficiente material para ser personajes extraños, situaciones algo particulares para ese contexto, o solo ese inicio que arrancó solo, sin que te dieras cuentas. Podrías pensar que Oscar Wilde o quizá Kubrick los vieron antes de relatarlos. (así cada uno elige quien le inspira)

Cuando entro a un espacio reciente con gente nueva y estoy lo suficientemente lejos de estas para poder observarlas, sin tener que socializar, inicio mi propio diálogo como una forma de dibujarles, de darles algún movimiento a todo, entonces ese todo se vuelve en un mundo de preguntas ¿què habrá desayunado?, ¿le habrán dado un beso hoy? ¿querrìa un abrazo? ¿que pasarìa si le digo que le visualicè durmiendo o comiendo? ¿tendrá problemas de sueño? ¿porquè se vistió así hoy?, ¿a donde irá de vacaciones? ¿tendrá un quien?

Hay sitios curiosos: la calle- las peatonales si caminas en el costado de esta y te detienes un momento, el hospital; el autobús; el subterráneo-claro si recorres suficiente tiempo-, las salas de espera de los aeropuertos, los restaurantes-como nos transformamos al comer-, las reuniones, los mercados, los congresos y senados, los espacios de solemnidad (relamente hay de todo por donde tomar)

Sale barata la fantasía, que bien, sale aún gratuito dejarse llevar por esto.

Feliz día del libro.

abril 20, 2008

Para comenzar - Oliverio Girondo

Espantapájaros 1932- Oliverio Girondo

1

"No se ni me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! - y en eso soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! (...)

Después de conocer una mujer etérea ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tena las nalgas a setenta y ocho centímetro del suelo?.

Yo, por lo menos soy incapaz de comenprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando."

Esto es solo para comenzar el camino, no se puede vivir (a mi pequeño juicio) sin mezclar realidad y sueño.